El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La fidelidad de Dios es algo que todos hemos experimentado en alguna medida. Por eso podemos hablar de ella tanto en relación con nosotros mismos como en relación con otros.
“Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida”: el mensaje más necesario para la Iglesia hoy.
Cada vez nos sorprende más el hecho de pasar toda la vida junto a la misma persona cuando se habla del matrimonio. La sorpresa, sin embargo, no puede ocultar nuestros anhelos.
Cumplir nuestros compromisos en lo poco y en lo mucho es una marca fundamental del líder empresarial cristiano.
Tal ‘primer amor’ no es el mero sentimiento humano que genera historias románticas, poemas, novelas; y que, a menudo, termina en profundos dolores, separaciones, malos tratos y hasta crímenes y suicidios.
Conforme va pasando el tiempo, disfrutamos más de la lealtad de Dios, y esa misma lealtad se convierte en una de nuestras características.
Tirando del hilo de Piqué y Shakira.
El lugar donde el Señor se apareció a Abraham, no eran probablemente encinas o robles sino terebintos.
Dios tiene reservada para nosotros una hermosa Canaán celestial, pero también tiene previstas unas metas que alcanzar en nuestro peregrinaje terrenal.
A Cuba he dedicado 40 años de mi vida, predicando y animando a iglesias en toda la isla.
Necesito tu abrazo diario, tus amaneceres brillantes y los ocasos dulces. La vida sin ti se torna oscura, el color se desvanece y la apatía lasciva se levanta con altivez.
A veces estamos tan inmersos en nuestras actividades y en nuestra vida religiosa que no nos damos cuenta de qué tipo de personas podemos llegar a ser.
José había aceptado que podía finalizar su vida en una prisión egipcia. Abraham se había mentalizado que podía perder a su hijo por orden de Dios
Las heridas pueden ser una bendición. Todo depende de nuestra reacción a las circunstancias y no sólo la manera de enfrentarlas, sino también cómo las curamos.
Segunda parte, y ampliación, de la reflexión sobre Jeremías 31:3, «Te sigo con fidelidad». Apoyándonos en el cine de Gus Van Sant y Francis Ford Coppola, cambiamos de punto de vista (ahora a ras de suelo) y seguimos indagando en la imprevisible forma que Dios tiene de observarnos.
Nos ofendemos con lo que ofende a Dios en esta era “tolerante” nuestra. Pero creo honestamente que no estamos acertando con las formas.
La amistad no tiene precio. ¿O sí?
Urías era el único extranjero del grupo de valientes de David, y sin embargo mostró un honor y una fidelidad inigualables.
Que nuestro compromiso con el proyecto de Jesús, plasmado en sus parábolas, sirva para contrarrestar los valores de un mundo sin tu justicia.
José de Arimatea mostró su valor y fidelidad a Jesús en un entorno de abandono.
Cuando estamos rodeados de todo lo bueno, es difícil poder comprender a aquellos que sufren o nos necesitan, es demasiado difícil.
Un hombre que desde muy chiquito fue llamado por su Dios, un Dios al que sirvió fielmente.
El amor de Dios se muestra a través de nuestra renuncia.
Nuestras casas minimalistas en todos los sentidos, casi no tienen lugar para un precioso hospedaje, comunión fraternal y demás.
― Hay algo que de verdad nos preocupa… y es su eternidad.
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