El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
En medio de la prueba la Iglesia sigue caminando en victoria.
El nombre de Jesús y el poder de su sangre son suficientemente poderosos para romper e inutilizar cualquier ataque o influencia de Satanás.
Jesús aparece en esta tierra lleno de gracia. Su gran amor redentor se observa en el hecho de que es él quien toma la iniciativa para liberar al hombre y darle seguidamente vida eterna.
Algunos seguimos rogando a Dios por Bob, para que encuentre la paz que todavía no ha encontrado.
Si caminas bordeando los abismos de tu propio interior, de tu persona, ¡felicidades!, ¡estás vivo!, y vivir es saber que hay un mañana.
Hay que pensar en lo más profundo de la vida y el destino, como decía Unamuno, quien quería que sus compatriotas abandonaran la fe del carbonero y que había que trastornarles esa paz de cementerio en que han pasado la vida.
Sentado en medio del jardín, en una silla tambaleante a la deriva de un mar de hierba medio devorada por plantas trepadoras... le espero (Dios nunca llega tarde, soy yo el que ha llegado pronto). Seguro que hoy me va a enseñar algo.
No merece la pena militar bajo banderas sobre las cuales planea la sombra de la derrota; por eso es vital no equivocarse de enseña.
Nos conmovemos al ver tu fuerza de voluntad, al comprobar tu fe y tu testimonio.
Dejamos de vivir en plenitud cuando quitamos nuestros ojos de la meta, y los obstáculos nos parecen más importantes que nuestros objetivos.
Mi único propósito es remontar las corrientes y volver al lugar del que provengo, quiero llegar allí con la satisfacción del deber cumplido.
Todo aquello por lo que hemos pasado nos sirve para consolar y animar a los que sufren situaciones parecidas.
Nunca nos debe preocupar lo que nuestros enemigos digan, sean quienes sean, no importan sus nombres.
¿Sabemos nosotros la importancia de la obra que Dios pone en nuestras manos? ¿Sabemos decir "no" a las citas trampa?
Nuestros hijos, nietos y nuevas generaciones se van a encontrar un mundo cada vez más deshumanizado.
El desaliento suele ser nuestro mayor enemigo, todos lo hemos sentido docenas de veces en nuestra vida. No merece la pena caer en el desánimo.
Más vale vivir sin envidia y trabajar sin vanidad para no caer en el reino de los mediocres.
Después de buscar y luchar toda su vida, Eliot finalmente se rinde a la “paz que sobrepasa todo entendimiento”. En 1926 se convierte al cristianismo.
¿Podemos servir a Jesús sin cicatrices ni heridas? Si Él las tiene, y es nuestro maestro, ¿cómo no vamos a tenerlas nosotros?
Nada hay más importante que descansar en la gracia de Dios cuando llega el invierno.
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