El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
“Necesitamos arrepentirnos por lo que hemos hecho, primero ante Dios y luego ante el pueblo de Ucrania”, escriben los pastores en una carta abierta.
Andrey Tyschchenko es el pastor de una iglesia evangélica en Járkov, una de las ciudades más castigadas por el ataque de Rusia. Ahora se encuentra refugiado en Polonia con su familia.
La guerra en Ucrania lleva a millones de personas a huir hacia los países vecinos. Conversamos con Francisca Capa, presidenta de Alianza Solidaria, sobre los retos humanitarios que se presentan ante una situación tan extrema.
Organizaciones, iglesias y entidades desde España comienzan a enviar ayuda de primera necesidad a Ucrania y a los países de acogida.
En Rusia, los cristianos evangélicos piden a Vladimir Putin que busque una negociación para “encontrar una solución pacífica”.
Tanya Pinchuk, una periodista evangélica que vive en Kiev, nos cuenta cómo están viviendo la invasión. La mayor ayuda que pueden recibir, dice, es “orar” y “no guardar silencio” sobre lo que están sufriendo.
Si bien las sanciones apuntan a afectar el bienestar material de Putin, apenas afectan el “fervor espiritual” que impulsa su ambición por la cual parece dispuesto a sacrificar las vidas de sus vecinos rusos y ucranianos.
El desarme es uno de los mayores imperativos éticos en el mundo hoy, frente a la muerte de niños, mujeres y ancianos desvalidos e inocentes.
Mientras el ejército ruso alcanza la capital del país, Kiev, unos 100.000 ucranianos han huido de sus casas, según las primeras estimaciones de ACNUR. De ellos, miles han cruzado la frontera nacional.
Dijo Martin Luther King: “Una guerra mundial solo dejaría un rescoldo bajo la ceniza, testimonio mudo de una especie humana cuyo desvarío le llevó a una muerte prematura”.
Los evangélicos reaccionan a la invasión rusa preparando sus iglesias para brindar ayuda, llamando a la paz y a orar con intensidad.
Nuestra idea de poder es algo visceral. Está ligada a una cosmovisión en la que la huella del pecado es ineludible.
“La invasión es injustificada”, expresa la entidad evangélica en una declaración en la que hacen un llamamiento “a orar por quienes sufren” y por “quienes tienen el poder de detener la guerra y una paz duradera”. FEREDE anima a los cristianos a no dejar de orar “para que las acciones militares se detengan de inmediato”.
El reconocimiento de Putin de la independencia de Lugansk y Donetsk abre un nuevo capítulo en el enfrentamiento.
Mientras la tensión se mantiene en la zona, un pastor de Járkov asegura que siguen “creyendo que Dios los mantendrá a salvo y se evitará una invasión”.
Para forjar en el mundo una cultura de paz, es necesario emparentarla con la búsqueda de la justicia. Podríamos afirmar que no hay paz sin justicia.
Una tensión religiosa de larga duración, que se remonta a muchos siglos atrás, en gran parte perdida en la mente secularista occidental, ha contribuido significativamente al aumento de la tensión actual por parte de Rusia.
Nos centramos en dos temas de actualidad de esta semana.
La presión internacional se suma a los movimientos de Moscú y Kiev para aumentar las posibilidades de un enfrentamiento bélico. Los evangélicos se enfocan en una resolución pacífica y reclaman mediación.
La guerra no declarada entre Rusia y Ucrania ha tenido desde sus inicios una dimensión también religiosa.
Desde la Alianza Evangélica de Rusia piden que se restauren las “relaciones de amistad entre la población”, y en Ucrania las iglesias han llamado “a orar y ayunar por la paz en nuestro territorio”.
Cisma en la Iglesia Ortodoxa: con el apoyo del patriarcado ecuménico de Constantinopla, la Iglesia Ortodoxa Ucraniana sella su autonomía de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
130 delegados de diferentes partes del país reflexionaron sobre el papel de los cristianos. Se ha publicado un manual de asesoramiento a las víctimas de la violencia.
Tras el conflicto con Rusia muchos piden celebrar el 25 de diciembre, como en el resto de Europa, además de la fecha tradicional en la iglesia ortodoxa, el 7 de enero.
Los cristianos protestantes son perseguidos en Donetsk (Ucrania) por los separatistas pro-rusos que controlan la zona: "Sólo apoyamos la Iglesia Ortodoxa, Uds. no deben estar aquí".
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.