Diálogo sobre la misión: entrevista a Samuel Escobar en diciembre de 1989 (III)

Las cajas llenas con papeles guardan sorpresas. Sin buscarla encontré la transcripción de una conversación que tuvimos Esteban Cortés Solís, Carlos Mondragón y quien redacta estas líneas con Samuel Escobar. Fue en una de sus visitas a México, en los últimos días de diciembre de 1989.

El próximo 28 de noviembre Samuel cumple 90 años, al respecto la Fraternidad Teológica Latinoamericana está organizando el homenaje a uno de sus fundadores, el cual tendrá lugar el sábado 23 de noviembre.

El acucioso José de Segovia ha dado cuenta sobre la vida y ministerio del personaje en una bella serie radiofónica, la que al momento comprende 15 programas (aquí el enlace a la primera entrega.

Comparto la tercera parte de la entrevista conjunta a Samuel Escobar:

Esteban Cortés. Mencionaba que en la agenda de la FTL están siguiendo algunas líneas, se puede decir, de trabajo, como es la consideración de la cristología y la eclesiología. Me parece importante el hecho de que asuman la presencia de las iglesias indígenas y de los grupos indígenas. Hasta ahora en las publicaciones que han tenido a través del órgano que es el Boletín Teológico ha aparecido poco este elemento de lo indígena. Sin embargo, desde el inicio de su reflexión ustedes buscaron definir los puntos de contacto entre misionología o misiología y antropología. Quizás uno de los énfasis del hasta entonces coordinador de la FTL, que era Pedro Savage, quien estaba justamente llevando la reflexión a esos puntos de convergencia. Los trabajos del antropólogo peruano doctor Tito Paredes apuntan hacia estos dos temas. Son trabajos que responderían a lo que sería el seminario a nivel regional, el Seminario Andino, y hasta qué punto estarían siendo novedosos en tanto que en América Latina nuestra pastoral, nuestra eclesiología, necesitan tener otras dimensiones, hasta ahorita no exploradas quizás, vía la experiencia de los cacicazgos locales, de los liderazgos indígenas, de las organizaciones populares.

Samuel Escobar. Yo creo que este campo de la emergencia de los pueblos indígenas en América Latina es uno de los campos que nos está desafiando en el momento, desde varios ángulos. Está todo el desafío de la tarea de traducción de la Escritura, está el desafío de la vida misma de las iglesias indígenas con sus diferentes formas de organización y de ministerio. Y entonces, vinculado a eso está toda la tarea de reflexión, y, otra vez, alguien como Tito Paredes en el Perú está muy involucrado en la práctica de servicio a los indígenas, defensa de los derechos humanos, etc. Y entonces, eso le resta la posibilidad de dedicar todo el tiempo que quisiera a la investigación. Pero pienso que tenemos que proseguirla.

Entonces, en esta área en particular, aquí hay un desafío todavía recién empezando a comprender superficialmente; no hemos penetrado todavía en todo lo que significa. Creo que, como tú señalas, es una inquietud que comenzó con Pedro Savage, pero que recién Tito Paredes y el grupo que trabaja en la zona andina han podido abordar con más tiempo, sintetizar un tanto la reflexión. Tiene que ser un tema importante de la agenda de los próximos años.

Creo que hay otras dos ternas que se me ocurren que también son muy importantes: está todo el tema del Espíritu Santo, todo el tema de la reflexión sobre la presencia y la realidad pentecostal en el continente; una reflexión sobre cómo una teología del Espíritu Santo tiene que reflejarse en la misiología, tiene que reflejarse en la teología sistemática, etc. A mí me parece que todavía en ninguna parte del mundo se está viendo toda la reflexión acerca de la significación del movimiento pentecostal. Entonces, ahí hay un campo que particularmente en América Latina es importante. Emilio Antonio Núñez publicó un trabajo breve sobre renovación de la iglesia que a mí me parece, podría enriquecerse con una perspectiva histórica, y al mismo tiempo, una perspectiva de lo que viene en el mundo pentecostal. Porque a mí me parece que es una visión de la iglesia que tome todo el tema de la renovación y lo vincule con la misión, es donde vamos a poder incorporar la experiencia pentecostal.

