miercoles, 3 de julio de 2024   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
6
 

‘Habemus Papam’, el Papa que renunció

Frente al dogma de la infalibilidad del pontífice, Moretti presenta la humanidad profunda y dubitativa de alguien que se encuentra con una tarea que le sobrepasa.
MARTES AUTOR José de Segovia Barrón 12 DE FEBRERO DE 2013 23:00 h

La ficción nos lleva, a veces, a situaciones que parecen inimaginables, pero que la realidad acaba por confirmar. Este es el caso de la película Habemus Papam de Nanni Moretti –publicada ahora en DVD–. Cuando el director italiano nos presentó a un Papa renunciando por “falta de fuerzas”, a mucho les pareció una historia difícil de creer. “La única diferencia entre realidad y ficción –dice Mark Twain–, es que la ficción necesita ser creíble”.

La Iglesia empieza a oscuras y termina muda en Habemus Papam. Frente al dogma de la infalibilidad del pontífice, Nanni Moretti nos presenta la humanidad profunda y dubitativa de alguien que se encuentra con una tarea que le sobrepasa. La sociedad vaticana sirve al director italiano de metáfora para hablar de la crisis de la responsabilidad en nuestra sociedad contemporánea. Es evidente que nos muestra un mundo carente de líderes y opciones integradoras, como observa Ángel Quintana en su interesante crítica de Cahiers du Cinema.

Si en su anterior película, El caimán (2006), Moretti se pregunta por qué alguien tan corrupto como Berlusconi puede guiar el destino de Italia, el cineasta ahora nos responde que es por la incapacidad de las personas para asumir su responsabilidad. Sus conclusiones son tan descorazonadoras como termina abruptamente cada una de sus películas. En medio de esta general incertidumbre, pone la mirada en una institución que, para él, representa las mayores certezas en un mundo cambiante. Su descubrimiento no puede ser más sorprendente: ni el Vaticano sabe ya qué hacer.

La mirada perdida del actor Michel Piccoli –como el recién elegido Papa– lo dice todo, tras sufrir un ataque de pánico justo antes de aparecer en el balcón de San Pedro para saludar a los fieles. No por casualidad, el personaje se llama Melville –como el autor de Moby Dick–, en referencia al personaje del cuento Barterbly, el escribiente, que dice siempre: “Preferiría no hacerlo”. Como el protagonista del relato, Melville rehúye toda responsabilidad. Es la ausencia de compromiso del “hombre sin atributos” que evita toda forma de posición respecto a la realidad que le rodea.


EL TEATRO VATICANO
Melville se resiste –como Barterbly– a asumir cualquier gesto responsable. Como no se ve en el papel de nuevo pontífice, cae en una depresión, que hace que el Vaticano requiera los servicios de un psicoanalista –el propio Moretti–. Para esta especie de Woody Allen europeo, el psicoanálisis pretende llevar a cabo el mismo proceso de curación del interior humano que la religión. Sólo que lo que solía designar como alma, Freud lo convierte en inconsciente.

Es significativo que la primera vez que se le pide a Melville que se presente, se describe como un actor. Ya que desempeña un rol que no le pertenece ni desea. Se le ha otorgado por una elección supuestamente divina, aunque le viene por unas votaciones –muy poco secretas, por cierto–, invitándole a representar un papel que él no ha elegido. Como el Papa Juan Pablo II, Melville tiene la frustración de haber querido ser actor en su juventud, pero incorpora la religión a la sociedad del espectáculo.

El teatro gobierna una Iglesia llena de actores, grandes decorados, majestuosos disfraces y cuidados gestos de puesta en escena. En su escapada del Vaticano, Melville se encuentra con una compañía teatral cuyo actor principal recita en pleno delirio el texto de la obra de Chejov, La Gaviota. Pero si el escritor ruso es capaz de convertir la vida en ficción, la Iglesia se muestra incapaz de comprender la realidad. El Papa le dice a la segunda psicoanalista –interpretada por Margherita Buy– que su trabajo consiste en “hacer el actor”. Lo que siempre le “ha gustado mucho”, pero “ahora está cansado”.

