Te sigo extrañando papá

“Gracias papá por no decirme cómo vivir. Tú viviste y me enseñaste con tu ejemplo.”…

¡Te sigo extrañando papá!

“Ser padre es plantar y echar raíces, es enseñar a la vida cogidos de la mano, con coraje y determinación”….

¡Te sigo extrañando papá!

“La herencia más bella y sorprendente que un padre puede dejar a su hijo, es la formación del carácter y mostrar los pasos a seguir.”... 

¡Te sigo extrañando papá!

“Un padre es alguien que te apoya cuando lloras, que te regaña cuando rompes las reglas, que brilla de orgullo cuando tienes éxito y tiene fe en ti, aun cuando tú no lo hagas.”…

¡Te sigo extrañando papá!

“El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día.”…

¡Te sigo extrañando papá!

“Oye a tu padre, a aquel que te engendró;...”

¡Te sigo extrañando  y te sigo escuchando papá”.

Proverbios 23:22

“Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;”

¡Te sigo extrañando y te sigo honrando papá!

Efesios 6:2

Cuando este 19 de marzo se celebraba el día del padre en mi tierra, y cuando son momentos especialmente duros de peligro y confinamiento, no podía por menos que hacer algo que hago en multitud de ocasiones desde que partió con el Señor, acordarme y extrañar a mi padre de un modo muy especial.

He conocido a muchas personas que vivieron sin padre por cualquier tipo de razón, algunos, ni saben quien fue su padre, o ni le conocieron; otros lo perdieron demasiado pronto, tal vez en su temprana infancia. Yo tuve el privilegio de tener a mi padre hasta hace algunos años, pero siempre me parece demasiado pronto para haberse marchado de mi lado; ya sé que está gozando de la presencia del Señor…. “Ausentes al cuerpo, presentes al Señor”. Pero aun así, hay momentos en que el dolor de la separación me sigue doliendo demasiado.

Recuerdo los últimos días de tu vida en este mundo, ahí aprendí lo que puede hacer la enfermedad y el dolor que conlleva, ni el más fuerte ni el más inteligente puede vencer todo eso cuando el Señor permite que ocurra.

Me encantaba cuando estábamos a solas, ni sé lo que podía sentir, sólo sé que me acercaba a él en el silencio de su habitación, le acariciaba con mucho cariño, entonces me mirabas con aquellos ojos llenos de lágrimas y parecía decirme… Dame un beso ¡por favor! Y en estos momentos, se me ahoga no sé que en la garganta…

Cada una de las frases del principio las suscribo al cien por cien, Mi Dios me permitió tener un padre 10 ¡claro que no fue perfecto! Pero os aseguro que se le acercaba mucho.

Tengo preciosos recuerdos del que fue mi padre en esta vida, y creo que todos se podrían resumir en la foto de portada…. Así era siempre conmigo, incluso con el correr de los años.

Aquello de…. “Mi niñaaaa” mientras me estrechaba entre sus brazos, fue una constante en mi vida que jamás podré olvidar, y que nunca nadie podrá igualar. Me enseñó con su vida y con su ejemplo a amar a Dios con toda mi alma y con todas sus consecuencias, me enseñó a honrar a mis mayores, me mostró con su ejemplo, que los siervos de Dios eran dignos de todo el respeto y de toda la ayuda del mundo, y me enseño que mi vida siempre está escondida y guarecida en los brazos del Eterno.

Tengo tantos recuerdos hermosos de mi padre, que no cabrían en un libro, ¿los más bonitos?… Cuando me enseñó a nadar y muy bien, cuando en las tardes de los sábados escuchábamos juntos en aquellos discos de vinilo a Nat King Cole…. El respeto y la dependencia de la oración ante lo que fuera, incluso ante un viaje corto... De Coruña a Ares… Vamos a orar por el viaje…

Hoy, que no se puede ir a los comercios, no sé de que modo le regalaría algo si estuviera aquí; pero para mi, el mayor de los regalos sería tenerlo conmigo, calmar mis dolores de cualquier tipo, recibir su consejo sabio, y poder abrazarle muy fuerte de nuevo.

Fueron unas cuantas las Biblias que mi padre me regaló en mi vida, pero lo primero que me regaló, era tan pequeña que ni puedo recordar mi edad; era un Nuevo Testamento con Salmos en piel muy fina y cantos dorados. En la primera hoja escribió mi nombre, tal y como solía hacer, lo susbrayó en onditas, y abajo escribió un texto que marcaría toda mi vida…

“Jehová es mi pastor; nada me faltará.” Ese primer versículo del Salmo 23, ha sido y sigue siendo una constante en mi vida. Hasta el día de hoy, el Señor de mi vida me ha hecho pasar por “valles de sombra de muerte” en muchas ocasiones; pero su vara y su cayado me han infundido aliento, su mano bendita ha calmado todo tipo de sed en mi vida, y algo precioso que sé con certeza…...”En la casa de Jehová moraré por largos días”

Y allí, papá, dejaré de extrañarte; porque estaremos juntos en la bendita presencia del Señor por toda la eternidad, y sé que de algún modo, volverás a abrazar a esta niña que sigue viviendo dentro de mi y que no  puede dejar de extrañarte.

Os dejo con algo de cuando era muy, muy pequeña, es que me pierdo en las fechas, pero si lo recuerdo con nitidez de algún modo…

¡Te sigo extrañando papá! Pero me has dejado en los mejores brazos del mundo, los de mi, nuestro amado Salvador, aquel que me has dado a conocer.