El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La Biblia añade que el agradecimiento consiste en un sentimiento en el fondo del corazón, una expresión de reconocimiento y un obsequio de compensación.
Podemos y debemos elegir entre la cultura del agradecimiento o la de la queja.
Reconocemos que la fuente de la bondad en nuestras vidas se encuentra, al menos en parte, fuera de nosotros mismos: otras personas, la naturaleza y, en última instancia, Dios.
Cervantes define el agradecimiento como el “acto por el que expresamos el sentimiento que nos mueve a estimar los beneficios recibidos y corresponder a ellos de alguna manera”.
Hoy es el día perfecto para comprender que necesitamos descansar físicamente y espiritualmente ¡Y solo Dios puede ayudarnos a hacer ambas cosas!
Nuestra vida sería diferente si aprendiéramos a amar sin esperar nada a cambio, si supiéramos trabajar y ayudar a los demás.
Ese maravilloso Dios que cada día de mi vida empaca mi paracaídas, no me fallará jamás.
Siempre recuerdo los buenos momentos de mi andadura personal y los momentos felices que me impulsaron hacia adelante, y ahí descubro la nostalgia de las buenas experiencias.
Hemos adiestrado nuestra mente convenciéndola de que lo mejor es recibir y nos hemos acostumbrado a ese sentimiento. Exigir de los otros.
Queremos buenas noticias porque eso nos anima y nos aleja de nuestras inquietudes, porque nos da esperanza de que las cosas pueden cambiar.
Dios nos enseña que debemos ser agradecidos. Es más, nos dice que nuestra vida debe “rebosar gratitud”.
Hay países mucho mejores que Líbano para vivir, pero la pregunta no es: “¿Dónde estoy viviendo?”. Más bien; “¿A quién adoro y a quién me someto en el lugar en el que vivo?”.
Hasta que a Ana le llegó la alegría de ser madre, había llorado mucho su tristeza. Tras el llanto de un corazón enlutado, renació la alegría y el saber proclamar las bondades del Señor.
¿Cómo puedo silenciar mi agradecimiento? No debo acallar mi agradecimiento, no debo silenciar mi voz, quiero que esta fluya con denuedo.
Dios es Dios de las oportunidades, no sólo en Navidad, sino cada día de nuestra vida, una vez y para siempre.
Dios nos regala mucho más de lo que imaginamos, pero nosotros siempre estamos anhelando aquello que nos deslumbra.
El tradicional Día de Acción de Gracias se celebra este jueves. Según un estudio de Lifeway, “en un año difícil, los estadounidenses aún expresan mucho agradecimiento”.
Ahora va y se sienta a mi lado un marginado… tiene toda la pinta de un pirata venido a menos,
¿Cuál es el resultado de vivir un confinamiento activo y centrado en Dios? Que Dios derramará su paz en nuestra mente y corazón.
Puede soplar sobre mi el viento más extremo, pero el Dios de mi vida será para mi lo que yo necesite.
La disposición de acogida en el espíritu del Evangelio se está viendo menoscabada en Estados Unidos.
Cuando recibimos los alimentos como un regalo de Dios, la respuesta primaria propia de los humanos es la gratitud, la cual lleva al gozo.
Sé demasiado bien lo que creo, y tengo demasiado a buen recaudo “mi fiel tesoro”, como para denigrar a nadie ¡a absolutamente nadie!
Habéis hecho la elección más difícil de hacer en estos casos: fiaros de Dios y dar gracias en medio de toda esta tormenta terrible que estáis viviendo.
Gracias porque estamos dentro de Tus planes. Porque la luz llegó a nuestros ojos. Por saber para qué nacimos, que no hay casualidades.
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