El silencio sepulcral del Consell Evangèlic de Catalunya

Durante estos días, y teniendo como horizonte el funeral de Estado en solidaridad con los familiares de las víctimas del vuelo de Germanwings, el Secretariado del Consell Evangèlic de Catalunya (CEC) ha guardado silencio. Ha guardado silencio como “el Ebro al pasar por el Pilar”.

Mientras FEREDE, Jaume Llenas (Secretario General de la AEE), diferentes familias protestantes, judíos y católicos manifestaban sus opiniones críticas acerca de un Funeral de Estado confesionalmente católico, en el marco de un Estado aconfesional (¡qué paradoja!), el CEC guardaba silencio cuando todos esperábamos una declaración pública de la institución que representa a los protestantes catalanes. Realmente lamentable.

A raíz de una nota de prensa del Arzobispado barcelonés, nos enterábamos de que habría representación protestante en la misa que la Iglesia Católica había organizado. El texto de la nota expresaba lo muy agradecidos que estaban los invitados a intervenir en la ceremonia católica. Lamentable también que nos tengamos que enterar de la presencia protestante en el Funeral de Estado por un medio ajeno. El mismo día, gracias al diario El País, sabíamos que la representación protestante estaba personificada en la figura del Secretario general del CEC.

El mismo lunes tanto UEBC, como IEE-EEC escribíamos sendos correos a las oficinas del CEC pidiendo explicaciones de cómo se había tomado la decisión de participar en el acto de la Sagrada Familia, y exponiendo nuestra opinión al respecto. Otra vez el silencio fue la respuesta. Incluso según me cuentan hubo alguna llamada telefónica al CEC, pero no hubo manera de tener respuesta.

De ahí que pida, si se me permite, responsabilidades al Secretariado del CEC por su decisión, sin ningún tipo de consulta a las familias que conforman el protestantismo catalán, de participar en un acto que debiendo haber sido ecuménico o multirreligioso en atención a los protagonistas del evento, se había convertido en un rito exclusivamente católico.

En este momento no deseo repartir responsabilidades ni al Gobierno catalán, ni al Gobierno español, sino a los nuestros, a nuestros hermanos protestantes del CEC, por su falta de sensibilidad a la hora de determinar su participación, y hacer caso omiso a la opinión mayoritaria evangélica acerca del evento. ¿Tanto hubiera costado consultar al pueblo que dicen representar? ¿Qué criterios siguió el Secretariado del CEC para decidir guardar silencio, y participar en la mencionada ceremonia?

Lo que está claro es que se impone una revisión en profundidad de los procesos administrativos del CEC, y optar por una mayor transparencia en todos los temas que manejan, y más en un asunto tan sensible como el que aquí tratamos. Lo que no es de recibo es su ruidoso silencio.

Esperamos ser informados del proceso que se llevó a cabo por parte del Secretariado del CEC, así como los argumentos que dieron cobertura para tomar (1) la decisión de guardar silencio acerca de su posicionamiento ante el funeral de Estado, y (2) decidir participar en la misa católica. Asimismo queremos conocer por qué no se respondió nuestros correos, o al menos acusar recibo de los mismos.

No deseo finalizar sin expresar  que los protestantes somos solidarios con las familias de las víctimas del vuelo de la compañía Germanwings, y aunque hubiéramos decidido no participar activamente en la ceremonia católica, los representantes y miembros de nuestras iglesias habrían estado allí, en la Sagrada Familia, mostrando solidaridad con los que sufren tal y como el Evangelio nos demanda.