Josefina Martín: la muerte de un niño nunca tiene categorías

Obra Viva

Hemos querido, con esta entrevista, destacar la labor de una mujer en favor de la vida de los niños, tanto de aquellos que están en el todavía, como de los que están aquí y ahora, clamando por un soplo de aliento para seguir viviendo.

¿En Misión Evangélica Urbana se Da Vida? Lo pregunto porque allí llegan mujeres y niños que pueden perderla, ya sea por falta de medios, orientación, conocimiento de Dios… Y también mujeres que piensan en la alternativa del aborto.
Es verdad que en Misión Urbana se da vida por el hecho de que muchos pobres viven en la infravida de la pobreza. Pero también en Misión Urbana hay un programa específico que se llama Da Vida que es algo más que un programa Pro-vida ya que no solamente se dan alternativas al aborto, que ya es importante en este concepto de dar vida, sino que hay muchas otras mujeres que ya nos llegan con su bebé en brazos implorando ayuda. Estos niños también están en riesgo de perder vida ya que, aunque sobrevivan, pueden quedar marcados con una mentalidad de pobreza que les reduce luego a la infravida.

Estamos atendiendo a mujeres con falta de medios, en muchos casos, madres solteras provenientes de la inmigración, aunque también hay españolas. Están en grave dificultad social y también estamos atendiendo a varias mujeres que, teniendo niños pequeños, están en riesgo de exclusión social.

¿Cómo se gesta este Ministerio, dentro de uno tan amplio como MU?
Las Misiones Urbanas son entidades que están en la mayoría de las grandes ciudades del mundo haciendo trabajo social y evangelístico. Tienen un fuerte compromiso social. Mi esposo captó la idea a través del contexto de las Misiones Urbanas de Inglaterra, especialmente de la Misión Urbana de Birmingham.

Traer el proyecto a España costó mucho tiempo ya que no había precedentes en nuestro país y, además, España estaba más acostumbrada a ser objeto de ayuda misionera que ser sujeto activo en un campo de misión tan específico como es la gran ciudad y sus problemáticas sociales. Se fue contactando con las iglesias en el ámbito interdenominacional hasta que cuajó el proyecto en el año 1985. Se cumple ahora su XXV Aniversario. Desde la Misión de Madrid hemos podido promocionar el proyecto y hoy está en las ciudades de Zaragoza, Valencia, Sevilla, Málaga, Vigo y, lógicamente, en Madrid que es la primera y la que promociona en el resto de las ciudades.

¿Qué la mueve a trabajar en este campo?
Lógicamente el motivo y la razón del trabajo de Misión Urbana en la ciudad como campo de misión, son las grandes recomendaciones y mandamientos bíblicos en torno a la ayuda al prójimo necesitado. El hecho de saber que lo que hacemos por una de estas personas que están en dificultad social lo hacemos también por el Señor. El texto: “Lo que hicisteis a uno de estos más pequeños a mí lo hicisteis”, es uno de los grandes motivos de nuestro trabajo.

Es verdad que también estamos motivados por las circunstancias del mundo, las desigualdades sociales, la pobreza y la marginación social que hay en las grandes ciudades del mundo. Intentamos hacer un trabajo tanto asistencial como de integración social.

¿Qué alternativas al aborto se ofrecen desde Da Vida?
Cuando las mujeres en situación de un embarazo en crisis y con pensamientos sobre el aborto contactan con nosotros, lo que les podemos ofrecer es un seguimiento de su bebé desde el momento del nacimiento hasta que tenga dos años.

Tenemos información especializada, hacemos un seguimiento a través de un Diseño de Intervención Social personalizado, conocemos todos los recursos sociales de la Comunidad de Madrid, disponemos de un Programa de búsqueda Activa de Empleo para las madres que lo necesiten, así como Cursos de búsqueda Activa de Empleo y Habilidades Sociales. Tenemos un seguimiento de los casos también a través de campamentos breves para mujeres, comidas especiales u otros actos tendentes al conocimiento exhaustivo de los casos.

