Vivimos una época en la cual los medios de comunicación ya no están en manos de unos pocos privilegiados; las nuevas tecnologías evolucionan y son más asequibles, facilitando la difusión de la información y la comunicación entre las personas.
En esta ebullición de los medios, muchas veces se distorsionan los objetivos de su utilización tendiendo hacia fines exacerbados para la obtención de riqueza, poder, status, privilegios... Descorazonador es cuando la prensa se torna rosa o amarilla, y los temas abordados son tan banales que no aportan nada a la condición humana.
¿Qué diría Cristo ante este panorama? Sin dudarlo podemos repetir:
No ha de ser así entre vosotros. Y en medio de esta vorágine de los medios, suponemos todos que los cristianos tenemos algo que decir y algo que hacer. El mismo Jesús nos dejó la Gran Comisión de extender el Reino por todas partes. ¿Cómo no hacer uso de toda esa gama de medios y tecnología que tenemos delante? ¿Cómo no arriesgarnos a ser portavoces de los que sufren pobreza, explotación sexual, de los niños que trabajan o son soldados precoces… para que la sociedad haga una toma de conciencia al respecto?
Pero esta misión hay que hacerla con profesionalidad, libertad y motivaciones honestas para que el mensaje de verdad pueda transmitirse con excelencia, de modo que pueda trascender más allá de nuestras fronteras evangélicas. Y pueda estar en igualdad de condiciones respecto a otros medios seculares. ¿Nos hemos dado cuenta los evangélicos de la magnitud de este potencial en la propagación de las Buenas Noticias? ¿Somos conscientes de que este ministerio como tantos otros necesita de oraciones, recursos humanos y económicos?
Esta inquietud nos ha llevado, desde esta plataforma virtual, a sondear lo que piensan algunas personas involucradas en medios evangélicos, o que hacen uso de los mismos, a través de dos reportajes. Hoy presentamos el primero de ellos, planteando dos preguntas acerca de la relevancia de los medios:
1.- ¿Somos conscientes los evangélicos de la importancia de los medios de comunicación?
2.- ¿Cómo se valora el uso de los medios actuales existentes, tanto denominacionales, en medios públicos o los propiamente evangélicos de cobertura general?
SAMUEL ESCOBAR, teólogo, escritor y conferenciante
1.- Yo diría que sí pero que los años de marginación impuesta por la Iglesia Católica no permitieron un uso adecuado y continuo de los medios, por ello nos falta familiaridad y habilidad en su uso. Por otra parte, necesitamos reflexión y docencia para que los miembros comunes y corrientes de las iglesias no se dejen seducir y convencer, inconscientemente, por sus medios preferidos. En los recientes cambios impuestos a TVEy RNE veo una clara intención de manipular al público y no permitirle una conciencia crítica.
2.- Conozco a pastores que escriben regularmente para la prensa local de su pueblo y que pueden mirar el mundo con ojos evangélicos y ocuparse de su contexto local, pero sin emplear un tono "predicativo" o "sermonesco". Es más difícil con la radio y la televisión, pero no imposible. Admiro, por ejemplo, lo que haceJosé Pablo Sánchez y su equipo en la 2 de TVE los domingos, pero sin duda se necesita creatividad e imaginación para producir algo que no sea rutinario o "predecible". El uso de los medios, como pocas otras cosas, requiere aprender el arte de estar en el mundo sin ser del mundo, como decía Jesús.Yo agregaría "estar en el mundo y estar despiertos".
PABLO MARTÍNEZ VILA (Médico-Psiquiatra, escritor y miembro del Equipo de Acreditación de la Alianza Evangélica Europea)
1.- Es difícil generalizar. El pueblo evangélico en España es heterogéneo, pero sin duda nuestra historia reciente muestra cómo hay personas muy sensibilizadas en cuanto a la importancia de los MMCC. Por ejemplo, hoy gozamos de una sólida tradición de un buen uso de la radio que se remonta incluso a muchos años atrás, la época cuando no había libertad plena para los protestantes. También se ha hecho un excelente ministerio con las oportunidades surgidas en televisión, tanto a nivel estatal como autonómico. Ha habido buena prensa escrita (revistas, periódicos), pero en este caso casi siempre dirigida hacia dentro, sin una proyección a la sociedad. Ahí tenemos una carencia importante que se ha empezado a corregir con la inestimable aportación de Protestante Digital, un excelente ejemplo de cómo un medio de comunicación puede tener una vertiente interna –de cara a los creyentes- y a la vez proyectarse hacia fuera.
