El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
No es posible retrasar el reloj como si no hubieran pasado 1.700 años de historia. Es simplista, así como antihistórico, pensar que la profesión común de Nicea puede ser extraída de las importantes adiciones, que se han convertido en las claves interpretativas católico romanas del cristianismo de credo.
A ambos lados del Atlántico, el Papa Francisco está bajo fuego.
Hemos de reflexionar y trabajar para que no nos confundamos con los conceptos de “iglesia santa”, “familia santa”, “ambiente santo” u otros, no sea que estemos rozando los conceptos de pureza que tenían los religiosos del tiempo de Jesús.
Francisco ha manifestado al final del encuentro que se “han escuchado a las víctimas”, se ha “rezado y pedido perdón” y que la curia ha tomado conciencia de “sus responsabilidades”.
El ser misericordiosos, a veces implica la denuncia incluso de los que dicen haber sido perdonados.
El Maestro no sólo miraba la ostentosa ofrenda, sino que posaba también su mirada divina en el interior de las personas.
“Lamentamos este acto de vandalismo que muestra la falta de valores que se respira y el clima de degradación que vivimos”, expresó Leonardo de Chirico, portavoz de la Alianza Evangélica Italiana.
El Papa Francisco sigue aferrándose a la idea de que, mientras sus hijos cometen errores, la iglesia es indefectible.
¿A pesar de que la vida no consiste en tarjetas de crédito, cuentas bancarias o bienes acumulados, es necesario coger, de vez en cuando, todo lo que tengamos, ponerlo en nuestra bolsa o alforja y salir al mundo dispuestos a usarlas?
Quizás a algunos no les parezca muy serio decir que los que derrochan en vestimentas elegantes, caras y lujosas visten a otros de harapos, pero lo real es que, en general, los acumuladores empobrecen a más de media humanidad.
La filosofía reinante es que el individuo está por encima de todo, y los derechos que se derivan de sus deseos personales tienen que ser respetados.
El Señor nunca nos va a aprobar el no haber hecho nada, sino que nos va a preguntar que qué hemos hecho a favor de la dignidad y de la búsqueda de justicia para con el prójimo.
La curación del ciego que además aparece con su nombre, es el último milagro que se registra en el evangelio de Marcos.
La mariología no está demasiado interesada en la enseñanza bíblica, sino que está envuelta en profundas aspiraciones del corazón que aparentemente no son satisfechas por la persona viva de Cristo.
Se necesitarían en el 2019 voces proféticas que clamaran contra los grandes escándalos del mundo porque, a veces, como diría Unamuno, callarse puede ser peor que mentir.
En esta alta mariología, la cristología también está en juego. Si María es el punto de contacto entre el cielo y la tierra, ¿no está en peligro la singularidad de Jesucristo como Dios-hombre? Si el Evangelio se desencarna sin María, ¿no es borrosa la encarnación del Hijo?
El seguidor del Maestro, no puede tener un alma sorda, ni unas manos insolidarias, ni unos pies que no estén prestos a acudir allí donde se da ese grito.
Su experiencia y atracción por el lado oscuro de la vida hace que pueda “entender esa humanidad retorcida”, pero tras el odio está el anhelo del amor que sólo Dios puede darnos, afirma el escritor.
Hoy, Dios puede actuar en el mundo de forma directa, como hizo Jesús cuando estuvo entre nosotros haciendo bienes, pero también quiere que sus seguidores se paren y actúen ante estos gritos por misericordia.
¿Cuál fue el mejor momento de Jesús para ayudar a una persona encorvada a enderezarse? La respuesta fue al instante, en aquel ahora.
Hay un texto en la Biblia que adquiere la forma de letanía y es el Salmo 136, donde la expresión repetitiva es, hasta 26 veces, ‘porque para siempre es su misericordia’.
En esta tendencia hay resbalones peligrosos que reflejan una ingenuidad teológica cuando se trata de comprender la realidad del catolicismo romano como un todo.
La sucesión de casos que han salido a la luz en Australia, Chile o Estados Unidos obligan a la Iglesia Católica, a Francisco y a la sociedad, en general, a replantear las acciones ante esta realidad.
El proselitismo se convierte en una etiqueta derogatoria para descalificar a los que quieren evangelizar a sus vecinos porque éstos son no creyentes, aunque puedan ser “miembros” de una iglesia, sea lo que ésta sea para ellos.
Texto basado en Lucas 15:11-32. La hija perdida medita e inicia el regreso hacia el hogar.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.