El otro campo es el de la participación latinoamericana en la misión a nivel mundial. Es decir, a mí me parece, que el entusiasmo que está detrás de un movimiento como COMIBAM, que representa bastante inquietud de gente joven en todo el continente, está buscando dirección. Se ha conectado mucho con la misiología gerencial norteamericana por la necesidad de respuestas pragmáticas a las preguntas: ¿A dónde vamos como misioneros? ¿Dónde está la gente no alcanzada? ¿Qué agencias están trabajando?, etc. Pero, hay profundas realidades teológicas que la misiología gerencial no toca. El ejemplo más interesante es el de los grupos que están trabajando con interés en el mundo islámico, pero hasta ahora no hay un sólo trabajo serio de un latinoamericano acerca del Islam, y hay un poco de superficialidad norteamericana en el asunto de cómo se está mirando la participación latinoamericana en la evangelización del mundo islámico. Entonces, a mí me parece que aquí tenemos otra agenda. Todavía no nos toca del todo el asunto del pluralismo, pero en la medida en que nos conectamos más con Europa, este asunto va a aparecer, y lo tenemos que pensar bien. Tenemos aportes que hacer dada nuestra experiencia de minorías en un ámbito constantiniano, pero todavía esa es una línea que también será necesario explorar desde el principio.

Una cosa que pasó en Lausana II fue que el trabajo de Os Guinnes sobre la modernidad, su crítica a la modernidad fue un trabajo excelente.1 Ya algunos elementos de esa crítica están en la misiología nuestra, misiología proveniente del Tercer Mundo. René Padilla ha desarrollado alguno de esos temas, pero Os Guinnes lo puso en forma nueva, sistemática y en realidad el hecho es que en el mundo académico latinoamericano ya se habla de la posmodernidad. O sea que tenemos que apresurarnos, esa es otra área que hay que explorar.

Carlos Mondragón. Has caracterizado a la generación fundadora de la FTL, pero en los últimos años se observa que el perfil de esta generación y de los miembros y simpatizantes actuales de la FTL en los distintos grupos nacionales se está abriendo, se está pluralizando. Y se da el caso de gente interesada en el trabajo y en la colaboración con la FTL, que en lugar de profundizar o hacer estudios de posgrado en teología, está haciendo estudios de posgrado en áreas específicas de las ciencias sociales y humanas. ¿Cómo ves tú a estos nuevos miembros o nuevos simpatizantes, que quizás sin una formación sólida en teología, vienen a la FTL con formaciones académicas en otras disciplinas?

Samuel Escobar. Yo creo que desde el inicio ha sido nuestra intención en la Fraternidad crear una plataforma cuya reflexión y diálogo incorpora a los dos sectores. Quizás eso ha sido especialmente fuerte en los que en la FTL provenimos de la CIEE, justo porque para nosotros es una opción muy importante. Yo, por ejemplo, no tengo estudios teológicos formales. Y tenemos gente entre nosotros, entre la generación fundadora, gente como Miguel Ángel Zandrino en Argentina y el grupo alrededor de él, Carlos Hernández en psiquiatría, Richard Zandrino en Medicina que tampoco tiene formación teológica formal en un seminario. Y siempre hemos creído que el trabajo teológico en América Latina, si va a tener futuro, tiene que incorporar la reflexión laica. Entonces, el asunto es, yo diría, que en teoría existe de nuestra parte la convicción de que tiene que ser así, desde ese punto de vista hemos de ver con simpatía la continua presencia del tipo de persona que señalas, que trae una buena formación académica pero no tiene una formación teológica, diríamos, de carácter formal.