2.- Queda respondido en parte en la pregunta anterior. Quizás mi principal observación es que debemos avanzar hacia una mayor profesionalización de los MMCC evangélicos. Por lo general, hasta ahora han sido llevados por personas con gran vocación y afición, pero no eran- salvo excepciones- profesionales; lo han hecho bien y la Iglesia en España está agradecida a esta generación de hermanos y hermanas que se han sacrificado, de forma voluntaria (no remunerada) por dar un testimonio en los MMCC con recursos precarios. Ahora, sin embargo, las exigencias y la especialización de nuestra sociedad hacen aconsejable que, en la medida de lo posible, los MMCC evangélicos sean llevados por profesionales formados adecuadamente en este campo (periodistas, técnicos en imagen, etc.). Esto debería ser así en los cargos directivos, sin renunciar por supuesto a uno de los patrimonios más preciosos que tiene el pueblo evangélico: los voluntarios. Los voluntarios han sido el medio que Dios ha usado para que la Iglesia en España avanzara en condiciones económicas de precariedad, pero con una gran dignidad, y deben seguir siendo clave.
DÁMARIS OJEDA, directora, editora y locutora de un magazine diario en Onda Cero Cartagena
1.- El impacto de la comunicación social es enorme. Deberíamos ser conscientes de la necesidad de estar presentes y activos en los medios, es una forma de ejercer la libertad de expresión. Hoy día, no tenemos acceso en igualdad de condiciones a los medios, se pasa con indiferencia ante lo que huele a religión. La libertad religiosa pasa necesariamente por el acceso a los "mass media".
La evolución tecnológica está teniendo como consecuencia inmediata que los medios de comunicación resulten cada vez más penetrantes y poderosos.
2.- Al pueblo no católico le rodean una serie de prejuicios y tópicos y así se ve reflejado en la mayoría de ocasiones en los medios de comunicación, un arte en la manipulación del lenguaje que transforma la realidad.
El periodismo no puede ser propaganda, una correa de transmisión de sólo determinadas ideologías. Hay que buscar los canales -recursos humanos y materiales- y hacer un uso provechoso de las herramientas de comunicación.
La importancia de los medios de comunicación en la transmisión de postulados ideológicos o religiosos resulta indudable, teniendo en cuenta que la formación intelectual llega a través de los medios de comunicación social.
ESTEBAN MUÑOZ, vicepresidente de FADE (Federación de las Asambleas de Dios de España) y de FEREDE
1.- Pienso que no somos suficientemente conscientes de la importancia que tienen los medios de comunicación para que el mensaje del evangelio llegue a cada hogar de España. La prueba es que no somos capaces de articular e invertir en un proyecto de comunicación propio y solvente, que pueda posicionarnos en la sociedad española en el nivel que nos corresponde como iglesia evangélica.
2.- Creo que son muy escasas, casi inexistentes. Las pocas experiencias que tenemos cuentan con poco respaldo o no son representativas del espectro evangélico. Considero que, por nuestra idiosincrasia, se requiere algo autóctono y que proyecte un mensaje de unidad en lo fundamental, donde el medio no se convierta en el objetivo. Es decir, que la meta de cumplir con la gran comisión determine las formas y prioridades, y no al revés.
MANUEL SARRIAS, Secretario General de la UEBE
1.- Los evangélicos-protestantes siempre hemos dado valor a la comunicación. La imprenta jugó un papel importante en la Reforma del siglo XVI. Y muchas de nuestras iglesias y denominaciones evangélicas de España, desde el siglo XIX, han producido revistas (alguna de las cuales todavía existen) y boletines. Dentro de la gestión como Secretario General de la UEBE, destaco la importancia de las constantes circulares de noticias y comunicados que se remiten a un amplio listado. Un servidor, en sus años de juventud, fue el responsable del boletín de mi iglesia en Valencia (lleva apareciendo ininterrumpidamente 45 años), además de los sencillos Periódicos Murales que poníamos en el Tablero de anuncios. (Entonces se leía más, ya que había poca televisión y habría que esperar muchos años para el internet). También, a principio de los años ochenta, los dos periódicos más importantes de Valencia ya publicaban, semanal y gratuitamente, los cultos, actividades y alguna reseña especial de mi iglesia, la Primera Evangélica Bautista de la ciudad de Valencia (que este año cumple su 125 aniversario). Algunos medios actuales, como Protestante Digital (especialmente), Actualidad Evangélica, Mundo Protestante (¡el horario!) y Buenas Noticias, entre otros, son el reflejo de la inquietud en la comunicación, por una parte, y las limitaciones por los costos, por otra.
2.- Lo que ya no estoy tan seguro es si entre los evangélicos, en general, se ha valorado los Medios de Comunicación "seculares" y la importancia de hacer llegar nuestros criterios, realidades y pensamientos, además de estar al tanto de lo que pasa en nuestra sociedad y en el mundo. En ocasiones, porque no hemos sabido ser noticia o porque no hemos tenido la visión de llegar a la gente (encerrados en nuestro bunker), y en otras, porque se han cerrado estas puertas de manera discriminatoria. Personalmente, estimo muy importante nuestra presencia, en todo lo posible, en Medios de Comunicación (prensa, radio, televisión, redes sociales), pero cuidando nuestra participación con atractivo interés y calidad. Con ejemplo de honestidad, integridad y coherencia. Como protestantes españoles, presentarnos en lo esencial (dada nuestra diversidad de criterios en diversos asuntos) como una seria opción espiritual y humana, expresando nuestras creencias, denuncias y soluciones con entusiasmo, sin proselitismo. Con firmeza, sin fanatismo. Con claridad, sin sectarismo.