UN MUNDO APARTE
Quien espere encontrarse aquí con un ataque al Vaticano, sus escándalos económicos, tolerancia de la pedofilia, o peculiar política demográfica, se verá muy decepcionado. Porque no es eso lo que le interesa a Moretti. Tampoco es una película sobre la fe o la creencia religiosa –el autor tiene una educación católica, pero se declara como no creyente–. Evita toda parodia y caricatura, para lograr una empatía y comprensión por un mundo que contempla con una mezcla de respeto e ironía.

Como algunos saben, yo he sido recientemente huésped del Vaticano en una consulta de la comisión de teología de la Alianza Evangélica Mundial con el Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos. Son reuniones informativas, cada año en un país diferente del mundo, un pequeño grupo de doce personas –seis por cada lado, y uno de cada continente–, que me han llevado a conocer bien a algunos monseñores y tratar con algún cardenal. Me ha sorprendido así descubrir un mundo que desconocía, y por el que no tengo particular simpatía, pero que sinceramente me esfuerzo en entender desde la humanidad que nos une –la fe es otra cosa–.

No creo que el Vaticano sea la amable residencia de la tercera edad que Moretti imagina, pero dentro de este avispero de intereses terrenales hay también ancianos débiles y entrañables –como los que la película nos presenta–, ¡quién sabe si también repletos de dudas! Lo que contrasta con la rigidez del psicoanalista, que se declara “el mejor”, y dirige los juegos con autoridad, cuando no es capaz de resolver la situación. A pesar de ello este es un mundo alejado del presente, que resulta anacrónico porque se rige por una serie de rituales que convierten todo acto en un ejercicio teatral, cuando en este mundo “todo cambia” –como canta Mercedes Sosa en un momento clave de la película–.

INCERTIDUMBRE E IMPOTENCIA
Cuando buscaba en Roma algunas películas italianas para llevarme a casa –que no estuvieran todavía en España en DVD–, encontré La misa ha terminado de Moretti. En esta obra de 1985, el director interpreta a un joven sacerdote que se instala en una parroquia de la periferia romana. Su deseo es ayudar a solucionar los problemas de la sociedad. Al cabo de unos meses se da cuenta de que es incapaz de resolver nada, porque su doctrina le impide comprender la realidad.

En esa época Moretti utiliza ya la Iglesia como metáfora. El sacerdote nos habla de la escisión entre la teoría y la práctica. Como en Palombella rossa (1989) –una película que sí estuvo publicada en VHS en España–, la crisis tiene que ver con el fracaso de la utopía frente a una sociedad que no puede ser domesticada. En esa ocasión era el waterpolo –el deporte favorito de Moretti–, el que le sirve para mostrar la pugna entre los diferentes sectores de la izquierda. Aquí opta por el voleibol, un juego que enfrenta a varios equipos que muestran lo poco universal de una iglesia católica, que tiene en Roma su centro –una contradicción en términos–.

¿De qué habla entonces Habemus Papam? Está claro que del poder y la representación, la responsabilidad y la humildad. No hay duda que las grandes instituciones viven desconectadas del ciudadano de a píe. Basta pensar en las manifestaciones de indignados que piden más humanidad a sus dirigentes. Lo sorprendente sin embargo de esta historia, es el vacío en un lugar que todos deberían querer ocupar. Frente a la exigencia de superación constante, el culto al yo, la búsqueda de perfección y el hambre de poder, Melville opta por el tiempo muerto, el triunfo del fracaso y la confesión de la impotencia.


LA VERDADERA FE
Lejos de oponerse a la verdadera fe, esta es una película que ataca la falsa fe, que está en el fondo de tanta religión, psicología y moralismo: la fe en uno mismo. Si la iglesia tradicional pretende basar su fe en una tradición escrita en piedra, Moretti nos desvela que detrás no hay más que humo, aire y dudas. Es el sentido del recorrido que hace el Papa por la ciudad, cuando se escapa del Vaticano. Este personaje, que apenas habla, tiene dudas acerca de sí mismo y el mundo que le rodea.

