Cuando un automóvil tiene muy poco combustible en el tanque, decimos que echa humo.

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Se mueve hacia adelante, pero las señales de advertencia indican que el vehículo está en problemas. No llegará muy lejos a menos que algo cambie. Y el algo es simple, necesita combustible.

Lo mismo sucede con los cristianos también. Dan la impresión de mantenerse espirituales, comprometiéndose con la iglesia, etc. Pero hay señales de advertencia, y no llegarán muy lejos a menos que algo cambie.

Nuevamente, ese ‘algo’ que necesita cambiar es relativamente simple; necesitan combustible. Simplemente estar rodeado de cristianos y usar un lenguaje cristiano no es suficiente. Sin una relación personal vital con Cristo, el cristianismo está echando humo.

Señales de advertencia

En un coche tienes luces de advertencia en el salpicadero que te alertan de un problema antes de que se convierta en un incidente. Si avanza lo suficiente, el motor comenzará a chisporrotear y a hacer ruidos inusuales.

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¿Cuáles son las señales de advertencia cuando el cristianismo de un cristiano está echando humo?

- Pérdida de gozo: hay muchas razones para la pérdida de gozo, así que no asumas que el tanque espiritual siempre está vacío cuando la alegría se desvanece. Sin embargo, cualquier luz de advertencia es motivo para investigar. De hecho, cuando al tanque de alguien le falta el combustible necesario, el deleite en las cosas de Dios y la vida de la iglesia solo vendrá a trompicones. El ejemplo bíblico clásico es Marta, en Lucas 10:38-42. Ella estaba haciendo lo correcto, pero el gozo se había ido.

- ‘Combustibles alternativos’: ¿El trabajo o un pasatiempo se están volviendo de repente más importantes? ¿Estás comenzando a encontrar motivación y propósito en algo que no sea Cristo de una manera que no era cierta antes en tu viaje cristiano? Los combustibles alternativos son atractivos porque alguien que lucha verá la alternativa como más accesible y las metas más alcanzables.

- Culpar a la iglesia: es muy raro escuchar a alguien alejarse de la vida de la iglesia y ser honesto: “Oh, me mantengo alejado porque no estoy alimentando mi alma, por lo que me siento incómodo al estar con otros cristianos en este momento”. Es mucho más fácil hablar de cómo la iglesia no satisface sus necesidades, y no encajan, los programas son inútiles, a otras personas no les gustan, etc. No todas las personas que critican a la iglesia están en un mal momento personalmente, pero muchas sí.

- ‘Cortes de papel’ verbales: a veces no son las explosiones violentas las que duelen, sino los ‘cortes de papel’ sutiles. Alguien en un lugar bajo espiritualmente a menudo hará ‘pequeños cortes de papel’ con sus palabras. Pequeños chismes. Pequeñas críticas. Pequeñas murmuraciones. Tal vez nada lo suficientemente significativo como para confrontarlo o desafiarlo, pero lo suficiente como para dejarte sentir el escozor de una herida abierta cuando se alejan.

- Arrebatos emocionales: a veces, las cosas emergen en explosiones con toda su fuerza. Y, como un animal acorralado, alguien que se siente espiritualmente vacío puede arremeter y atacar en lugar de admitir su necesidad y abrirse a la ayuda de los demás.

Medidas de emergencia

¿Qué haces cuando alguien se está quedando sin gasolina y está a punto de pararse?

- Repostar: para ser franco, esas personas necesitan estar en la Palabra de Dios y permitir que Él los ministre. Pero pueden tener dificultades para alimentarse si han dejado que el nivel de su depósito baje demasiado. Tal vez un amigo pueda ayudarlos a entrar en la Palabra y comenzar de nuevo a un patrón saludable.

- Reconocer la emergencia: ¿Con qué frecuencia persistimos orgullosamente en nuestro camino, ignorando todas las señales de advertencia? Muchos automovilistas varados pensaron que podían avanzar un poco más antes de pararse a repostar. Parte de resolver el problema será admitir humildemente el problema. Mientras el orgullo siga suscitando excusas y explicaciones, el tapón de combustible permanecerá en su sitio. Deben reconocer humildemente cómo se han dejado ir a la deriva, cómo han sentido con arrogancia que no necesitaban estar en la Palabra personalmente, o cómo otro pecado ha construido un bloqueo entre ellos y Dios. Ya sea que se trate de un esqueleto gigante en el armario o del pecado “respetable” del orgullo personal, la confesión será como una puerta de ayuda para el creyente que lucha.

- Busca ayuda: estas personas están en el orden inverso. Necesitamos ser alimentados nuevamente, pero a menudo eso no sucederá hasta que se reconozca la naturaleza del problema, y a menudo eso es difícil de lograr sin primero pedir ayuda a otra persona. Si ves las señales de advertencia en un amigo, anímalo a enfrentar la realidad de su situación. Si está desesperado, puedes indicarle esta publicación y preguntarle si le interesa, porque le preocupa. Si ves señales de advertencia en ti mismo, busca a un amigo de inmediato. Tendemos a pensar que un esfuerzo renovado en mis momentos de tranquilidad, o tal vez alguna alternativa, solucionará el problema. Un dedo de gasolina no te llevará demasiado lejos. Llama a un amigo y revísalo con alguien.

Peter Mead es mentor en Cor Deo y autor de varios libros. Este artículo apareció por primera vez en su blog Biblical Preaching.