El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Las historias pueden cruzar el abismo entre personas de distintas edades o culturas, cautivan la mente y nos tocan el corazón. Jesús fue el maestro de esas peculiares historias que llamamos parábolas.
Aquí tienes un tremendo recurso pedagógico para ilustrar de manera sencilla hoy, las grandes verdades bíblicas y exhibir sus riquezas. Por Jeniffer Díaz.
Hoy nos acercamos a las parábolas de la cizaña, la mostaza y la levadura, y el tesoro oculto, con ecos en la música y cine que nos ayudan a reflexionar sobre estas profundas enseñanzas de Jesús.
La parábola del sembrador nos presenta diferentes terrenos, que simbolizan los corazones en los que cae la palabra, no siempre dando el resultado que desearíamos. La música y el cine nos ayudan a reflexionar sobre ello.
Él conoce cada uno de mis pasos, sabe donde encontrarme, Él no permite que me pierda.
¡Vivir sin comer! Una nueva calidad de vida se le presentó ante sí.
Las parábolas de Jesús son enigmáticas. La falta de comprensión no es nada inusual cuando uno se encuentra con estas “historias cortas”.
Lo precioso no se entrega al apático e indiferente; lo valioso no puede adquirirlo el indolente y flojo. El que no está dispuesto a entregarse a fondo a fin de obtener lo más excelente, no es digno de alcanzarlo.
A veces, enterramos nuestros talentos bajo velos religiosos, pero insolidarios y de espaldas hacia aquellos que necesitan que los trabajemos.
La parábola rompe los esquemas de la realidad cotidiana forjada a base de valores radicalmente opuestos a los de Dios.
Recordemos sin olvidarlo nunca que Dios está por nosotros, no contra nosotros, que en su amor no hay temor alguno.
Entrar en el Reino es aceptar con Jesús que Dios se manifiesta en el mundo y que las cosas no son como eran.
Sus enseñanzas están al alcance de todos los que quieran escucharle.
― ¿Qué piensas cuando te cuentan un relato de ficción?¿Y cuando te cuentan un suceso?
Vamos a aprender un poco más sobre los diferentes tipos de suelo que el Señor Jesús nos muestra en la parábola del sembrador.
El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo.
¿Dónde está el mundo cristiano hoy con respecto a los excluidos, a los que no encuentran su lugar en el mundo?
El que parece que viene y nos da la impresión que nunca llega, encuentre nuestras vidas encendidas esperando su regreso.
No se trata de una revolución política como esperaban algunos de sus seguidores de aquél tiempo, ni se trata de esperar a estar en el cielo prometido tras la muerte y la resurrección, se trata de empezar a vivir en él desde ya.
Jesús no es el profeta de aquellos que, con sus tumbas para sepultar en ellas talentos hacen que aumenten los desequilibrios, los sufrimientos y los desiguales repartos.
Los evangelios sinópticos tienen más de 60 peculiaridades.
Hace aproximadamente unos 2000 años, Jesucristo hizo una clasificación de todas las personas en función de cómo respondían o reaccionaban al oír el evangelio.
Conferencia impartida por César Vidal dentro de un ciclo del Centro Cultural Argentino de Miami este pasado 10 de abril de 2017.
No esperes al final de tu vida para reconocer que viviste perdido porque será demasiado tarde.
Para el buen cuidador, cuando una oveja desaparece, el motivo no importa.
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