El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” significa que hubo un inicio temporal del mundo a partir de la nada.
La Biblia emplea coloquialmente la palabra “gusano” para referirse a animales de cuerpo blando y alargado.
Según la Biblia, Dios es un agente cuya actividad es intencional. Precisamente esta capacidad intencional es la que trae a la existencia a todos los demás seres.
Su grito es estridente y lastimero, a oídos del profeta Isaías sonaba como señal de queja o disgusto.
Teniendo en cuenta lo que se conoce sobre la increíble complejidad celular, no es sorprendente que las investigaciones acerca del supuesto origen químico de la vida estén en un callejón sin salida.
Los insectos podrían ser en el futuro la principal fuente de proteínas para la humanidad. Algo que la Biblia ya contemplaba hace miles de años.
Si al principio se creó la materia, el tiempo y el espacio, la causa originaria debió ser inmaterial, atemporal y no espacial.
Poema leído en Salamanca, el 14 de octubre y durante el XXII Encuentro de Poetas Iberoamericanos.
En tiempos del Nuevo Testamento, la simbología de la granada adopta connotaciones de soberanía y poder político.
La creencia de que la ciencia contradice al teísmo o a la fe cristiana no es cierta y responde más bien a ignorancia o a intereses ideológicos.
Álvaro Alves de Faria presentó este poema en el XXII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, donde fue homenajeado San Juan de la Cruz.
La población de gorriones está disminuyendo sobre todo en las grandes ciudades europeas.
Dios no elimina el mal porque para hacerlo debería primero anularnos como personas. Tendría que quitarnos el libre albedrío con el que fuimos creados.
Las golondrinas en la Biblia son usadas por el salmista como ejemplo del amor de Dios que permite incluso a seres pequeños e insignificantes, como los pájaros, construir sus nidos junto a su santuario.
Un trabajo de investigación genética ubica a los primeros seres humanos modernos en la región que hoy ocupa el país del sur de África. Científicos cristianos aseguran que no es concluyente y que el debate sobre nuestros orígenes continuará.
Es lógico que el ser humano se haya venido preguntando desde siempre acerca de la paradoja que supone la creencia en un Dios bondadoso y poderoso, frente a la cruel realidad del mal que evidencia la naturaleza.
El término hebreo shajaph, que se tradujo en el Antiguo Testamento por “gaviota” significa literalmente “delgadez” y hace alusión al aspecto general esbelto de estos animales voladores.
Es posible que Dios creara el mundo con la posibilidad de que pudiera existir el mal, pero que fuera la equivocada elección del ser humano, al decantarse hacia lo malo, la que lo hizo realidad.
Sigue siendo más lógica la respuesta de Job (la inteligencia) que la de Darwin (la casualidad).
El ateísmo no ofrece un fundamento sólido para explicar la realidad moral que experimentamos en el mundo.
El poco interés que manifestaron desde siempre los hebreos por los gatos pueda deberse a que la religión de los egipcios los divinizaba.
Si Dios no existiera, ¿dónde se podría fundamentar objetivamente el bien o el mal, lo correcto y lo incorrecto?
La cruz es la que nos salva, y no nuestros méritos.
Los diseños inteligentes que requieren mucha información jamás aparecen súbitamente del azar.
La mayoría de las personas, independientemente de sus creencias, toman las mismas decisiones fundamentales cuando se enfrentan a los mismos dilemas éticos.
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