Hoy quiero mencionar el último número de la revista de Alianza Solidaria, brazo social de la Alianza Evangélica Española, una organización cristiana evangélica que lucha para combatir la pobreza y sus causas a través del desarrollo integral de la infancia y la promoción del desarrollo autosostenible de colectivos en situación de riesgo de exclusión social.

Este décimo cuarto número de esta publicación (diciembre/2019), ha querido reflejar lo que se ha llevado a cabo en estos 20 años de labor solidaria realizada a través del programa Turmanyé en Huaraz, Perú, apoyado desde España por AS. Encontraréis artículos y datos estadísticos que ilustran esta andadura solidaria en favor de los más necesitados. Ya en la editorial de la revista, Paqui Capa, presidenta de AS, nos hace un breve resumen del contenido. He aquí algunas líneas suyas:

“¡Hasta aquí nos ayudó Dios! ¿Cómo plasmar en tan poco espacio lo que ha sido un milagro? Porque sí, Turmanyé ha sido, y es, un milagro. Dios moviéndose con libertad, indicando en cada hito el siguiente paso a seguir y un pequeño grupo de “siervas” (porque todas han sido mujeres), escuchando, obedeciendo y trabajando en lo que entendían les indicaba su Señor. (…) Pero 20 años enseñan mucho y, con lo aprendido, Turmanyé se proyecta al futuro con programas actualizados que tratan de dar respuesta a las necesidades presentes de los niños en desprotección, intentando convencer a la sociedad y a las instituciones del derecho que tiene todo niño a vivir y crecer en familia…”.

En otro artículo titulado ‘Érase una vez…’, Capa nos relata cómo se gestó esta maravillosa obra cargada de esperanza para los niños y sus familias: “Haciendo un máster de Medicina en Perú, Mª Jesús (la iniciadora de Turmanyé) fue impactada por una dura realidad, el alto índice de niños abandonados al nacer. Me compartió ese hecho y su idea de abrir un Hogar. Le comenté: ‘Necesitaremos la contribución de muchas personas. Empecemos a difundirlo a ver qué respuesta hay’. En ese tiempo, un hombre me preguntó si teníamos algún proyecto en Perú. Le hablé de la posibilidad de abrir un Hogar. A la semana me llamó diciéndome ‘cuenta con 500.000 Pts’. Eso era mucho dinero. El suficiente para empezar. Así que llamé a Mª Jesús y le dije: ‘¡vamos adelante! Si Dios ha respondido así, es que lo va a respaldar’. Y lo ha hecho durante 20 años. Un año después, visitando la Casa, la mujer de un pastor me contó cómo una profesora de Escuela Dominical había descubierto que la mayoría de los niños no tenían apenas qué comer y que la iglesia había decidido darles un desayuno los domingos…”. Y así nos va relatando cómo se fueron gestando los restantes programas de Comedor infantil, Taller de textilería, Chicos trabajadores de la calle, Proyecto comunitario en los pueblos quechuas…

En otro artículo, María Jesús Hernández, ex directora de Turmanyé, quien continúa apoyando activamente este proyecto, nos muestra el impacto que la labor de Turmanyé ha tenido en las vidas, en la sociedad y en las instituciones de Ancash, Perú. Señala que “Varios son los programas y proyectos llevados a cabo por Turmanyé. El más conocido es la Casa Hogar para niños huérfanos, abandonados y víctimas de violencia. ¿Cómo ha impactado este Hogar sus vidas? Sin duda ha sido un lugar de refugio y protección para muchos niños, pero también es donde hemos aprendido que la respuesta a las necesidades de los niños pasa, sobre todo, por desarrollarse en familia”. Desde esta experiencia dice M.ª Jesús que “se pueden destacar cuatro impactos importantes: 1) La restauración que el Evangelio ha traído a la vida de algunos de nuestros niños ha hecho posible que, ahora ya adultos, estén apoyando a otros niños que pasan por las circunstancias que ellos pasaron; 2) La sensibilización sobre la realidad de la niñez vulnerable; 3) La creación de una Red impulsada desde Turmanyé, en la que se integran los servicios sociales de los ayuntamientos, los equipos multidisciplinares de los Juzgados de Menores, Jueces y Fiscales de Familia y las entidades de protección de la sociedad civil, y 4) El impulso de la aplicación de la Ley de Acogimiento Familiar para que los niños que deben salir de su entorno familiar por orden judicial lo hagan a otro entorno familiar en primera instancia, y solo en segunda, a un albergue o casa-hogar…”.

