El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Se necesita una reflexión sobre el proceso evangelizador, sobre los compromisos para evangelizar y las líneas de acción evangelística comprometida con el mundo.
La evangelización también comporta la promoción social de las personas, el cambio de los valores sociales marginantes, los estilos de vida, las prioridades, la evangelización de las culturas consumistas y el compromiso real, en acciones sociales concretas con el prójimo sufriente.
Como nos enseñó la Reforma Protestante, uno puede y debe sostener la Palabra de Dios sobre cada elaboración teológica del pasado mientras, al mismo tiempo, atesorar la herencia que generaciones de creyentes han consignado a las siguientes.
Nuestras obras sociales, nuestras iglesias, el mundo en general, necesitan de personas que se tomen en serio el trabajo de concienciación y sensibilización social que solamente tendrá éxito, si se hace desde la coherencia del ejemplo.
Sí, es más fácil pasar de largo. Un coche nos esperaba, pero yo me detuve porque el amor pudo más. No es difícil llorar ante tanto abandono.
Aparte de la circulación de los evangelios apócrifos y de la introducción de patrones discutibles en la interpretación bíblica, el marco espiritual en el que surgió la mariología fue la piedad popular.
La misericordia nos ancla al prójimo, a ser las manos y los pies del Señor en medio de un mundo de dolor.
Olvidamos que Él no está atado al tiempo ni al espacio, así que puede ocuparse de todas sus creaturas.
No es posible retrasar el reloj como si no hubieran pasado 1.700 años de historia. Es simplista, así como antihistórico, pensar que la profesión común de Nicea puede ser extraída de las importantes adiciones, que se han convertido en las claves interpretativas católico romanas del cristianismo de credo.
A ambos lados del Atlántico, el Papa Francisco está bajo fuego.
Hemos de reflexionar y trabajar para que no nos confundamos con los conceptos de “iglesia santa”, “familia santa”, “ambiente santo” u otros, no sea que estemos rozando los conceptos de pureza que tenían los religiosos del tiempo de Jesús.
Francisco ha manifestado al final del encuentro que se “han escuchado a las víctimas”, se ha “rezado y pedido perdón” y que la curia ha tomado conciencia de “sus responsabilidades”.
El ser misericordiosos, a veces implica la denuncia incluso de los que dicen haber sido perdonados.
El Maestro no sólo miraba la ostentosa ofrenda, sino que posaba también su mirada divina en el interior de las personas.
“Lamentamos este acto de vandalismo que muestra la falta de valores que se respira y el clima de degradación que vivimos”, expresó Leonardo de Chirico, portavoz de la Alianza Evangélica Italiana.
El Papa Francisco sigue aferrándose a la idea de que, mientras sus hijos cometen errores, la iglesia es indefectible.
¿A pesar de que la vida no consiste en tarjetas de crédito, cuentas bancarias o bienes acumulados, es necesario coger, de vez en cuando, todo lo que tengamos, ponerlo en nuestra bolsa o alforja y salir al mundo dispuestos a usarlas?
Quizás a algunos no les parezca muy serio decir que los que derrochan en vestimentas elegantes, caras y lujosas visten a otros de harapos, pero lo real es que, en general, los acumuladores empobrecen a más de media humanidad.
La filosofía reinante es que el individuo está por encima de todo, y los derechos que se derivan de sus deseos personales tienen que ser respetados.
El Señor nunca nos va a aprobar el no haber hecho nada, sino que nos va a preguntar que qué hemos hecho a favor de la dignidad y de la búsqueda de justicia para con el prójimo.
La curación del ciego que además aparece con su nombre, es el último milagro que se registra en el evangelio de Marcos.
La mariología no está demasiado interesada en la enseñanza bíblica, sino que está envuelta en profundas aspiraciones del corazón que aparentemente no son satisfechas por la persona viva de Cristo.
Se necesitarían en el 2019 voces proféticas que clamaran contra los grandes escándalos del mundo porque, a veces, como diría Unamuno, callarse puede ser peor que mentir.
En esta alta mariología, la cristología también está en juego. Si María es el punto de contacto entre el cielo y la tierra, ¿no está en peligro la singularidad de Jesucristo como Dios-hombre? Si el Evangelio se desencarna sin María, ¿no es borrosa la encarnación del Hijo?
El seguidor del Maestro, no puede tener un alma sorda, ni unas manos insolidarias, ni unos pies que no estén prestos a acudir allí donde se da ese grito.
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