Al raso, como los pastores de Belén, helados en medio de la fría noche. Es posible que, también, en la noche navideña nazcan niños en los campos de refugiados.
Sí, al raso, al aire libre y sin ningún tipo de techo ni resguardo. Velando la noche y guardando sus vigilias sobre los rebaños. Así se nos narra la primera Navidad. Me recuerda la actual Navidad para muchos de los migrantes del mundo y, especialmente, para los refugiados. Muchos viven al raso, como los pastores de Belén, pero en una situación de mayor sufrimiento.
Refugiados que huyen, muchos de ellos en medio de la noche, sin techo y sin ningún tipo de cobertura familiar. Algunos huyen junto a sus familias. Éstos, quizás, podrán tener algunas ventajas en estos días navideños. Sin embargo, muchos de ellos, entre los cuales puede haber niños de todas las edades, pasarán los días navideños al raso, a la intemperie, como los pastores de Belén, pero en la niñez, pasando frío. Sí, muchos de ellos sin tener siquiera la cobertura de una tienda de trapo.
Al raso, como los pastores de Belén. ¡Qué triste! Muchos de estos migrantes, de estos refugiados huyentes, tienen ya miembros de la familia en ciudades de Europa y del mundo después de todo su periplo sufriente. Han cruzado fronteras, mares, terrenos enfangados con el riesgo de enfermedades y dolores varios, pero para ellos la Navidad no va a ser un tempo de reencuentro. Se han aventurado a un viaje largo y lleno de dificultades huyendo de las guerras, de las violencias, del fantasma de la muerte que llevan pegados a sus talones. ¿Pasarán su Navidad al raso, en el frío y húmedo suelo?
Ni siquiera podrán vivir la nostalgia o la envidia viendo escaparates de lujo alumbrados por luces de colores. Para ellos existirá solamente la luz del sol por el día y la de la luna por la noche que les reflejará la nostalgia del imposible reencuentro.
¿Habrá muchos cristianos entre ellos? ¿Vivirá alguno de ellos el sentido de la auténtica Navidad en sus corazones? El ruido y el jolgorio de las fiestas de invierno, de la navidad pagana no llegarán hasta ellos. Vivirán al raso, al raso como los pastores de Belén pero con un mayor sufrimiento.
Niños refugiados huyentes que recorréis el mundo en busca de un tiempo mejor. Espero que os llegue algún juguete, algún dulce navideño… aunque quizás no experimentéis la celebración de la Navidad.
Decimos y cantamos que la Nochebuena o la Navidad son noches de paz. ¿Consistirá, quizás, para los refugiados el que esas noches no sean controlados, frenados o violentados por las fuerzas policiales en las fronteras o en los campos de refugio? ¿Podrá consistir la paz para ellos en que alguien les dé algo de acogida y los proteja en una concordia solidaria?
Al raso, como los pastores de Belén, helados en medio de la fría noche. Es posible que, también, en la noche navideña nazcan niños en los campos de refugiados, en los caminos embarrados con sus madres en plena marcha, cansadas, mal alimentadas, con el estrés que la huida produce. Nacerán en medio de una Navidad rodeados de personas de diferentes culturas que están experimentando una falta de amor humano, de solidaridad. Muéstrales tú tu amor, Señor. La verdad es que es muy difícil que experimenten la auténtica paz mundana, ya que ésta sólo se da acompañada de la justicia. Señor, dales tú tu paz.
Señor, tú entiendes lo que es estar al raso como los pastores de Belén, pero en medio del frío y, quizás, mal alimentados. Tú, Señor, naciste sin lugar para ti en el mesón y muy pronto fuiste un niño refugiado que tuvo que huir en brazos de su madre y en medio de la noche a Egipto. ¿Cómo no vas a entender y amar a estos niños en busca de refugio? ¿Cómo no vas a entender a su madre, a su padre, a sus familiares en medio de un cielo raso en donde no pueden encontrar ni techo ni cobijo?
Al raso, como los pastores de Belén. Mosaicos de pueblos y razas que estarán huyendo la noche navideña encontrando incluso a personas que no quieren ni siquiera pensar en su acogida. Dios quiera que lleguéis a alguna de las grandes ciudades de Europa, de Alemania, de Francia, de España, ciudades en donde se mueve el mundo entero. Ojalá que también se mueva la solidaridad humana de los habitantes de estas ciudades refugio. Deberíamos saber dar un mensaje de amor, de acogida, de brazos abiertos pensando en ese niño del que celebraremos su nacimiento en estas fechas navideñas: Jesús.
Navidad con nostalgia, Navidad con lágrimas para muchos… y nosotros en medio de sociedades de consumo con mucho más de lo que nos vamos a poder comer. ¿Nos surgirán sentimientos de solidaridad en torno a las migraciones internacionales, en torno a los refugiados? En nuestras ciudades también nos encontraremos con muchos inmigrantes que han fracasado y que, quizás, estén pasando frío o hambre junto a sus hijos. Sí, al raso, como los pastores de Belén. También debemos acordarnos de ellos. Seguro que el niño del pesebre, el Jesús refugiado y migrante, se acordará de ellos, pero nosotros, seguidores suyos, también hemos de unirnos a los sentimientos solidarios y, siempre que podamos, a la acción.
Señor, que entendamos que tu nacimiento, que la Navidad, debe ser motivo para que en nuestras ciudades se aprenda que ningún hombre es ilegal, que todos somos criaturas del mismo Padre, que todos nos debemos reconocer como ciudadanos del mundo, que debemos practicar la solidaridad y el amor al prójimo… como tú, Señor, nos has enseñado. Si no, la Navidad para nosotros pasará a ser, como para muchos de nuestros conciudadanos y habitantes del mundo, una fiesta pagana en donde se den los jolgorios, las borracheras, la falta de amor y la alegría del propio demonio. Peor que estar al raso, como los pastores de Belén.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o