El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Seguimos, pues, con nuestras entrevistas sobre la predicación encontrándonos hoy con este joven predicador establecido en la ciudad de Granada.
En esta quinta entrega de la serie Predicadores jóvenes españoles, hablamos con Pedro Blois.
Continuamos las entrevistas a predicadores jóvenes de España con Daniel Pujol.
Tercera entrega de la serie sobre predicadores jóvenes en España, con Andrés Bitar.
Continuamos la serie de predicadores jóvenes españoles con Josué Enfedaque.
Comenzamos una serie sobre predicadores jóvenes españoles, entrevistando a Moisés Peinado.
El oyente tiene que saber distinguir entre lo que viene en el texto bíblico y lo que el predicador pone de su cosecha.
La música, como tantas cosas, puede ser útil en la medida en que la utilizamos para la gloria de Dios; pero se debe poner en su debido lugar.
El miedo está en que al terminar antes, en vez de salir para casa, nos dé por saludarnos, intercambiar opiniones o simplemente reírnos.
En la iglesia estándar de nuestro tiempo los creyentes no tienen preparación bíblico-teológica.
Algunos predicadores exponen el evangelio como un producto de intercambio fácil del que ellos obtienen beneficios personales.
La iglesia evangélica contemporánea agoniza porque ha dejado de creer en el poder que la Palabra de Dios tiene para dar vida espiritual, y en lugar de predicarla se dan testimonios o consejos terapéuticos de autoayuda.
Un aparato, algo discreto, que ayude al predicador a ordenar las ideas de lo que quiere transmitir y que le lleve por el camino recto, o sea, directamente al grano.
La comunidad cristiana que llama a su pastor tiene la obligación de velar por él también, y en esa obligación el pastor debe de rendir cuentas ante quien se debe, que es su iglesia.
Una de las experiencias más hermosas de exponer las Escrituras cada domingo es ver la eficacia del poder de la Palabra transformando vidas, familias, y aun barrios enteros –redimiendo, en efecto, nuestra comunidad.
Si el oyente piensa que la autoridad es el predicador y no la palabra de Dios, entonces el oyente buscará seguir al predicador y no a la palabra de Dios.
En muchos casos lo que dicen los cristianos es cierto, pero les falta la práctica de vida, el compromiso real con este discurso.
Un 0%, según los datos de las encuestas, dedican a la preparación del mensaje más de 8 horas de su tiempo semanal; sólo un 9% dedica entre 6 y 7 horas a dicha preparación, mientras que la inmensa mayoría dedica menos tiempo a tan primordial tarea.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.