Recordé un historia verídica sobre la oración de una madre.
“No dudes ni un momento en lo que Dios puede hacer por ti. Tú en cambio, nada puedes. Pero él realizará la obra sin desmayo; obra que tus mejores esfuerzos nunca harían”.
Andrew Murray
Hace unos cuantos días estaba disfrutando de una bonita y deseada reunión a través de ZOOM con el grupo de mujeres de nuestra iglesia, algo siempre muy deseado y que no se graba; este tipo de reuniones que no se graban, siempre son especiales… Tristemente cada uno en su casa, pero, al menos compartiendo, viéndonos las caras y hablando; además con mucha más libertad que en la mayoría de reuniones que al ser grabadas y luego salen a través YouTube, nos obligan a estar pendientes de muchas cosas y no se tiene la misma libertad.
Lo cierto que era un día frío y muy cansado, pero en la noche nos conectamos y nos acompañaban hermanas de otros países, ¡eso me encanta! La verdad es que lo que tocaba de estudiar, compartir y luego comentar entre todas no podía ir mejor, el corto y más que precioso Salmo 20. Me encantó tener que mirarlo con calma para hacer la exposición, pero independiente de una presentación estudiada y demás, quise llevarlo a “nuestro día de conflicto”.
Vivimos tiempos más que difíciles, en mi ciudad esta más… ya no sé ni como nombrarlo, más que alerta rojísima; prácticamente, en nada nos confinan a fondo, y todo se magnifica, todos estamos muy sensibles…
Cuando estábamos coloquiando nos dio la medianoche, todas teníamos mucho por dentro y el Salmo nos ayudó mucho.
Cada una iba diciendo, comentando, preguntando… pero hubo algo que me llamó mucho la atención, varias hermanas oraban entre lágrimas por sus hijos, algunos que nunca conocieron al Señor, otros que se han apartado de él… y meditando en todo esto, recordé una historia verídica que había leído hace mucho y me hizo mucho bien:
Era la historia de una madre fiel creyente que tenía un hijo que se había apartado del Señor, no quería saber nada al respecto, se negaba a ir a las reuniones… y aquella madre sufría enormemente y no dejaba de orar.
En una ocasión, dijo bien fuerte el muchacho… ¡No creo en Dios y no voy a ir! A su madre se le hizo un nudo en la garganta, la vida se había convertido en un auténtico campo de batalla y el domingo era el peor día de todos.
Estos padres consultaron con un consejero espiritual que les dijo la más profunda verdad: “Este chico tiene que experimentar la fe personalmente, no pueden forzarlo a creer en Cristo, dejen que Dios obre, sigan orando y esperando”.
La madre siguió derramando su alma en oración y esperando. Una mañana, las palabras de Jesús resonaron en su mente… los discípulos de Jesús no habían podido ayudar a un joven endemoniado, pero Jesús dijo… ¡Traedme al muchacho! Marcos 9:19.
Aquella mañana, el sol brillaba por la ventana de aquel hogar que sufría y se reflejaba en el costado de la madre y luego en el suelo. Entonces pensó que si Jesús había podido ayudar en una situación tan extrema como aquella, también podía ayudar a su hijo; entonces se imaginó de pie con su hijo y Jesús bajo aquella luz. Entonces, mentalmente, dio un paso atrás y dejó a su hijo solo con aquel que lo amaba más que ella.
Cada día, esta madre entregaba desde el silencio a su hijo al Señor, aferrándose con mucha fuerza a la certeza de que a su tiempo, el Señor obraría.
Alguien dijo…
“La oración es la voz de la fe que confía en que Dios sabe y se interesa por nosotros”
No os podéis imaginar el bien que me hizo esta historia real leída hace años…
¡Para cuánto dio nuestro Salmo 20 y “nuestro día de conflicto”!
Y es ahora que yo te pregunto, ¿cuál es tu conflicto?… estás en una batalla, como bien dice Pablo en Efesios 6…
“… por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes…”
“Jehová te oiga en el día de conflicto;
El nombre del Dios de Jacob te defienda.
Te envíe ayuda desde el santuario,
Y desde Sion te sostenga…
Te dé conforme al deseo de tu corazón,
Y cumpla todo tu consejo…
Estos confían en carros, y aquellos en caballos;
Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
Ellos flaquean y caen,
Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.
Salva, Jehová;
Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.
Entresacado del Salmo 20.
No te conozco ni sé cual es tu “día de conflicto”, pero ¡ven al Señor, espera en él y él hará”.
Lo sé, porque lo he comprobado miles de veces en mi propia vida.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o