El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El mensaje cristiano no solo es que hay vida después de la muerte, sino que nos espera la resurrección y el juicio: por eso, sigue siendo un mensaje incómodo.
Y llegó, porque todo llega, el final de la carrera, la llegada a la meta, donde no importó quien llegara primero, sino que todos la alcanzaran.
¿Un final natural, comprensible, o un final paradójico?
Todos tenemos planes para seguir viviendo muchos años más aquí en la tierra, pero los soberanos designios de Dios nos pueden tomar por sorpresa.
Lo realmente importante es saber en qué lado del tribunal estaremos cuando se proceda al justo juicio de Dios sobre todos y cada uno de nosotros, sin excepción.
¿Quién no se ha preguntado sobre la necesidad de que se haga justicia en este mundo? En este capítulo se nos cuenta cómo llegará al mundo la justicia universal por medio de Jesús.
Nos disponemos a “aprovechar bien el tiempo, porque los días son declaradamente malos”.
Dios tiene la última palabra de la historia y en su perfecta justicia sentenciará a cada ser humano conforme a sus propias decisiones.
El aniquilacionismo afirma que, según la Biblia, los malos desaparecerán para siempre tras un juicio y retribución después de la muerte.
El universalismo no es una corriente esnobista o un producto de la teología liberal tal y como muchos piensan. Estuvo muy extendido entre los primeros cristianos hasta la imposición del Infierno como dogma indiscutible.
La autenticidad de nuestra fe se demuestra precisamente en nuestras obras, no en nuestras palabras.
Quiero resumir en 10 puntos algunas cosas que cualquier creyente debería saber sobre este tema.
Este acontecimiento tiene una base moral que habrá de revelar la justicia, y se resiste a explicaciones noticiosas y a localismos.
El verdadero valor de las cosas se mide no por lo que vemos ahora, sino por lo que está anunciado que va a suceder.
Si no hubiese un más allá, y un tribunal que realmente aplique justicia, entonces el Epulón se lleva la mejor parte, el perverso termina siendo el más encomiado; y los comparecientes en sus exequias terminan diciendo “en el fondo no era tan malo”.
Que está delante de la puerta significa que entiende la causa que tiene entre manos. Entender en el lenguaje jurídico quiere decir que tiene competencia para abordar la causa que va a tratar.
La doctrina del Juicio Final es eminentemente bíblica y se encuentra representada con fuerza tanto en el Viejo como en el Nuevo Testamento.
Lo realmente importante es saber en qué lado del tribunal estaremos cuando se proceda al justo juicio de Dios.
Falleció a los 88 años. Su historia personal, entregándolo todo para llevar el evangelio a la selva ecuatoriana, ha inspirado a millones de cristianos en el mundo.
“La probabilidad de una catástrofe global es muy alta” por el avance de la amenaza nuclear y el cambio climático según los expertos (17 premios Nobel entre ellos).
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