Algo falta en las respuestas del Papa. Cristo nunca es mencionado en toda la entrevista.
Europa, el soberanismo (el tipo de política "nosotros primero"), los migrantes, los glaciares, el Amazonas... estos son los temas tratados en una reciente entrevista concedida por el Papa Francisco al diario italiano La Stampa (8 de agosto de 2019).
Es una conversación bastante larga que refleja las preocupaciones que el Papa tiene al mirar el mundo global de hoy: comienza con Europa y se extiende hasta el Amazonas, tocando temas sociales, políticos, ambientales y eclesiásticos.
Algunos de los temas son políticamente controvertidos y divisorios incluso entre la circunscripción católica romana.
Sin embargo, más allá de confirmar las posturas en las que el Papa está fuertemente convencido, lo que llama la atención en la entrevista son sus silencios.
Ninguna de las cosas que dijo Francisco era realmente nueva. Ha habido múltiples ocasiones, a todos los niveles, en las que el Papa se ha expresado sobre la ideología soberanista ("lleva a la guerra"), la tendencia populista de la opinión pública ("conduce al soberanismo"), la cuestión de los migrantes (los cuatro imperativos son "recibir", "acompañar", "promover" e "integrar"), la explotación de los recursos naturales ("el Día del Rebasamiento: El 29 de julio agotamos todos los recursos regenerativos del 2019... Es una emergencia mundial"); los desafíos que enfrenta la región amazónica ("la deforestación significa matar a la humanidad", "el tema de las minas a cielo abierto que están envenenando el agua y causando tantas enfermedades", "el tema de los fertilizantes", "los intereses económicos y políticos de los sectores dominantes de la sociedad").
Todos estos son puntos serios, la mayoría de los cuales el Papa mencionó en su encíclica de 2015 Laudato si' sobre "el cuidado de nuestra casa común". Hay que pensar sobre los mismos y actuar en consecuencia.
Son emergencias reales. Sin embargo, algo falta en las respuestas del Papa.
Llegando al clímax de la entrevista, surge la pregunta: "Su Santidad, ¿qué es lo que más teme por nuestro planeta?".
La respuesta del Papa es sorprendente. Aquí está: "La desaparición de la biodiversidad. Nuevas enfermedades letales. Una deriva y una devastación de la naturaleza que puede llevar a la muerte de la humanidad".
La desaparición de la biodiversidad, nuevas enfermedades letales, una devastación de la naturaleza. Estas son las cosas que el Papa más teme para el mundo. Una vez más, estas son amenazas reales y aterradoras. Pero, ¿no hay algo que falta desde el punto de vista cristiano?
Si a Jesús se le hiciera tal pregunta, ¿cuál sería su respuesta? Si a Pablo, Juan, Pedro y Santiago se les hiciera la misma pregunta, ¿cuál sería su respuesta?
En la respuesta del Papa, no se menciona a Cristo, el pecado, la cruz, el arrepentimiento, la conversión, el juicio de Dios, la gracia, el evangelio. Y, sin embargo, ¡afirma ser el "Vicario de Cristo"!
La pregunta abrió oportunidades maravillosas para responder de tal manera que esos temores pudieran ser abordados y enmarcados en términos del evangelio, más que en términos de una visión del mundo meramente humanista.
En lo que dijo y en lo que no dijo, el Papa Francisco actuó como si fuera el portavoz de una ONG laica enfocada en temas humanitarios y ambientales, en vez de un cristiano apasionado por explicar al mundo entero el mensaje bíblico de la creación de Dios, el pecado humano y la redención sólo en Cristo, y elaborar su implicación para la iglesia y el mundo.
En realidad, Cristo no sólo falta en esta respuesta, sino que nunca se le menciona en toda la entrevista. A Greta Thunberg, la joven activista ecologista, se la cita por su nombre, pero a Jesús no.
Se podría decir: pero al Papa no se le hicieron preguntas directas sobre Cristo. Es cierto; pero fue una larga entrevista con muchas preguntas, llena de puntos de entrada para el anuncio del evangelio. Todas estas oportunidades fueron desaprovechadas por el Papa.
Al leer la entrevista el lector no se siente desafiado en absoluto por el evangelio. En cambio, se le alerta sobre algunos temas ambientales y políticos urgentes que un político informado y astuto podría haber planteado.
¿Su silencio dice algo sobre el tipo de "evangelio" que el Papa tiene en mente?
Expresando su preocupación por la región amazónica, el entrevistador habló sobre el próximo Sínodo de Obispos Católico Romanos para la Pan-Amazonía que tendrá lugar a finales de octubre de 2019.
En este punto el Papa compartió lo que va a ser el punto culminante del Sínodo: "Lo importante serán los ministerios de evangelización y las diferentes formas de evangelizar".
Evangelización y evangelizando. Uno se pregunta qué significa la evangelización para Francisco. En la larga entrevista el Papa no lo explica. La única pista que da es el "diálogo":
“Esto es crucial: a partir de nuestra propia identidad debemos abrirnos al diálogo para recibir algo más grande de la identidad de los demás. No olvidar nunca que ‘el todo es más grande que las partes’.
La globalización, la unidad, no debe ser concebida como una esfera, sino como un poliedro: cada pueblo conserva su identidad en la unidad con los demás”.
Esto es lo que dice el Papa: abrimos el diálogo para formar una unidad policéntrica con las personas con las que dialogamos. Una vez más, no hay referencia al contenido bíblico de la "buena nueva" (es decir, el mensaje de la salvación en Jesucristo), ni a la expectativa bíblica de que las conversiones a Cristo resulten del diálogo.
Para el Papa, el resultado del diálogo es una unidad ampliada y polimórfica entre las personas. En la Biblia, no obstante, la evangelización implica diálogo, pero también proclamación, predicación, persuasión, etc. (por ejemplo, Hechos 17:16-31).
Estos elementos faltan totalmente en la visión del Papa sobre la evangelización. Además, la Biblia también es sobriamente consciente de que cuando y donde se lleva a cabo la evangelización, algunos rechazan el evangelio y otros lo creen (por ejemplo, Hechos 17:32-34).
No se espera una mayor unidad dentro de la humanidad, pero la conversión de los perdidos es la meta de la evangelización. Esta debería ser la mayor preocupación de todos los cristianos: llevar el evangelio hasta los confines del mundo para que los que creen en Jesucristo tengan la vida eterna.
Desafortunadamente, esta no parece ser la visión del Papa, aunque afirma ser el más alto representante de Cristo en la tierra.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o