La lección de fe que vence al anticristo

Avanzando en el tercer milenio, resulta realmente paradojal que haya cristianos atacando de distintas maneras a quienes no comulgan bajo su misma denominación. ¿Puede haber una mayor contradicción que esta, que los que dicen ser cristianos no vivan en paz? Acaso:

¿No es la paz un atributo divino, no nació Jesús para hacer la paz con Dios? ⁽⁰¹⁾ 

Tanto en el AT como en el NT la paz es un signo de la reconciliación entre Dios y el pecador, y entre los pecadores que temen ofender Su santo nombre. Jesucristo nos dejó su paz; y nosotros sus seguidores estamos llamados a mantenerla. ⁽⁰²⁾

No dejemos de repetirnos: la práctica de la paz no es una obligación de los demás para conmigo, sino mi diaria conducta para con los demás. Quienes se comportan exhibiendo una conducta excluyente demuestran no conocer a Jesucristo, la Verdad. 

Ningún otro ser histórico tiene autoridad para afirmar lo dicho por Jesús:

“Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (…) Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres (...) ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.” ⁽⁰³⁾  

Hay cristianos que eluden dialogar; le temen al ‘diálogo’ porque sus cerebros están moldeados por catecismos magistrales, tradiciones históricas o prédicas de falsos maestros que hacen del púlpito un estrado de subastadores. En tales circunstancias los obsecuentes repiten hasta el cansancio y sin razonar lo que el clero les manda decir o hacer. Si se resisten a ser vilmente manipulados son exhibidos y avergonzados en público. Los ‘guardianes’ de su fe muestran todo su poder excomulgándolos y usándolos como ejemplo de escarmiento al resto. 

Dios ama tanto a Sus criaturas que instauró el diálogo en el huerto del Edén ⁽⁰⁴⁾. Creados a imagen y semejanza de la divinidad el hombre y la mujer podían comunicarse con el Creador así como el Padre con el Hijo y el Espíritu Santo. 

El relato de la Creación explica que también hubo quien usó el diálogo para el mal. El ‘primer filósofo’ y llamado ‘padre de mentira’ introdujo la duda para cuestionar el diseño divino ⁽⁰⁵⁾.   

En nuestros dos artículos anteriores ⁽⁰⁶⁾ veíamos cómo los valdenses eran perseguidos, torturados y asesinados por el clero del Oscurantismo dominante en lo religioso, político, económico y cultural; crímenes que dieron lugar al histórico - como demorado -  arrepentimiento del papado romano. 

Con este artículo concluiremos citando de los valdenses y su rica literatura pre Lutero enfocada en el diálogo con la gente al ir llevando el Evangelio, puerta a puerta.

Antigua Literatura Valdense

Las bibliotecas públicas de muchas de las grandes ciudades de Europa poseen preciosos  pergaminos manuscritos valdenses de gran antigüedad. Hay ejemplares manuscritos del Nuevo Testamento valdense en las bibliotecas de París, Múnich, Estrasburgo, Zúrich, Grenoble, Dublín, Cambridge y Ginebra. Los valdenses tradujeron las Sagradas Escrituras y también escribieron muchos libros y tratados ⁽⁰⁷⁾ de los cuales se conservan algunos hasta hoy. Tenían su propio dialecto ⁽⁰⁸⁾ que es semejante al italiano, francés y español. Ejemplo de sus escritos es: 

El Anticristo. Los valdenses tenían sobre este punto la misma idea que siglos más tarde fue creencia en todas las iglesias reformadas, i.e. que cuando el Nuevo Testamento habla del ‘anticristo’ no se refiere a un individuo sino a un sistema de maldad y de error manifestado en la Iglesia de Roma. Dice así, entre otras cosas: 

"El Anticristo es una falsedad o engaño barnizado con la apariencia de verdad, y de la  justicia de Cristo y de su esposa, pero en oposición al camino de verdad, justicia, fe, esperanza, caridad. No se trata de una persona en particular establecida en algún rango, oficio o ministerio, sino de un sistema de falsedad que se opone a la verdad, cubriéndose y adornándose con apariencia de hermosura y piedad, pero inconveniente a la iglesia de Cristo. 

El sistema de iniquidad así completado con sus ministros, grandes y chicos, sostenidos por los que son inducidos a seguirlo con corazón malo y ojos vendados es la congregación, que en conjunto compone lo que se llama anticristo o Babilonia, la cuarta bestia, la ramera, el hombre de pecado, el hijo de perdición ⁽⁰⁹⁾. Sus ministros son llamados falsos profetas, maestros mentirosos, ministros de tinieblas, el espíritu de error, la ramera apocalíptica, la madre de las fornicaciones, nubes sin agua, árboles sin hojas, dos veces muertos, desarraigados, estrellas erráticas, baalamitas y egipcios ⁽¹⁰⁾".

