El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Lutero escribió como pocos acerca de mucho. Sus libros no tienen la divulgación que amerita una obra que no deja estamentos sociales sin alcanzar, partiendo del mensaje de la Biblia.
Juan Wycliffe, Juan Hus, Jerónimo de Praga y Jerónimo Savonarola pusieron fin a la escalada previa a la Reforma. En el propósito eterno de Dios llegó entonces la hora de Martin Lutero.
Con su pomposidad imperial la Iglesia secularizada gozaba martirizando con fuego; al procurar extinguir a los fieles seguidores de Jesucristo, no hizo más que sentar las bases para la Reforma del siglo XVI.
‘Prefiero herir con la verdad, antes que matar con la mentira’. La Iglesia imperial no soportó una vez más ser puesta en evidencia y denunciada. Condenó y asesinó a Juan Huss en la hoguera.
En la semana del 1-O y el mes del 500º Aniversario recordamos que, antes de Lutero, hubo reformados que intentaban depurar de su corrupción a la Iglesia ávida de territorios, no independizarse de ella.
Leer de la fidelidad a Jesucristo de los valdenses, en plena Edad Media, permite descubrir hoy a los falsos cristianos: los que desconociendo la Verdad, son del anticristo e impostor de la fe.
A cinco semanas de celebrarse los 500 años de la Reforma este es el artículo #50 de la serie que, sobre los reformados y reformadores anteriores a Lutero, venimos presentando desde octubre de 2016.
Este papa innovador pidió perdón por los crímenes de su Iglesia a los cristianos valdenses mil años después de Pedro Valdo. Esta actitud no es correspondida por todos los católicos romanos.
Los que afirman que lo es no debieran olvidar que 16 siglos antes de ‘la Reforma’ Jesucristo ya edificaba ‘su iglesia’; y que hubo muchos reformados y reformadores ‘evangélicos’ antes de Lutero.
La influyente ‘posverdad’ es peligrosa: no todo lo adjetivado ‘cristiano’ tiene que ver con el Evangelio de Jesucristo. Hay tradición y cultura ‘cristianas’ cuyo origen, esencia y frutos son propios del anticristo.
Desde la conquista musulmana (711) hasta la reconquista por los reyes católicos (1492) la impronta árabe en Hispania es tan amplia como innegable. El terrorismo en nombre de Alá contraría esa influencia.
El dios de este siglo ataca desde el principio a las iglesias locales. Con su menú de tentaciones y mentiras busca corromper a los miembros del cuerpo de Cristo que son santificados por el Espíritu Santo.
La persona que se aleja de la Palabra de Dios pierde la guía del Espíritu Santo y niega a Jesucristo. Vive una religión a la medida de sí misma; esclavizada por su codicia, el sistema mundano y el diablo.
‘Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón’ afirmó Jesús. Dios Padre nos ama de tal manera que pone en nosotros su tesoro. No es por méritos humanos que el Hijo de Dios mora en nosotros.
Los móviles, los ipods, las tablets y los ordenadores van desplazando a los libros. Sirven para leer, pero se los usa más como distracción que para educación. Escribir sigue siendo un arte para pocos valientes.
Cuando el pecador ha recibido la nueva vida del Espíritu experimenta un cambio radical; se ha convertido en una nueva criatura. ¿A quién pertenece la salvación? ¿Puede un genuino cristiano dejar de serlo?
Miles de judíos convertidos a Cristo en Jerusalén, celosos de guardar la Ley, acusaron a Pablo de enseñar a apostatar de Moisés. La iglesia ideó y puso en marcha un plan que generó un tremendo escándalo.
Nunca creamos saberlo todo. Siempre alguien nos sorprenderá usando un vocablo de nuestro lenguaje cotidiano al que imprime un significado diferente y hasta opuesto al original.
Las históricas divisiones se fortalecen en las visiones antropológicas de la naturaleza de Jesús y de la Biblia; reducen la Cristocéntrica Revelación de Dios a meras proposiciones ontológicas.
Síntesis histórica de Juan Crisóstomo Varetto acerca de quien sentó las bases de la Iglesia Católica Apostólica Romana y el monárquico Estado de Vaticano. Diferencia entre ‘iglesia’, ‘las iglesias’ e Iglesia.
Diocleciano inició la quema de las Escrituras. Hay falsos maestros que, simbólica y realmente, lo imitan 17 siglos después; y contribuyen a que “el camino de la verdad” sea blasfemado.
Para los historiadores no hubo emperador romano más cruel que Diocleciano. Su fiebre de poder le llevó a despreciar la vida humana para cumplir sus propósitos. La Historia se repite.
El nuevo nacimiento por obra del Espíritu confirma que la muerte y resurrección de Jesucristo nos libran de la segunda muerte. Pensar en ello nos hace anhelar el regreso del Señor.
Se atribuye a Teresa de Jesús la frase “Vivir se debe la vida de tal suerte que viva quede en la muerte”. ¿Viviríamos como lo hacemos cada día si supiésemos la fecha de nuestra muerte?
Hay iglesias que sufren por causa de la inestabilidad espiritual, emocional o social, tanto de miembros como de líderes. Los que nunca se van ¿son los únicos que se salvan?
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