El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Una de las principales maneras en que pasamos de un conocimiento abstracto de Dios a un encuentro personal con él como una realidad viviente es a través del horno de la aflicción.
Se dijo que lo sublime es poderoso y a la vez atemoriza por su grandeza. Mas el universo atemoriza por la calidad extrema de su coherencia y orden. La belleza del universo puede fascinar a todo hombre, creyente o no, pero lo sublime lo excita a pensar más allá, reta a su razón, lo rinde a creer.
Debemos tener cuidado para que la respuesta del mundo hoy, incluidos la del mundo cristiano con sus honrosas excepciones, no sea la misma, la de la muerte.
Más de 2,3 millones de espectadores, y 12.000 personas de las calles de Dordrecht, han seguido un relato contemporáneo del sufrimiento, la muerte y la resurrección de Jesús.
El peregrino percibe que lo ve todo desde una nueva perspectiva que le hace descubrir valores absolutos entrañados en su existencia.
Se soltará toda la ira del Infierno, pero también se soltará todo el poder del cielo, y el cielo es más poderoso que el Infierno.
No solo menospreciaron Su comienzo y Su vida, sino también en especial Su muerte.
Existe un sol que puede brillar sobre nuestra existencia comunicando con su luz también calor y guía. Se trata de Dios.
Todos las tentativas negacionistas de la resurrección de Jesús no son sino réplicas de la primera que hubo en la historia, justo cuando el hecho de su resurrección se acababa de producir.
Xesús Manuel Suárez analiza la situación política previa a las elecciones en España y presenta el documento ‘Vota sabiamente’.
Ocho autores abordan temas de interés y actualidad desde una perspectiva bíblica para ayudar a la reflexión ante el ejercicio del voto el próximo domingo.
Este anuncio no lo hicieron los fuertes de la tierra, los poderosos y ricos, los gobernantes o sabios según el mundo.
En Jesús encontramos a un Dios que no es indiferente, sino un Dios que llora con nosotros.
No tenemos que crucificarnos, sino seguir su estilo de vida.
Cada Semana Santa, realmente cada día de nuestras vidas, tenemos grandes e inmensos motivos para celebrar la Resurrección de nuestro precioso Señor y Salvador.
Fueron sus palabras y sus realizaciones las que convirtieron a Jesús en un personaje singular. Hoy es el hombre más analizado y discutido de la historia. El más venerado y el más aborrecido. El más rechazado y el más esperado.
La cruz, como auténtico y efectivo símbolo de esperanza, está ahí, esperándonos siempre.
¿Por qué no se dirige al Señor para abrirle su corazón y suplicarle que lo alivie en su dolor? Puede que acabe llorando, pero, a buen seguro, no se arrepentirá.
Un poema de Alencart que aborda lo que vino después del Gólgota.
Nuestra sociedad tiene, pues, mucho que aprender de la Biblia acerca de cómo brindar apoyo a los afligidos.
Nuestros proyectos, tarde o temprano, se destruyen. Pero el proyecto de Jesús permanece para siempre.
Junto al teólogo José Hutter repasamos la semana de la crucifixión de Jesús, atendiendo a la historia, al contexto de la religión judía, las profecías, los fenómenos astronómicos que se registraron y el alcance universal de lo sucedido en Jerusalén hace casi 2.000 años.
Podía haber decidido alejarse de todo, huir, esconderse y dejar pasar aquella copa. Pero resolvió hacer la voluntad del padre, seguir el camino trazado y derramarse para dar vida.
Al comenzar el Día de las primicias, precisamente en la mañana del domingo, Jesucristo resucita.
En la pasión de Jesús no se da nunca la glorificación del dolor en sí, sino que todo tenía un fin, un propósito, un sentido relacionado con la puesta en marcha de un amor redentor.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.