Se encubre entre los fieles para combatir “la salvación que Cristo hizo, y que es verdaderamente administrada en Su iglesia, y de cuya salvación los creyentes participan por medio de la fe, la esperanza y el amor”.

Se opone a la verdad por medio de la sabiduría de este mundo, la falsa religión, la santidad aparente, los poderes eclesiásticos, la tiranía secular, y las riquezas, honores, dignidades, placeres y comodidades de este mundo.

El anticristo “no podía existir sin que concurriesen estas cosas, formando un sistema de hipocresía y de falsedad, con los sabios de este mundo, las órdenes  religiosas, los fariseos, ministros y doctores; el poder secular, con la mezcla del pueblo mundano”. Concebido en los días de los apóstoles, “estaba por entonces en su infancia, imperfecto, no terminado, rudo, sin forma y mudo”.

No tenía originalmente ministros hipócritas y ordenanzas humanas suficientes, ni la exhibición exterior de órdenes religiosas; todo ello lo obtuvo más tarde al unirse al poder secular. Así lo describen:

“Como no tenía riquezas ni otros medios necesarios para atraer ministros a su servicio, y que le permitiesen multiplicar, defender y proteger sus adherentes, y también necesitaba poder secular para obligar a otros a dejar la verdad y abrazar la mentira. Pero al crecer sus miembros, esto es, sus ciegos y disimuladores ministros, y sujetos mundanos, llegó por fin a la edad madura, cuando hombres con los corazones ligados a este mundo, ciegos en fe, multiplicados en la iglesia, y por la unión de la iglesia y el estado, consiguió tener en sus manos el poder de ambos. Cristo nunca tuvo peor enemigo; tan capaz de pervertir el camino de la verdad en mentira, a tal punto que la verdadera iglesia y sus hijos fuesen hollados bajo sus pies.

El culto que pertenece sólo a Dios, el anticristo lo transfirió a sí mismo —a la criatura muerta, macho y hembra— imágenes, esqueletos y reliquias. El sacramento de la eucaristía está convertido en un objeto de adoración, y se prohíbe adorar sólo a Dios. Despoja al Señor de sus méritos, y la suficiencia de su gracia en la justificación, regeneración, remisión de pecados, santificación, establecida por la fe y alimento espiritual; atribuyéndose estas cosas a su propia autoridad, a forma de palabras, a sus obras, a la intercesión de santos, y al fuego del purgatorio.

Enseña a bautizar niños a la fe, y atribuye a esto la obra de la regeneración; confundiendo así la obra del Espíritu Santo con el rito externo del bautismo, y sobre esta base concede órdenes, y hace descansar todo su cristianismo.

Hace depender toda la religión y la santidad en ir a misa, y ha mezclado toda clase de  ceremonias, judías, paganas y cristianas; y así el pueblo está privado de alimentos espirituales, apartado de la verdadera religión y de los mandamientos de Dios, y confiado en vanas y presuntuosas esperanzas. Todas sus obras son hechas para ser vistas de los hombres y poder  engullir con insaciable avaricia, y por eso todas las cosas se ponen en venta.

Por lo que se ha dicho, podemos ver en qué consiste la perversidad y maldad del anticristo, y que Dios manda a su pueblo separarse de él, y unirse a la santa ciudad de Jerusalén. Y habiendo sido la voluntad de Dios que conociésemos estas cosas, por medio de sus siervos, creyendo que es su voluntad revelada, según las Sagradas Escrituras, y amonestados por los mandamientos del Señor, nosotros, interior y exteriormente, nos separamos del anticristo".

La Nobla Leyczon ⁽¹¹⁾. Este es otro de los notables escritos anteriores a Lutero. Consta de 479 versos. Es una exposición de las tres leyes dadas por Dios: la ley natural, la ley mosaica y la ley evangélica. Se presenta a los apóstoles de Cristo como modelos de abnegación y pobreza voluntaria. En sus días los que deseaban vivir piadosamente estaban constantemente expuestos a persecución, lo que se expresa en esta estrofa: 

"Que non vogli maudir in jurar, ni mentir, N'occir, ne avoutrar, ne prendre de altrui, Ne s'avengear deli suo ennemi, Loz Ksom gu'es Vaudes e los feson morir.” Traducido al castellano explica que cuando hay alguno "que no quiere maldecir, ni jurar, ni mentir, ni matar, ni adulterar, ni robar, ni vengarse de sus enemigos, dicen que es valdense y lo hacen morir".

Las primeras líneas de este notable poema se traducen así:

“Oh hermanos, escuchad una noble lección:

Debemos siempre vigilar y orar,

Pues vemos este mundo cerca de una conclusión;

Debemos esforzarnos por hacer buenas obras,

Viendo que el fin de este mundo se aproxima.

Ya hay mil y cien años plenamente cumplidos

Puesto que fue escrito así: Porque estamos en la última vez.

Debemos codiciar poco, porque estamos en el último extremo.

Vemos diariamente los signos que deben realizarse

En el aumento del mal y la disminución del bien.

