Siempre me encantó hospedar a gente en mi hogar; es una costumbre que aprendí de mis preciosos padres y la he hecho realidad desde el primer momento en nuestra propia casa cuando nos casamos. Si!..... Ya lo sé!!... a veces……. Pero también es verdad que he vivido infinidad de ocasiones aquello de, “Algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”.
Creo que España, en general es un país hospedador. El pueblo gallego es muy especial en cuanto a esto. A la gente de mi tierra le cuesta un poquito al principio, pero en cuanto comienzan a conocer y a querer, abren las puertas de su casa sin la más mínima reserva y comparten todo lo que tienen.
Desde siempre me gustó muchísimo el Dr. La Cueva, precioso siervo de Dios, fiel amigo de mi familia y quien predicó el día de nuestra boda. Conocía la Palabra de Dios, creo que hasta de memoria y tenía una habilidad especial para utilizar ilustraciones que hicieran entender a la persona mas sencilla las grandes verdades contenidas en la Biblia.
En varias ocasiones le escuché algo que me encanta, referido a hospedar al mismísimo Dios dentro de nosotros mismos. Él decía que invitar al Señor a morar en nuestro interior, bien por primera vez o en miles de sucesivas ocasiones, era como invitar a alguien a nuestra propia casa.
Hay maneras diferentes de hacerlo. Cuando es una persona de relativa confianza le invitamos, le damos hospitalidad en todos los sentidos, pero……. Hay “zonas restringidas”, lugares de nuestra casa en los cuales cerramos la puerta, no nos apetece que nadie entre por la razón que sea……. Desorden?, suciedad?, secretos?.....
Cuando la persona que invitamos a nuestra casa es de total confianza y la queremos mucho, simplemente le decimos: Adelante!!..... Hasta la cocina!!......no hay secretos, no hay “zonas restringidas……. No hay nada que ocultar.
Del mismo modo sucede con el Señor cuando le invitamos a entrar en nuestras vidas. Podemos decirle: Padre entra!!, estás en Tu casa, pero mira….. mmmmmmm…….no te fijes demasiado por aquí o por el otro lado, siéntate a mi mesa y enseguida te sirvo y estoy a tu lado…….o podemos decirle: Padre mío entra!!!!!.... Todo es tuyo!!.... Tómalo todo!!.... Haz lo que te plazca!!... Siéntate donde quieras!.... Elige tu lugar favorito!!.... No hay nada que quiera esconder de ti!!.
Este es el modo correcto!.
Hay alguien que puede pensar que podemos ocultar algo a nuestro Dios??...... Por favor!! Quién puede pensar que podemos tener alguna “zona restringida” para Él??. Bueno, en realidad, podemos intentarlo o….”Dejárselo caer” y Él, en Su infinita misericordia respetará nuestro libre albedrío, pero….. Recordáis lo qué dice la bendita Palabra?: “Adonde me iré de Tu Espíritu?; y a donde huiré de Tu presencia?? (S 139).
Qué necios somos a veces! Y qué tibios!......Si hay algo que Dios no soporta es a la gente tibia: “Ojalá fueses frío o caliente; por cuanto eres tibio te vomitaré de mi boca” (Apc 3).
Vivimos en la época light: amistades light, relaciones light, lo peor…….. Vidas espirituales absolutamente más que light y es Palabra de Dios: “Te vomitaré de mi boca”.
Cómo le decimos al Señor, cada vez que queremos más intimidad con Él y qué tome el control de nuestras vidas?........ Le restringimos ciertas áreas de nuestro ser?? O le damos amplia entrada hasta lo más recóndito de todo nuestro espíritu, alma y cuerpo??. Le decimos, Padre…..hasta ahí no más”? o …..Adelante!!.... Hasta la cocina!!...... Si, lo sé!, eso implica mucho, muchísimo!. Implica una rendición, un abandono y una entrega sin límites. Pero, qué hizo Cristo por nosotros?, “Se entregó hasta la muerte y muerte de cruz”, no se reservó nada teniéndolo todo y siendo el mismísimo Rey de la Gloria, dio hasta la última gota de Su preciosa sangre por amor a nosotros y para ganar nuestra eterna salvación.
Cómo andamos de amor’…. Cómo andamos de entrega?........ Cómo andamos de “pagar precios altos” por ser fieles a nuestro Dios?....... Yo no sé lo que tú vas a hacer, pero yo, en este mismo instante, postro mis rodillas ante Él, quiebro mi más precioso vaso de alabastro con el más exquisito perfume de nardos ante Sus plantas y le digo: “mi precioso Padre, te amo!!!, entra!, haz lo que quieras de mi vida!, toma todo el control!, se el timonel de mi barca y……. ADELANTE!!...... HASTA LA COCINA!!.
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