Les podemos proveer desde su primera canastilla de ropa, aseo y otros accesorios, hasta alimentos infantiles, alimentos para la madre, accesorios de todo tipo como cunas, carritos y otros. Tenemos un ropero para bebés, pañales y lo que necesita un recién nacido y hasta los dos años.

También tenemos una serie de talleres con el fin de que adquieran nuevas destrezas en diferentes áreas, pero también que estemos en contacto con ellas para poder tener así un mejor conocimiento de los casos, un mejor seguimiento y una mejor orientación de toda nuestra intervención social.

¿Qué recibe una mujer embarazada que llega con un bebé como único equipaje al Programa?
Las ayudas que recibe se orientan en dos direcciones: una en la dirección asistencial viendo cuáles son las necesidades básicas más perentorias que hay que cubrir. Normalmente tienen necesidad de alimentos, de ropa, de contar su problema y situación, de que alguien las escuche.

La otra ayuda es la que se les ofrece en la dirección de integración social. Ya comenzamos con una recogida de datos, vamos perfilando su Diseño de Intervención social, vamos detectando si está en una situación de riesgo de exclusión social o solamente en dificultad social. Analizamos de qué modelo de familia se trata, la orientación que le podemos dar para ir aumentando su autoestima. Vamos viendo si hay alguna posibilidad de orientarla en el mundo del trabajo, en las redes de servicios sanitarios y sociales, en cuanto a una vivienda digna o una posibilidad de alojamiento en caso de urgente necesidad.

En fin, todo un acompañamiento que culminará con las ayudas prácticas que hemos nombrado cuando ya haya nacido su bebé y durante los dos años siguientes. Luego, si aún siguen necesitando ayuda, ya pasan a los Programas Generales de Misión Urbana en la C/ Calvario.

¿Existe algún criterio de selección a la hora de atender a una mujer o a un niño?
El único criterio es que esté en una situación de dificultad social o de riesgo de exclusión. Si vienen mujeres que no están en esta situación, también se les puede orientar. Tenemos fotografías y vídeos acerca del desarrollo del feto y otras imágenes que ayudan a la mujer a optar por la vida, pero si están en una situación económica regularizada ya no entran en nuestras ayudas sociales. Atendemos a las mujeres sin distinción de procedencia, raza, credo religioso o político.

¿Qué se le dice a una mujer que elije como alternativa el aborto?
En primer lugar se le hace ver cómo es el bebé que tiene dentro según el mes en que esté de su embarazo para que pueda captar que ya es una vida. Recuerdo de un hombre marroquí que acompañaba a su mujer que, ante estas fotos, decía continuamente: “¡Es una vida! ¡Es una vida!”... Pueden ser útiles también vídeos de cómo se practica un aborto en el caso de que quieran verlo. Se les puede hablar de experiencias de mujeres que han abortado y de las posibles secuelas psicológicas que les pueden quedar cuando ven a niños que tienen la edad que podría tener el suyo. Se puede hablar de la experiencia tan impresionantemente buena que puede tener una madre incluso en el caso de que el niño tengas secuelas como puede ser el síndrome de Down... depende de la situación, porque podría ser por causa de una violación u otras circunstancias entre las muchas que hay.

También se les habla de las posibles ayudas que van a recibir de nuestra parte, las ayudas que se pueden conseguir de los diferentes recursos sociales que conocemos y de nuestro acompañamiento durante dos años... y al final, si todo va derivando hacia el convencimiento de la mujer para abortar, se le dice que también estamos dispuestos incluso a la ayuda post-aborto. Debe quedar clara esta postura para que entiendan que pueden volver siempre que lo deseen. Trataremos de consolarlas como las consolaría Jesús ofreciéndoles perdón, porque una de las cosas más duras para ellas es perdonarse a sí mismas. Les hablamos del amor de Dios y les mostramos cómo ellas pueden sentir perdón y consuelo cuando hay arrepentimiento. En 1ª de Juan 1:9 nos dice: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
Normalmente, no necesitamos llegar a esta última parte.