“Hablar de nuestros propios límites –dice Moretti– es un acto de fortaleza”. En ese sentido su actitud no está lejos de la del apóstol Pablo que retrata la Segunda Carta a los Corintios. En ella vemos a un hombre consciente de su debilidad, pero que confiesa: “cuando soy débil, entonces soy fuerte” (12:10). Porque en Cristo, mi debilidad es su fuerza. Su victoria está en la cruz.

Nuestro egocentrismo es tan profundo y brutalmente idólatra, que la cruz siempre será escándalo y locura para el mundo. Sin embargo, Cristo crucificado es poder y sabiduría de Dios (1 Co. 1:24). Las personas que aceptan este mensaje no son más sabias, dotadas, o seguras que otras. Ya que Dios ha elegido a personas insignificantes, ceros a la izquierda, para “deshacer lo que es” (v. 28). ¿Por qué se complace en nuestra debilidad? “A fin de que nadie se jacte en su presencia” (v. 29). Es así como rebaja y aplasta toda pretensión humana.

Es el triunfo de su Gracia. Por eso el Papa de Moretti está más cerca de Dios que muchos de sus predecesores. La cuestión es si confiamos en Cristo, en vez de en nosotros mismos.
 

 


5
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 
Respondiendo a

Daniela
25/01/2014
00:02 h
5
 
Una gran película, porque la historia a pesar de tratarse de una cinta que refleja parte importante de la iglesia católica, Habemus Papam se centra en un personaje que al ser elegido como Papa no se siente seguro del llevar el cargo, mostrando más su lado humano, más cintas como estas hacen falta.
 
Respondiendo a Daniela

Manuel Luna.
17/02/2013
02:38 h
4
 
Buen articulo, José, sobre la 'profética' pelicula. A ver si se abriesen los ojos de muchos, al verla, y al pensar un poquito en los grandes por qués de la dimision del Papa quien, evidentemente, no ha soportado más ni ha podido con la dureza de siglos y de imagen de 'iglesia' que el Vaticano vende, ademas, en nombre del Señor....menudo pecado !! No obstante, aprendamos de ello, pues el mundo evangelico no está exento -de hecho, estamos oyendo y viendo cosas parecidas- de estos tejemanejes que dan una imagen y están podridos por dentro.
 
Respondiendo a Manuel Luna.

Samuel Escobar
14/02/2013
23:56 h
3
 
Muchas gracias José por este excelente trabajo sobre la película de Moretti. o cabe duda que hay artistas geniales que logran retratar el alma humana y que se familiarizan con las instituciones lo suficiente como para entender y ayudarnos a entender los dramas humanos que se dan dentro de ellas. Y qué bueno que hay intelectuales evangélicos como tú que nos ayudan a apreciar y discernir..
 
Respondiendo a Samuel Escobar

lluis alberto
14/02/2013
23:56 h
2
 
En lo personal, no vea nada de asomroso ni de magistral en esta novela ficcion. Es una pena que el señor Jose este muy lejos de lo que es la Iglesia Catolica. Pongo este ejemplo: analizo la celula de un elefante a travez de un microscopio, pero esto no quiere decir que ya 'conozco' al elefante. Como dicen aqui en mi tierra: 'zapatero a tus zapatos'. En cristo Lucho
 
Respondiendo a lluis alberto

Rosa Jordán de Franco
14/02/2013
13:27 h
1
 
No sé si será correcta la expresión, pero yo diría que es ¡asombrosamente sorprendente! que Moretti haya retratado con antelación, lo que acaba de salir a luz con la renuncia del Papa Benedicto XVI, con quien 'la humanidad nos une, que no la fe', como bien dice Ud., Hno. José, por cuanto no es posible dejar de sentir compasión por él, sea por lo que sea que haya sido forzado a tomar tan drástica, inesperada y desconcertante decisión. Nada hay oculto bajo el sol ciertamente, pero ese misterio es posible que siga oculto per secula seculorum. Admirable el psicoanálisis que hace Moretti del alma de cardenales y papas en Habemus Papam. Seguramente esos pobres hombres llegan con fe al sacerdocio
 



 
 
ESTAS EN: - - - ‘Habemus Papam’, el Papa que renunció
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.