Estos son los peligros que la Escritura menciona:

En los Evangelios y en los escritos de San Pablo,

Ningún hombre viviente puede saber el fin.

Por lo tanto, debemos temer más, porque no estamos seguros,

Si moriremos hoy o mañana.”

Entre otros notables escritos valdenses vale la pena mencionar los siguientes:

1. La Barca. Contiene 56 estrofas de 6 versos cada una, representando la vida del creyente bajo la figura de una barca navegando hacia el puerto celestial. Los viajeros llegan salvos solamente si toman a Jesucristo por piloto y confían en sus méritos. Es la misma idea que se expresa en el himno titulado La Nave Evangelista ⁽¹²⁾ que se canta aún en muchas iglesias evangélicas.

2. Le Novel Sermón. Consta de 408 versos divididos en 21 párrafos. Llama la atención sobre los caminos engañosos del mundo y expone la necesidad de servir a Cristo.

3. Le Novel Confort. Es una exhortación dirigida a los cristianos para que vivan una nueva vida opuesta a la corriente mundanal, y muestra al evangelio como único camino seguro de salvación. 

4. Lo Payre Etemal. Es una oración que reproduce frecuentemente pasajes de los Salmos. Está dividida en 156 versos que forman 52 estrofas.

5. Lo Despreczi del Mona. Son 115 versos sobre el deber del cristiano de vivir separado del sistema pecaminoso llamado ‘el mundo’, sin dejarse seducir por el amor a las cosas materiales.

6. L'Evangeli deli Quatre Semencz. Es un poema basado en la parábola del sembrador, escribiendo el fin que tuvo la simiente del evangelio.

Demos gracias a Dios por los fieles de la iglesia de Cristo perseguida en el pasado, tal como es perseguida hoy en tantos países del mundo, aún en los denominados ‘cristianos’.

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Notas

Ilustración: https://es.wikipedia.org/wiki/La_Nobla_Leyczon 

01.  Isaías 9:6b. “y se llamará su nombre…príncipe de paz”.

02.  Salmos 35:27; 85:8; Isaías 23:3; 27:5; 45:7; 53:5; 54:13; Jeremías 33:9; Daniel 10:19; Zacarías 8:16; Lucas 10:5,6; Juan 14:27; Hechos 10:36; Romanos 14:19; 1ª Corintios 7:15b; Filipenses 4:7; Colosenses 1:20; 3:15; Hebreos 12:14; 3ª Juan 1:15.

03.  Juan 8:31, 32, 36, 43.

04.  Génesis 1:27-30; 2:16,17; 3:8 -13,16-19.

05.  Ibíd. 3:1; comparar con Juan 8:44.

06.  http://protestantedigital.com/magacin/42978/Lutero_Padre_de_la_%E2%80%98iglesia_evangelica%E2%80%99

http://protestantedigital.com/magacin/43014/Por_que_hay_catolicos_romanos_que_no_imitan_a_Francisco_I

07.  El Padre Nuestro; Los Diez Mandamientos; Los Siete Dones del Espíritu Santo; El Purgatorio y la Penitencia; El Anticristo; Las Virtudes; Las Penas y los Goces del Paraíso; La Invocación de los Santos, etc. ‘La Marcha del Cristianismo’, por J. C. Varetto, páginas 271 a 27. Este autor recomienda leer más sobre este tema entrando en:

http://www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=enc_valdenses#quince

08.  El antiguo occitano.

09.  Todos estos nombres están en las Escrituras que, evidentemente, conocían al dedillo estos valientes cristianos.

10.  Ídem 09. Usar este lenguaje 100% bíblico en los siglos del Oscurantismo era, lisa y llanamente, denunciar la flagrante corrupción de la Iglesia del Sacro Imperio Romano Germánico.

11.  Primeras 15 líneas. Traducción al español a partir de la versión inglesa: ‘La Noble Lección’. La versión original en antiguo occitano es esta: 

“O frayre, entendé ma nobla leyczon:

Sovent devén velhar e istar en oracion,

Car nos veén aquest mont esser pres del chavon;

Mot curiós deoriàn ésser de bonas obras far,

Car nos veén aquest mont de la fin apropiar.

Ben ha mil & cent ancz complí entierament,

Que fo scripta l'ora, car sen al derier temp.

Poc deoriàn cubitar, car sen al remanent.

Tot jorn veén las ensegnas venir a compliment,

En acreysament de mal e en amermament de ben.

Ayczó son li perilh que l'escriptura di:

L'avangeli ho recoynta, e sant Paul atresí,

Que neún home que viva, non po saber la fin.

Enperczó devén mays temer, car nos non sen certan,

Si la mort nos penré enchoy o deman.”

12.   Puede escucharse una bella versión de coros unidos en: https://www.youtube.com/watch?v=m9UJKUibo4w

Importante: tanto las notas como los énfasis son responsabilidad de este autor.