Como un ejemplo de mi preocupación por el tema (además de procurar, cuando la ocasión lo requiere, salir al paso de informaciones inciertas relacionadas directa o indirectamente con los evangélicos) escribí un artículo titulado:
“Información, Desinformación, Deformación”.
BEATRIZ GARRIDO, maestra y escritora; locutora de radio en Nacer de Novo (TVG)
1.- Yo, desde luego, más que consciente, es una de las maneras en las que con más intensidad hablo del Señor. Creo que la gran mayoría sí es consciente, pero varía mucho según el nivel sociocultural de las personas o de sus ideas, más o menos..., digamos, cerradas de pensar. Yo he escuchado, en varias ocasiones, algo que simplemente me dejó perpleja: "Ahora hasta las mujeres predican por la radio, dentro de poco las veremos en el púlpito". Sé muy bien a quién iba dirigido ese comentario, tiene nombre y apellidos propios; y simplemente, me quedo sin palabras. Aquí ya entramos en fanatismos para los que no tengo calificativos. Pero creo que, en general, y repito, cuanto más elevado sea el nivel sociocultural, el uso de los medios de comunicación, e incluso el de las redes sociales, para la extensión del evangelio está muy bien valorada.
2.- Pienso que, en líneas generales, de manera excelente. La gente valora todo y suele ser agradecida, pero observo una especie de inclinación por los medios propios de adentro, creo que la gente sigue siendo un poco involucionista en este sentido. Pero sigo diciendo más de lo mismo, depende mucho del ojo y el prisma de quien opina.
ROBERTO VELERT, escritor, director de Radio Bona Nova en Barcelona
1.- No, no somos conscientes, en la España Evangélica, de la importancia de los medios de comunicación. Estos medios de comunicación no los hacemos los redactores realmente, lo hacen los abonados, pero nuestro pueblo no se abona, no paladea, no compra ni lee realmente lo que se escribe o comunica. Una buena comunicación es un pueblo hablándose a sí mismo; y nuestro pueblo evangélico no sabe hablar de sí mismo, ni hablarse a sí mismo. Hay pereza en sostener un buen medio, somos demasiado propensos a sostener un medio de comunicación sólo “si es de nuestra denominación”; y tan aferrados estamos a no rendir honores a hombre alguno, que no se nos ocurre honrar, apoyar, difundir a quien se reconozca capaz de ser un buen comunicador en alguno de los medios. No sabemos crear ni un Luis del Olmo, ni un Iñaki Gabilondo ni un Herrera en las ondas, y mucho menos una Julia Otero o una Isabel Gemio.
2.- Ni siquiera he escuchado, ni asistido, ni visto anunciado debate alguno, o panel, en el que sinceramente se “valore, tanto el uso de los medios actuales, como la calidad, actualidad, real impacto de los medios que hay”. Todos los medios de comunicación tienen sus críticas en otros medios, y otros, muy honestamente, entre sí mismos. ¿Quién critica para estimular o provocar a la valoración de un medio? En nuestros medios de comunicación denominacionales no hay democracia, pues entre estas familias no se crean estudios de investigación para ver quiénes son competentes, dotados, capacitados y dispuestos para crear un medio “común” de entre los mejores "trescientos" (por usar de fondo la selecta elección de los valientes de Gedeón) que realmente sobresalen algo en el País que vivimos. No estoy abogando por la desaparición de los “Medios de comunicación de cada denominación”. Si pienso que cuantos más lugares de cultos haya en una ciudad tanto mejor, no abogaría por anular medios de comunicación de las familias denominacionales; sin embargo, ya es hora, o debería ser hora, de crear un medio de cobertura nacional, hecho por los mejores con el apoyo de todos... ¡Esto es un sueño! Y, como escribió Calderón, “los sueños, sueños son”.
BENI MORENO, presentadora de “Buenas Noticias TV”
1.- Es difícil responder con precisión porque entramos a generalizar un amplio sector, pero me atrevo a decir que los cristianos evangélicos no somos conscientes del impacto y la importancia que los medios de comunicación tienen en el individuo y la sociedad, influyendo y creando opinión.
2.- Creo que la valoración es positiva. Se agradece la inserción y presencia de profesionales evangélicos en medios de comunicación, pero también creo que desde la distancia, de modo que no se contempla como una posibilidad de participación más natural y cotidiana (cartas al director, etc.).
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