El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Jesús llama al rey Herodes “zorra”. La zorra es símbolo de astucia. El ideal no se deja engañar por nadie. Jesús indica que su vida tiene un plan definido y no está dispuesto a detenerse.
Todos los grandes maestros de la literatura universal han escrito millones de palabras para ilustrarnos sobre la estrecha relación que existe entre el amor y la muerte.
El gran comunicador de la España protestante contemporánea, pionero de la radio evangélica, acoge a Global.Radio; radio online creada por una plataforma de las principales radios españolas evangélicas.
Moisés estaba sostenido por su ideal en lo que parecía imposible. La epístola a los Hebreos resume su epopeya en estas palabras: “Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible” (Hebreos 11:27). ¿Cómo puede verse lo invisible?
Una máxima árabe dice: “demuestra a tu padre cuánto lo amas, no esperes a que muera”. Así fue el amor de Eneas hacia el padre que lo engendró.
El idealista ha de ser fiel a su ideal hasta las últimas consecuencias del tiempo. Éste es, también, el consejo de la Escritura: “Se fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2:10).
Confundir amor con sexo es una de las grandes tragedias que está padeciendo este siglo XXI.
El ideal rompe las barreras del miedo y de la duda y se mantiene firme a pesar de las dificultades que se le opongan. Así lo concibe Don Quijote.
Oscura en su misteriosa grandeza, la figura de Prometeo ha sido admirada a través de los siglos y ha inspirado a músicos, dramaturgos y poetas tales como Dante, Milton, Byron, Goethe y otros muchos.
El ideal, para que tenga fuerza de Dios, para que sea agente transformador de corazones y regenerador de conciencias, ha de contar con la estrella, con la gloria.
Penélope ha quedado en la historia y en el arte como heroína de una sociedad ideal, representante femenina de la astucia, la lealtad y la tenacidad.
La transformación interior es condición indispensable para que el ideal arraigue. Dios se transforma en niño para dar ejemplo de humildad al hombre. Y le dice que si él, a su vez, rehuye volverse niño, no entrará en el reino de los cielos.
¿Puede amarse a más de una mujer? ¿Puede partirse el corazón en tantos pedacitos? Deseo no es amor. Sexo no es amor. Aventura de cama no es amor.
Dale Wasserman creó el musical "El hombre de la Mancha" para pagar tributo a Cervantes.
Desde aquellos lejanos tiempos mitológicos hasta el día de hoy, generaciones de lectores han quedado magnetizados con la historia de un hombre que por amor estuvo dispuesto a descender a los infiernos.
El mito de Isis y Osiris es el más elaborado e influyente en la mitología del Antiguo Egipto. Cuenta una historia de asesinato, amor, abnegación femenina y reconstrucción de la carne.
Es el libro que en el “siglo 17 fue saludado con una carcajada, en el 18 con una sonrisa y en el 19 con una lágrima”.
El poeta y filósofo alemán Goethe decía que en el pecho del idealista conviven dos personas. Una que quiere aferrarse tenazmente al mundo de la realidad y de la materia. Otra que se eleva poderosamente desde el polvo para remontarse a las regiones de los sentimientos más excelsos.
La pareja que llega a ser dos en una carne tiene un solo y mismo concepto de Dios, profesa una misma fe y sus prácticas espirituales son idénticas
Aún cuando en gran parte es un libro de autorreferencia, o precisamente por serlo, la lectura de sus 455 páginas constituye una obra memorable. En ella hay ingenio, inteligencia, humor, drama y una poderosa memoria.
La pareja ideal está enlazada por un triple lazo: Mentes unidas, cuerpos hermanados, almas fusionadas en un mismo sentir.
Menos conocido que su trabajo en la fotografía profesional es que Manolo fue un cristiano auténtico. Vivió la espiritualidad cristiana hacia adentro, en el meollo del alma, que diría Unamuno.
Dos personas que se sientan unidas por el amor vivirán en un lugar de más santidad que el interior de cualquier templo religioso.
Quiñones escribe cuatro luminosos capítulos sobre las principales fiestas de Jehová, ligadas todas ellas a la persona del futuro Mesías: la pascua, los panes sin levadura, la expiación, el Tabernáculo.
El amor puede acabar cuando las grietas del tiempo van abriendo también grietas en el alma. Cuando carece de inspiración divina y se reduce a las mismas condiciones que la materia perecedera
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.