En uno de los últimos artículos, Dónde estamos y a dónde vamos, desde AS nos informan, entre otras cosas, que “estos 20 años de servicio de Arco Iris han sido años de construcción en base a logros y, sobre todo, de lecciones aprendidas que nos han ido empujando a cambiar gradualmente las estrategias, pero manteniendo la esencia de nuestro trabajo: amor, servicio, justicia y mayordomía, que nos identifican. Empezamos dando respuesta asistencial a una necesidad real: la existencia de niños en situación de abandono. Se detectaba un caso de abandono y los actores tutelares buscaban una Casa-Hogar que pudiera albergar al niño y prácticamente aquí acababa todo. Pero la convivencia con los niños nos fue revelando la existencia de necesidades importantes a las que no era posible dar satisfacción desde la institución.  La principal, la necesidad de desarrollarse en el seno de una familia. Derecho del que se les había privado al pensar que con que tuvieran un techo, comida y educación, ya estaba todo hecho. Así que con este principio (el derecho del niño a vivir en familia) orientando nuestra visión estamos trabajando en todos los programas…”.

Para los que todavía no conozcan qué es REPINNAV, al leer los artículos verán que es un elemento que forma parte de esta nueva estrategia pergeñada desde Turmanyé, como señalan: “Es la plataforma que hemos impulsado y que agrupa a todos los actores tutelares implicados en la resolución del caso de un niño en dado, de tal manera que, aunque la Casa-Hogar, siempre será necesaria para acoger a niños en situaciones urgentes de abandono, deje de ser el destino único o definitivo del niño. Así, el Programa Casa-Hogar está focalizado ahora en niños de 0 a 9 años de edad. El propósito es trabajar desde la plataforma para dar una solución temporal (familia de acogida) o permanente (adopción o reinserción familiar) a la situación individual de cada niño y en estrecha colaboración con entidades del Estado”. Además, señalan que “el trabajo con Chicos en Riesgo de Calle durante años nos enseñó lo difícil que es rehabilitarlos. Si habían llegado a esa situación es porque provenían de familias seriamente dañadas y nos plateamos si no sería mejor trabajar de forma preventiva con las familias de tal manera que los niños no acaben en situación de calle. En el Programa de Comunidad atendemos a niños de 3 a 12 años de edad, apoyando su desarrollo integral. Pero también se trabaja con el entorno, con consejería y facilitación a una vida familiar saludable…”.

También en este número se incluye una entrevista que realicé, con la ayuda de mis compañeras de AS, a Gladis Olivera, directora ejecutiva del Proyecto Turmanyé:

Entrevista a Gladis Oliveira

Pregunta: Hola, Gladis. ¿Nos podrías comentar algo acerca de tu vida personal y profesional para que nuestros lectores te conozcan mejor?

Respuesta: Mi nombre es Gladis Olivera. Hace 24 años que me convertí. Tengo dos hijos y soy Economista e hice maestrías en Gestión Empresarial y Gerencia Social. 

P: Tengo entendido que has colaborado en proyectos de cooperación para el desarrollo en África, ¿ha influido este hecho a la hora de decantarte por colaborar en la ONG Turmanyé? ¿Por qué Turmanyé y no otra organización similar?