Yo creo que el diálogo debe continuar, pero en parte, quizá mi preocupación, nuestra preocupación, sobre la sistematización, obedece a la necesidad de que, si ciertas cosas estuviesen más definidas, más sintetizadas, sería más factible incorporar el aporte de quienes no tienen una formación sistemática; porque habría, por lo menos, la búsqueda de un terreno común de ciertas presuposiciones ya dadas y establecidas. Entonces, a mí me parece que es importante la presencia, el aporte que va a venir de quienes traen y plantean las preguntas del laico informado, pero al mismo tiempo, tenemos que estar seguros de que hay un diálogo. Y que quienes tienen la información teológica escuchan esas preguntas y las toman en serio, y se avocan a tratar en serio y sistemáticamente con ellas, y eso a mí me parece que es lo que todavía no vemos que pase del todo. Es cierto que se ha dado, EIRENE es un caso muy importante, un proyecto que incorpora las dos cosas. 2 Cierta convicción teológica, percepciones que tienen de una formación académica en el área de la psicología y la psiquiatría. Lo mismo se da en Brasil. Pero hay todavía camino que recorrer, y para mí sería importante el no perder la coexistencia de estos dos sectores de reflexión. Sería muy importante mantener ambas. Pero trabajar, incluso, más sistemáticamente.

Esteban Cortés. En ese sentido cabe, entonces, una pregunta al respecto. ¿Qué están haciendo los distintos capítulos de la Fraternidad a nivel nacional? ¿Cuáles son las líneas de reflexión sobre las que se está trabajando y cual se avizora que es el impacto que está causando en los distintos espacios denominacionales?

Samuel Escobar. Bueno, no nos hemos puesto de acuerdo sobre la nomenclatura. Creo que preferimos hablar de núcleos más que de capítulos para evitar un anglicismo innecesario. Hace unos años decidimos que habrá de estimular el trabajo local de reflexión, que así podía ser más contextual y que podría ser un trabajo que contribuyese a los encuentros regionales y continentales. De modo que nos gustaría que se desarrolle mejor ese trabajo de reflexión local. Y pasando revista a lo que está sucediendo, hay ciertos núcleos activos y van concentrándose, diríamos así, en áreas que tienen que ver o con la preocupación nacional o con la presencia de personas más o menos especializadas. Comenzando por el Sur, en Argentina, el núcleo de la Fraternidad ha trabajado temas básicos, en el área de la ética, de la cosmovisión. En cierto modo, el trabajo de la Fraternidad está vinculado en Buenos Aires al CETI (Comunidad de Estudios Teológicos Interdisciplinarios), y a la Comunidad KAIRÓS en la cual ha estado trabajando René Padilla. Entonces, un poco que el trabajo del núcleo se ha concentrado en la visión cristiana de ciertas áreas profesionales. Cosas como la tecnología, cosas como la recreación, cosas como la ética médica, son las que les han ocupado en ese núcleo. En Chile hay un núcleo muy activo que es un círculo de reflexión y estudios evangélicos, y ahí Víctor Rey, especialmente, ha venido publicando cosas sobre la misión de la iglesia. Varias personas que han pasado por Chile se han ocupado de diferentes aspectos de la misión. Entonces, han trabajado el tema de la misión de la iglesia desde diversos ángulos, procurando la participación de sectores muy diferentes como pentecostales, gente ligada a CONELA, bautistas, gente de la Comunidad Teológica, que tienen una orientación más ecuménica, etc.

En Chile también está un sociólogo evangélico, Humberto Lagos, que ha venido analizando desde el punto de vista sociológico la realidad eclesiástica y religiosa de Chile, y yo creo que por ahí el grupo ha orientado su reflexión. En el caso de Brasil, el núcleo más activo, el núcleo más articulado de la FTL está vinculado a la Iglesia luterana. Y, entonces, hay una reflexión eclesial y hay un esfuerzo serio por canalizar la reflexión hacia el pensamiento de las estructuras denominacionales. Otro núcleo ha estado en San Pablo, vinculado con el Seminario Bautista, y cosas como la evangelización urbana les han preocupado. Y el núcleo de San Leopoldo y San Pablo han contribuido a lo que es el Congreso Brasileiro de Evangelización, que es, diríamos, una entidad de cooperación para la evangelización centrada en el Pacto de Lausana. Ahí también hay gente como Cayo Fabio, conocido evangelista que trata de vincular los dos elementos que mencionábamos antes, intensidad evangelística y misionera con reflexión teológica. Entonces en Brasil ha habido trabajo en ese sentido. Kay, que es miembro activo, es especialista en religiosidad popular y ha hecho su contribución en esa área. Esas son las áreas que se están explorando en Brasil. Cuando decirnos religiosidad popular, ahí tenemos que pensar en términos del espiritismo. Neuza Itioka, la dirigente del movimiento estudiantil, durante varios años se ha especializado en ese tema y ahora está también capacitando misioneros en Brasil. Hay una fuerte vocación para enviar misioneros a otras partes del mundo y también la reflexión se quiere conectar con esto. Así que con Neuza y Valdir tenemos dos personas trabajando en teología de la misión, diferentes ángulos, pero me parece muy interesante.