El no nacido y el ya nacido: ¿ambos son mi prójimo? ¿Aquel de quien Jesús nos recomendó que le amáramos como a nosotros mismos?
Nosotros, siguiendo las recomendaciones y afirmaciones bíblicas, creemos que el no nato, el no nacido, es ya un ser humano conocido por Dios y, por tanto, nosotros lo aceptamos como prójimo y, lógicamente, hemos de amarlo como a nosotros mismos. Eso significa defender su vida, su integridad, su dignidad y sus derechos. También clamamos por justicia para los no nacidos.

Sabemos que desde la concepción en el vientre de la madre Dios cuida de sus criaturas con un propósito para sus vidas. Y que Dios es el origen de toda vida sobre la tierra y es el único con derecho a quitarla, ya que para Él tiene un gran valor, y aun cuando el feto venga con malformaciones Él lo ha permitido y formado. Le dice a Moisés en Éxodo 4:11 “¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo o al sordo, el que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Así debemos procurar preservar la vida e intentar que ésta llegue hasta el final. Porque así nos lo demanda nuestro Creador, en Proverbios 24: 11 nos pide que lo hagamos “Libra a los que son llevados a la muerte; Salva a los que están en peligro de muerte”.

¿Cuál la procedencia de las mujeres que acuden al Programa?
La procedencia de las mujeres del Programa Da Vida, son en su mayoría inmigrantes, aunque también tenemos mujeres españolas. De estas mujeres procedentes de la inmigración, el porcentaje más alto es el de las mujeres latinoamericanas, pero, realmente, atendemos a personas de los cuatro confines del mundo.

Me apunto a las manifestaciones contra el aborto; me apunto a clamar en contra; a luchar en contra… incluso a escandalizarme en contra… Y seguro que todos los cristianos, que significa ser seguidores de Cristo, también. Pero pregunto, ¿Nos apuntamos a hacer lo mismo contra la explotación infantil en todos los ámbitos? ¿Por los que pierden la vida por falta de una simple vacuna? Se me parte el corazón cuando pienso en los niños violados, trabajando de madrugada en Calcuta o en Albania, reciclando basura desde los tres años en las Villas miseria de Lima… En el que tengo cerca y no lo atiendo porque no es un dechado de perfección o tiene una malformación.
Aquí debo remitirme a la entrevista que Protestante Digital hizo al Director de la Misión, Juan Simarro, en donde claramente exponía las razones de estar tan preocupados por la vida de los niños que mueren de hambre o que mueren nada más nacer o que viven en una vida no plena que de la muerte de los no nacidos. La muerte de los niños no tiene escalas ni graduaciones para valorarlas de una u otra manera. No podemos contraponer ni luchar con más intensidad contra los niños eliminados por aborto que contra los niños eliminados por el hambre, las enfermedades vencibles y la falta de medicinas.

¿Anteceden muchas veces los intereses políticos ante los intereses celestiales?
En el mundo secular, claramente sí. Lo que es una pena es tener que decir que, en muchos casos, también los cristianos se dejan motivar por sus intereses políticos e inclinan sus balanzas de valoraciones siguiendo las preferencias políticas de derechas o de izquierdas en lugar de guiarse por la enseñanza bíblica y por el ejemplo de Jesús. Esa es la tragedia de muchos cristianos.

Nos movemos en un mundo acomodado y falto de valores en donde lo que prima es el egoísmo humano. Lógicamente esta forma de pensamiento nada tiene que ver con lo que Dios estableció para esta humanidad. Leemos en Isaías 55:8 “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo el Señor”.

¿Nuestras líneas programáticas coinciden con las líneas programáticas de Jesús? Él claramente se decantó por los más necesitados. ¿Es que podemos hablar de obsolescencia de sus postulados?
Habría que rescatar la preocupación de Jesús por los pobres y marginados. Desgraciadamente, en muchas ocasiones, nuestras líneas programáticas no coinciden con las del Maestro. Los postulados de Jesús no son obsoletos, están en plena vigencia. Lo que, en su caso, puede resultar obsoleto, es la acomodación de la iglesia y los creyentes a los valores del mundo. La iglesia y los creyentes en particular deben hacer una profunda reflexión sobre todo esto.

