Hoy me siento Gacela

Siempre me he sentido identificada con ese tipo de mujeres tanto de la Biblia como de la historia de la iglesia, fuertes, guerreras, con garra, especiales de algún modo, y lo cierto es que siempre he sido y me he comportado como ellas; he roto muchas cánones... no sin esfuerzo ni consecuencias y he luchado muchísimo para poder conseguir romper tradiciones, la mayoría de las veces no buenas, prohibiciones no bíblicas, y he luchado a brazo partido por ayudar a levantar a la mujer al lugar que Cristo ganó para ella.

No sé si es la noche casi metida en mi mar, esta morriña mía que siempre está presente, la soledad con mi Señor en la que me encuentro en estos momentos.... el suave murmullo de las olas en mi noche y en este silencio santo, que algo me lleva a considerar brevemente la vida de una preciosa mujer de las Escrituras, realmente hermosa; pero de la cual nunca me hubiera detenido a escribir.... ¿será mi Señor susurrando a mi oído?.

“Si cantas sólo con la voz, por fuerza tendrás al fin que callar; canta con la vida para no callar jamás”.

“El amor es una perla preciosa que si no se posee, de nada sirven el resto de las cosas, y si se posee, sobra todo lo demás”.

“Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor, si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos”.

Agustín de Hipona

De todos es bien conocida la vida, muerte y resurrección de Tabitha, Dorcas, Gacela... 

​​ “Dorcas” equivale al nombre arameo “Tabitha”, ya que ambos significan “Gacela”,​ no obstante, como judía su nombre original es Tzebiyah.

Me encanta como se define a las niñas a las que en el día de hoy se les pone ese precioso nombre:

“Tabita es divertida, creativa, original, fiel, posesiva y entregada a los demás, sobre todo a su familia, para la que siempre tiene tiempo.” Y aquí hago extensivo... ¡a la familia de la fe!

Tabitha es presentada en Hechos 9:36–43. Algunos eruditos piensan que era viuda: vivía entre viudas y las cuidaba, no se nombra a su esposo ni a sus hijos, y se dedicó a servir a la iglesia. Algunos estudiosos piensan que era una joven soltera, quizás incluso una benefactora formal, que ocupaba un papel de importancia y estatus en una sociedad de patronato. De todos modos, estas descripciones responden a preguntas que el texto no nos invita a hacer. Estas descripciones se esfuerzan por encajarla en la estructura familiar patriarcal de la época y para encontrar la respuesta a una pregunta que era tremendamente relevante, que los primeros lectores también habrían preguntado: ¿a quién perteneces? ¿dónde encajas? ¿qué papel juegas?.

Sin embargo, Lucas describe algo extraño y desconocido para la gente de esa época y muy a menudo para nosotros hoy: que su estado civil, posición familiar o estatus social no importan. Esencialmente, no importa dónde encaja ella en una familia biológica; donde ella encaja en el reino de Dios, es lo de más relevancia e importante. 

Me da igual Dorcas, que Tabitha que Gacela, pero hay algo que me encanta, y tal vez encuentro un paralelismo entre Tabitha y la bellisima “Gacela Dorcas”

Según el Zoobotánico Jerez, encontramos la siguiente descripción de ella, una preciosa gacela originária de África del norte

“Gacela pequeña sin ninguna distribución de color contrastada en el cuerpo. Coloración pardo amarillento arenoso, con una tenue banda pardo amarillenta rojiza a lo largo de la parte inferior de los flancos, nunca negra, contrastando con el vientre blanco. Una banda central pardo rojiza en la cara y una raya pardusca amarillenta desde el ojo hasta la boca, ambas separadas por una banda blanca desde la base del cuerno hasta el labio superior. Largos mechones de pelo pardos en las rodillas de las patas delanteras. Nalgas blancas y cola negra. Cuernos en forma de lira, fuertemente anillados, curvados hacia atrás y suavemente divergentes, convergiendo después hacia dentro, con la puntas dobladas hacia arriba en una curva bien marcada. La hembra es similar al macho, pero con los cuernos más cortos, más ligeros y menos curvados.”

Si contemplamos una foto de este tipo de gacela, podemos ver que es realmente hermosa, y aquí me topo de nuevo con la belleza especial que llevaba como un halo la vida de Dorcas.

Gacela nos enseña que amamos a los demás cuando usamos nuestros dones para dar gloria a Dios y para servir a los que nos rodean. Tal vez no podamos hacer vestidos tan maravillosos como los que hacía ella, pero Dios nos ha dado dones particulares que bendecirán a los otros si nos atrevemos a usarlos con fidelidad y para su gloria.

Un día, como hemos dicho antes, Dorcas enfermó y murió. Los discípulos de Jesús que estaban en Jope, al enterarse de su muerte, fueron a su casa para despedirse de ella. Allí encontraron a muchas personas que lloraban la pérdida de esta mujer tan especial y les mostraban las prendas de vestir que ella había hecho para ellos. 

Cuando los discípulos de Jesús llegaron a la casa de Dorcas, Pedro se acercó al cuerpo y oró por ella. Entonces, se volvió hacia los presentes y les dijo: ¡Tabitha, levántate! En ese momento, Dorcas abrió los ojos y se levantó de la cama, devuelta a la vida. Esta resurrección fue un milagro que conmovió a toda la comunidad.

Después de su resurrección, Dorcas continuó su labor caritativa y ayudó a muchas personas necesitadas. ¿No os recuerda al presente que vivimos? su historia se difundió por toda la región y se convirtió en un ejemplo de fe y amor cristiano para todos los que la amaban y que podían observar su vida. 

El legado de Dorcas es un precioso legado de amor y servicio a los demás.

Ella nos enseña que la verdadera fe no se trata sólo de creer, sino de hacer el bien y ayudar a todos los que nos necesitan. La historia de Dorcas nos inspira a ser más caritativos y a estar siempre dispuestos a ayudar a los que más nos necesitan en cualquiera de los sentidos.

Por cierto.... 

El nombre femenino “Gacela” viene de la palabra persa “ghazal”, que significa “elegante y rápida”..

Tal vez sea el silencio de esta noche, quizá mi morriña perpetua, tal vez es el Señor que quiere susurrar a mis oídos del mismo modo que las olas de mi mar en el silencio de mi noche.... 

¡Pues va a ser que me encantaría ser como ella!

[analysis]

[title]Por un año más[/title]

[photo][/photo]

[text]¡Protestante Digital te necesita! Tenemos por delante un gran reto económico. Por eso, hoy te invitamos a ser parte comprometida de esta misión y desafío para asegurar y potenciar la continuidad de Protestante Digital y Evangelical Focus en 2024.

Puedes encontrar más información en apoya.protestantedigital.com.

[/text][/analysis]