En el Perú, donde tenemos una realidad étnica, cultural y social bastante compleja, el núcleo que está centrado en Lima ha tocado algunos temas vinculados a la especialidad de Tito Paredes, que es, por así decirlo, el líder del movimiento ahí, que tiene que ver con antropología del estudio de la religiosidad popular, el trabajo del algunos miembros de la Fraternidad en el Concilio Nacional Evangélico del Perú en el área del estudio de la realidad religiosa han producido ya un informe muy completo sobre Lima. Entonces, el área de investigación de la realidad religiosa y social ha sido uno de los puntos de reflexión. Otro ha sido el de la violencia, porque en el Perú las cuestiones pastorales que plantea la violencia guerrillera y la represión militar y policial son muy urgentes y desde su inicio, el grupo de la Fraternidad ha estado activo canalizando la reflexión hacia el Concilio Nacional Evangélico. Tuvimos un caso interesante cuando Luis Palau fue a predicar en el Perú, la FTL escribió una carta al Concilio Evangélico, pidiendo que el evangelista respetase la realidad nacional, evitase declaraciones políticas para las cuales no está capacitado, etc. Y el Concilio Nacional Evangélico hizo suya la carta y se la envió a Palau a nombre del Concilio. Es decir, tanto en Brasil como en el Perú es muy clara la vinculación del pensamiento de la Fraternidad con lo que está pasando en las iglesias a niveles denominacionales y en entidades como el Concilio Nacional Evangélico.

En Ecuador también hay un grupo que ha estado trabajando. Rodrigo Zapata ha sido muy activo ahí, ha publicado algunas cosas tanto en el área docente sobre métodos de estudio bíblico, como en el área de derechos humanos, y, en ese sentido ha cooperado en el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), 3 ahí en Ecuador. Pero también está Washington Padilla que ha publicado una excelente historia del protestantismo en el Ecuador. 4 La reflexión ahí, entonces, se ha encaminado por la vía de la historia, un poco de las comunidades indígenas por la presencia de Roberto Hatch, y también en el área de aplicación a la iglesia de la reflexión teológica a niveles docentes. En América Central posiblemente el grupo más activo es el de Guatemala. Hay un núcleo ahí alrededor de la persona de Emilio Antonio Núñez, un grupo que está trabajando en el SETECA, discípulos jóvenes que como Guillermo Méndez ya están a nivel directivo en el FTL y representan una generación nueva de profesores. 5 Hay profesores del SETECA que son miembros de la FTL, han empezado la publicación de una revista que se llama KAIROS y que va a expresar el pensamiento, diríamos, de la línea teológica dispensacional; aunque diríamos, renovada, que representa el SETECA. Esos son los núcleos, posiblemente de los que pasa en México, ustedes saben más en términos de por donde se orienta la reflexión.

En Estado Unidos no hemos podido hacer mucho debido a la dispersión, pero hay deseo de plantear temas como la realidad de la evangelización urbana, la espiritualidad en el mundo urbano, en los cuales gente como Miguel Ángel Palomino y Luis Cortés en Filadelfia, están trabajando, y con los cuales querernos conectarnos. La realidad del pueblo hispano en los Estados Unidos es un tremendo desafío pastoral y un desafío a la reflexión teológica.

1.  Ponencia en Lausana II de Os Guinness, “La misión frente a la modernidad”, Boletín Teológico, año 21, núm. 35, septiembre de 1989, pp. 259-284.

2.  Eirene, Asociación Iberoamericana de Asesoramiento y Pastoral Familiar: https://eireneinternational.org/modelo-2/

3.  CLAI, Consejo Latinoamericano de Iglesias.

4.  Washington Padilla, La Iglesia y los dioses modernos. Historia del protestantismo en el Ecuador, Corporación Editora Nacional/FTL, Quito, 1989.

5.  SETECA, Seminario Teológico Centroamericano.