Cruce de miradas

“Cuando comprendo tu mirada, escucho tu verdadera voz”

Alejandro Lanús

Hay algo que no puedo evitar observar con detenimiento cuando conozco a alguien. No sé porqué extraña razón, me fijo en sus manos…. Y no estoy hablando de cosas tales como la quiromancia, ni siquiera de intentar buscar explicaciones sicológicas. Me fijo muchísimo en las manos de alguien porque, simplemente, en una primera mirada, dicen multitud de cosas.

Cuando se observan unas manos, se puede deducir una profesión, una delicadeza, un sumo gusto, una dulzura, una ordinariez….  El modo de colocarlas nos puede indicar muchas cosas, lo cuidadas que están, el modo de moverlas, las manos hablan por si solas; aunque se muevan poco, tienen su propio lenguaje.

Y algo primordial para mi es el poder mirar con claridad a los ojos de alguien. El Refranero español es rico y delicioso; y aquello de, “Los ojos son el reflejo del alma” Es la más profunda verdad.

Me encanta la gente de mirada clara y serena, franca, limpia. Ese tipo de mirada que te envuelve en paz, en dulzura, en honestidad… Si hay algo que no soporto, es ese tipo de persona que ni te mira cuando le estás hablando, no puedo con eso. Cuando alguien se interesa por ti, por lo que estás diciendo, te mira a los ojos con franqueza y limpieza llena de claridad.

Una mirada diáfana, nos muestra con toda sinceridad si más adentro existe tristeza, lágrimas, alegría, madurez….. Me encantan esa clase de ojos chispeantes que iluminan la estancia donde están. Podemos descubrir muchísimo acerca de alguien, simplemente observando su mirada. 

No todo el mundo es capaz de sonreír o de tener una sonrisa preciosa. Hay quien la tiene por naturaleza, hay quien se coloca la sonrisa de carmín…. Pero los ojos son incapaces de engañar. ¡Me encanta observar miradas!.

Hoy me gustaría ver a vuestro lado la mirada más maravillosa del universo, ¡La mirada de Dios!

Me encanta cuando podemos leer en Colosenses 1: 15.. “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación” Se está refiriendo a Cristo… En los últimos tiempos ha hablado por Su hijo… Y también me encanta cuando dice en Hebreos 12… “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe….. Para que vuestro ánimo no decaiga hasta desmayar…”

Fijaos todo lo que dice la Escritura, simplemente en unos pocos textos y es que la mirada de Dios, es…. Lo más maravilloso del Universo.

Hoy quisiera mirar a vuestro lado, algunas miradas de Jesús, todas diferentes, distintas, en distintos momentos y con distintas personas. Pero cada una de ellas, impregnada en Su maravilloso Amor… Consolando, sanando, perdonando, comprendiendo, restaurando……

El primer cruce de miradas que quisiera tocar es la de Jesús y el joven rico, este relato lo encontramos en todos los evangelios, pero sólo Marcos recoge ese cruce de miradas.

Aquel joven amaba a Dios, cumplía la Ley, observaba todos los mandamientos…. Hay algo muy especial y es el modo de dirigirse a Jesús, le llama Maestro bueno. Pero cuando escucha Su respuesta, le parece demasiado difícil y, sus miradas se cruzan. En la de Jesús hay cariño y comprensión. En la del Joven, tristeza.

Un cruce de miradas especial es la que se produce entre Zaqueo y Jesús……. Zaqueo se creía muy listo, pero en el fondo de su alma hay tristeza, inquietud, curiosidad y, sobre todo, una profunda necesidad. Se creía que podía esconderse de la mirada de Jesús entre el profundo follaje del sicómoro. Nadie de entre la multitud lo vio ¡Jesús si! No le reprochó absolutamente nada de lo mucho de lo que podía reprocharle; pero sus palabras y aquella mirada…… Hicieron el resto.

Un cruce de miradas que me hace romper en pedazos es el  de un Pedro que niega a Jesús antes de que el gallo cantase, ¡en cuántas ocasiones se habrán cruzado miradas y palabras!...... Pero esta vez era muy diferente, demasiado fuerte y demasiado doloroso. Era algo profetizado que se cumplió. Jesús, simplemente miro con dolor y tristeza, Pedro rompió a llorar amargamente. Simplemente unas palabras más tarde, simplemente unas preciosas palabras por parte de Jesús a Pedro…. ¿ Me amas?.. Por tres veces, creo que todo eso cambió para siempre la vida y el ministerio del precioso hombre de Dios.

Una mirada que me parece maravillosa es la mirada de Jesús a la mujer, Él vino a restaurar el valor y la dignidad de la mujer, algo que se destrozó en Génesis 3 con la caída. Jesús rompió todos los cánones de su época, el horror de aquellos que “oraban” tres veces cada día, “Bendito seas Tú, Señor, porque no me has hecho gentil, mujer o esclavo” Me parece demencial, lo peor es que la historia se repite en nuestros días de otro modo….. La mujeres son fundamentales en el ministerio de Jesús y lo seguimos siendo hoy. Ante esto, yo no puedo más que arrodillarme y con mis ojos empañados en lágrimas, agradecer al precioso Señor de mi vida y existencia.

Una última mirada, es la de mi Señor desde la Cruz.

Cuando está allí colgado cargando con tu pecado y el mío, mira de tres modos diferentes.

-Hacia arriba, hacia Su Padre que tiene que apartar la vista ante el ver a Su único hijo cargando con tanto dolor pecado y opobrio…. ¿Por qué me has abandonado?....

-Hacia los lados, “Hoy estarás conmigo en el paraíso”

-Hacia abajo, ”Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”

¡Miradas! ¡Miradas! ¡Cruce de miradas!... La mirada más maravillosa que existe es la mirada de Dios que hoy nos está mirando a ti y a mi con el cariño más profundo y en la situación que cada uno de nosotros estemos viviendo. Ni tú ni yo, encontraremos jamás una mirada más deliciosa, comprensiva, perdonadora, llena de amor….. Yo le miro cada día, en todo momento y en cada circunstancia. Eso es lo que me sostiene a cada paso de mi camino hacia el cielo. ¿No quisieras sentir tú lo mismo?