El tweet de Dios sobre el envoltorio y el contenido de la mentira

En aquella numerosa familia real abundaban las intrigas, porque además de la competencia que mueve a los que viven cerca de las esferas del poder, también se daba la rivalidad entre quienes eran hijos del mismo padre, pero no de la misma madre. El rey ya iba avanzando en años y algunos de sus vástagos no veían cuándo llegaría el tiempo en que el trono pasara a otras manos. El ímpetu y la ambición juvenil no se hicieron esperar, de modo que uno de ellos se lanzó a la empresa de hacerse con el poder a toda costa. Él era el tercero en la sucesión al trono, por lo que sus aspiraciones se veían impedidas por la existencia de dos hermanastros mayores que él.

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Pero el grave delito de violación que cometió el primogénito, le puso en bandeja la oportunidad de quitarlo de en medio, cosa que hizo engañándolo al invitarlo a un banquete, ocasión en la que ordenó darle muerte. De esa manera mató dos pájaros de un tiro, al consumar su venganza por la violación de su hermana y eliminar al principal oponente en su camino al poder. Luego estaba el segundo en la línea de sucesión, pero por los datos que nos han llegado no había nada que hiciera sospechar que pudiera ser pretendiente, ya fuera porque había muerto prematuramente o por otra razón desconocida.

Lo cierto es que el camino había quedado allanado, siendo el rey, su padre, el único obstáculo que quedaba. Y de esta manera fue como urdió el plan de irse ganando las simpatías de los que tenían pleitos y causas pendientes, es decir, de los que tenían problemas que resolver, al asegurarles que no encontrarían solución en el tribunal del rey. En cambio, si él estuviera en el trono, qué pronto tendrían una justa respuesta sus justas reclamaciones. Sus efusivos gestos de afinidad hacia la gente no pasaban desapercibidos, porque ¿quién no es sensible hacia quien nos muestra simpatía y agrado?

Cuando ya calculó que su estrategia estaba madura, le pidió permiso a su padre para ir a una ciudad principal, porque, dijo, había hecho un voto a Dios. En realidad se trataba de un engaño para conseguir dar el ansiado golpe, porque una vez allí dio a conocer sus verdaderos planes, uniéndosele en la intentona gente importante y numeroso  pueblo.

La mentira, que había sido su arma, estaba dando sus frutos apetecibles, tanto como para conseguir lo que había ansiado siempre, que era llegar a ser rey. Su padre tuvo que huir a toda prisa, para salvar, al menos, su vida, ya que el trono estaba perdido. Pero mientras el padre estuviera con vida, siempre sería un peligro, de manera que había que acabar con él a toda costa.

El nuevo rey llamó a sus consejeros, uno de los cuales le recomendó que ahora que su padre estaba en debilidad extrema, saliera inmediatamente en su busca y acabara con él. Era un atinado consejo. Pero el nuevo rey quiso escuchar a otro consejero, el cual le indicó que era mejor reunir a todo su ejército y marchar contra su padre. El primer plan le pareció arriesgado, mas el segundo le pareció más seguro, porque ¿qué podría hacer un grupo de fugitivos contra un imponente ejército? Pero mientras se hacían los preparativos para disponer el enfrentamiento, el padre tuvo tiempo de organizar a su hueste y planificar la batalla, que acabó con la derrota y muerte del nuevo rey, su hijo. Así fue como aquel hombre que había hecho de la mentira su método, hasta el punto de querer suprimir a su propio padre, acabó de la peor manera.

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Hay un tweet de Dios que dice lo siguiente: ‘Sabroso es al hombre el pan de mentira; pero después su boca será llena de cascajo.’ (Proverbios 20:17). Alimentarse de la mentira, dice el texto, es sabroso, dulce. Y efectivamente, el que una vez echa mano de ella y ve que consigue resultados, continuará, indefectiblemente, volviendo a recurrir a su ayuda, dada la facilidad que comporta, pues todo son ventajas y beneficios inmediatos, algo que la verdad no proporciona. Engañado de esa manera, el que se habitúa a la mentira ya no puede vivir sin ella, del mismo modo que el adicto no puede vivir sin su adicción.

Pero la segunda parte del pasaje presenta el resultado de la mentira, no a corto sino a largo plazo. Y lo que en principio resultó ser delicioso, acaba siendo cascajo. El cascajo se refiere a lo que es incomible, porque es duro en extremo, capaz de romper los dientes y, por supuesto, indigerible. ¡Qué imagen más ilustrativa, la de una boca llena de objetos duros imposibles de roer y masticar! Es como si la mentira, rodeada de una envoltura sabrosa, descubriera lo que en su interior tiene, una vez que se ha derretido en la boca lo que era agradable. El dulce baño exterior sólo era una fina capa que cubría la incomestible realidad. Todo un solemne aviso.