R: Ejercí mi carrera en la creencia de que los cambios eran posibles a través de políticas públicas. Conocí Turmanyé al hacer amistad con María Jesús (quien inició la obra), usando el anhelo común de cambiar el entorno, solo que teníamos perspectivas diferentes: ella de Dios, y yo la meramente social. 

Hasta que un día el Señor me dijo: “Te haré entender y te enseñaré los caminos en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmos 32:28). Fue el punto de inflexión a partir del cual, fui entendiendo mi profesión como un instrumento en Sus manos para producir cambios. 

P: ¿Qué función desempeñas actualmente en esta organización? 

R: Desde el año 2017 soy la Directora Ejecutiva de la Asociación. Antes de ello, estuve en la Coordinación de Desarrollo de Capacidades, desde 2010.  Y como socia, desde el 2000.

P: Coméntanos acerca de los logros y, cómo no, las dificultades a las que has tenido que enfrentarte a la hora de realizar tu labor en las distintas responsabilidades que has desempeñado…

R: Estoy agradecida a Dios por los logros alcanzados. Como ver a algunos niñ@s ir con familias adoptivas o en acogimiento familiar, rompiendo el círculo vicioso de las consecuencias del abandono. Ver cómo el Estado está asumiendo la educación de los niñitos indígenas que nosotros iniciamos. O ver como las mujeres de bajos recursos del Taller de Tejidos Turmanyé son capaces de sostener sus familias.

Trabajamos con personas dañadas, muy heridas y he tenido que aprender a tener paciencia y esperar el momento de Dios y a depender de Él, que es quien produce los cambios.

P: ¿Se ha conseguido que otras entidades y personas de Huaraz se involucren en vuestra labor?

R: Los años de trabajo con la niñez nos hizo entender que el fondo del problema era que a estos niños se les privaba del derecho elemental a vivir en familia y la pasividad institucional ante este hecho. Esto nos animó a impulsar REPINNAV (Red de Protección Integral del Niño, Niña y Adolescente en Vulnerabilidad) con el fin de coordinar las actuaciones de todos los actores que intervienen en la toma de decisión sobre la situación de un niño.  Una vez más vemos la mano del Señor en esto cumpliendo su promesa: “Dios hace habitar en familia a los desamparados” (Salmos 68:6).

P: ¿Piensas que la proclamación del Evangelio debe ir de la mano de la compasión?

R: Pienso que estamos llamados a la compasión por el necesitado a través de la acción. Y mi convicción de fe me dice que una muestra de mi compasión es proclamarle el evangelio. 

P: ¿Podrías dedicar unas palabras a todos aquellos que, de distintas maneras, desde España apoyan el trabajo de Turmanyé a favor de la infancia en situación de riesgo y exclusión social en Huaraz?

R: Mi agradecimiento a cada uno por todo el apoyo que nos dan. Me hace sentir que no estamos solos. Su apoyo, económico y en oración, sigue siendo necesario porque la necesidad permanece. Un abrazo a todos.

Finaliza la entrevista.

Y hay más información relevante a la que podéis acceder los que colaboran con este ministerio, o los que quizá pueden ser nuevos colaboradores. Animaos a apoyar esta u otras iniciativas en favor de los que son menos privilegiados que nosotros, en este caso los más vulnerables, que son los niños y adolescentes. Tal vez no disponemos de los recursos materiales, pero podemos orar por estos ministerios, difundir información sobre ellos en las iglesias, entre nuestros amigos y familiares; colaborar como voluntarios, organizar mercadillos o cenas y cafés solidarios. Porque si cada uno pone un granito de arena, se formará una montaña, y sabemos que esto es real si nos lo proponemos.

Hasta aquí los ha ayudado Dios a través de todos vosotros. Porque como dice el lema de AS: ‘Juntos podemos’. 

Para mayor información acerca de éste u otros proyectos apoyados por Alianza Solidaria, entra en la web: www.alianzasolidaria.org