Posiblemente el Señor nos pedirá cuentas si dejamos pasar de largo esta problemática. Santiago es claro en esto y nos dice que el que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado (Stg.4:17); y más adelante en el cap. 5:4, que el clamor del pobre ha llegado a los oídos del Señor. Por tanto el Señor nos demandará el por qué no los ayudamos cuando podíamos hacerlo.

Leo y releo la Palabra y cada dos por tres me encuentro con una recomendación acerca de proteger a los más débiles y necesitados, a los que necesitan ser sanados… Y me percato del mensaje que dice que Dios quiere utilizarnos en esta misión de recoger a los caídos, dar de comer al hambriento, acoger al pródigo, al que sufre… ¿Es que no lo vemos?
En muchos casos no lo vemos porque es más cómodo pasar de largo como hicieron el sacerdote y el levita de la parábola del Buen Samaritano. Nos inquieta el dejarnos arrastrar por el sentimiento de misericordia. Preferimos recibir de Dios, que dar y darnos. Es la comodidad humana y el adaptarnos a los valores del mundo... pero eso está en contra de los valores del Evangelio. Necesitamos una auténtica conversión que nos comprometa con Dios y con el prójimo. Deberíamos examinar la vitalidad de nuestra fe.

Nuestro deber como cristianos es tratar de paliar en lo posible las necesidades más primordiales de estas personas, en este caso de estas mujeres, y procurar su bienestar tanto económico como ético o moral y espiritual. Leemos en el Salmo 41:1-3 lo que nos dice acerca de ello, “Bienaventurado el que piensa en el pobre; En el día malo lo librará Jehová. Jehová lo guardará, y le dará vida; Será bienaventurado en la tierra, y no lo entregará a la voluntad de sus enemigos. Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; Mullirás toda su cama en su enfermedad”.

En una revista evangélica, una hermana escribió lo siguiente: “¡Ojalá viviéramos en la Jerusalén celestial! En un mundo perfecto, en donde cada mujer embarazada fuera cuidada y mimada por todos como fue mi caso. Que redoblaran las campanas en el vecindario por cada mujer gestante; que bendijéramos y protegiéramos los vientres voluminosos llenos de vida…”. ¿Se condice esta afirmación con nuestra realidad, de aquí y ahora?
Está bien pensar en la Jerusalén celestial, pero eso está para el futuro del Reino de Dios. Aunque estos deseos sean buenos, hay que bajar al suelo y, desde allí, hacer que con nuestras manos, nuestros pies y nuestras fuerzas, puedan llegar a estas mujeres algunos vestigios de los valores evangélicos que hemos de vivir y practicar. El deseo de un mundo perfecto está bien, pero hay que arraigarse en la más dura y cruda realidad del presente para servir siguiendo el ejemplo de Jesús.

¿Podemos los cristianos aportar un granito de arena para cambiar la concepción que, sobre el tema del aborto, tiene la sociedad de la que formamos parte?
Yo creo que sí. Los cristianos somos los que tenemos unos mandamientos y consejos más prácticos y más claros. El tema de la vida nadie lo defiende mejor que la Biblia, y nosotros, los evangélicos, somos los que decimos que conocemos la Biblia y que la seguimos. La Biblia apuesta claramente por la vida, no sólo para el cielo, sino para que se viva ya en la tierra de forma abundante. Si los cristianos no hablamos ni actuamos, ¿quién lo hará?

Debemos ser diligentes en cumplir sus mandatos imitando el ejemplo del Maestro. En la epístola a los Efesios se nos dice: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”. Ef.5:14-16

Si alguien desea colaborar con el Programa Da Vida, ¿qué debe hacer?
Yo creo que debe ponerse en contacto con el Programa Da Vida en el teléfono 913204543 o en el de Misión Urbana 915392984. Nosotros analizamos estas peticiones de voluntariado o de otros tipos de apoyo a estas mujeres y a estos niños. Jesús dijo: “Lo que hacéis por uno de estos más pequeños, por mí lo hacéis”.

Gracias, Josefina, por continuar, como muchos otros obreros del Señor, la Misión Integral de Jesús, lo cual implica no sólo lanzar el mensaje de salvación sino también cumplir con ese “Dadles vosotros de comer” que les lanzó a Sus discípulos cuando éstos le sugirieron que despachara a los cinco mil…