“Para esta hora has llegado”

¿No fue esto lo que la reina Ester escuchó en la hora señalada?

“Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?” (Ester 4:14)

Durante estos 12 años viviendo en España, me encuentro participando y trabajando a través de mi profesión en lo social, en la ONG Acércate a la Vida de la cual soy fundadora junto a mi esposo. Y como pastora de la congregación Acércate a la Vida en el Puerto Sta. María, provincia de Cádiz.

Debo admitir que observaba desde la acera de en frente la política, me enfadaba y criticaba el sistema actual. Pero hace un tiempo sentí que era el momento de dar un paso al frente a través del proyecto político de  Ciudadanos, cuando me invitaron a ser parte del equipo que se presenta en la ciudad donde vivo, e ir en la lista como candidata en las próximas elecciones municipales del día 24 de mayo de 2015.

Por este motivo me atrevo a dar mi opinión sobre la vida cristiana y la política.

Muchos estarán pensando y preguntándose: ¿es necesario involucrarse en la política? Es una obligación para un cristiano. ¿O podemos vivir sin más? Permitidme deciros que nosotros no podemos jugar a Pilato, lavarnos las manos. Creo firmemente que esta es la hora de que hombres y mujeres cristianos nos atrevamos a dar un paso más.

Por muchos años hemos estado a la sombra, sin dejar que se vean nuestros valores y principios. Sin lugar a dudas sé que los hijos e hijas de Dios tenemos mucho que decir al respecto a esta sociedad que cada día la vemos mas corrompida, con falta de valores y principios. Necesitamos implicarnos para que verdaderamente haya un cambio frente a la realidad social que hoy tenemos en España.

A veces nos quejamos de las decisiones políticas, pero por otro lado tan solo nos hemos conformado con ser espectadores y, bajo mi punto de vista, necesitamos comenzar a ser actores, pasar a la acción, tomar una determinación, salir del letargo y participar en las decisiones que actualmente no nos gustan.

Si bien quiero reconocer a los que diariamente levantan una plegaria y oración a nuestro Dios a favor de esta nación, entre los cuales me tengo que incluir, creo que hay más por hacer.

Las consecuencias de participar en la Política

Es cierto que la neutralidad política le da al cristiano la garantía y la libre entrada para poder acceder y hablar del Reino de Dios a todas las personas, independientemente del pensamiento, corriente o ideología política que posea. Pero esto no significa que tengamos acceso libre a las esferas de gobierno. Seamos honestos, las puertas de lugares gubernamentales actualmente están abiertas tan solo para algunos sectores.

Hace poco escuché que hay distintos tipos de llamados de Dios a las misiones: algunos cristianos sienten que deben ir a África, otros a la India y así indistintamente somos llamados. Y me pregunto por qué no pensar que la política es un llamado misionero también. ¿Quién irá, quién se atreve, o quién tiene acceso a hablar con un diputado, un senador, una alcaldesa, si no está dentro del sistema político?

Quiero también expresar que tengo una gran responsabilidad y compromiso delante de Dios, dado que una decisión errada que se tome siendo miembro de un partido político en calidad de evangélico o protestante, no solamente perseguirá a dicho partido político sino que llegará hasta las iglesias y misiones, que serán señaladas como centros de militancia política de dicho partido. Pero aun así con todo ese riesgo, prefiero continuar adelante sintiendo que Dios respalda a aquellos que son valientes. Por lo menos eso me enseña la Biblia. Desde los días en que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino del cielo ha venido avanzando con fuerza, los valientes lo arrebatan.

Permitidme decir que hay procesos de cambios y resultados extraordinarios que podemos conseguir, si la iglesia se involucra.  Me sumo desde lo público para ser parte de esos cambios que Dios esta interesado ver en nuestra sociedad.

Para finalizar quiero expresar mi gratitud a Dios que me da esta posibilidad de servicio, a mi esposo por su apoyo incondicional y a mi congregación que también me respalda.

Mariela Pereira Del Valle – Psicóloga y Pastora - Puerto Sta. María, Cádiz.