El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Las palabras no deben ser banalizadas, tampoco usarse para vandalizar, sino puentes para ensanchar la vida comunitaria.
Seguimos esperando mejorías que vengan como por arte de magia y continuamos siendo casi supersticiosos, en estas fechas especialmente.
Un poema de Juan Carlos Martín Cobano, con influencia de Miguel Hernández, tomado del libro Tiempo de cruzar el umbral, publicado por Tiberíades Ediciones. (Selecciona Isabel Pavón)
Hay esperanza, hay luz al final del oscuro túnel de muchos de los acontecimientos históricos.
En El Padrino, algo bueno como la familia aparece como una unidad criminal. Se presenta como fuente de luchas y lealtades pervertidas. Es lo que la Biblia llama un ídolo.
El Senado ratifica la ley en una votación ajustada. “Apelamos a que impugnen la ley y demanden juicio de inconstitucionalidad”, dicen desde el Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia.
No entraremos en pánico, no tendremos el corazón encogido. El mensaje de la Navidad nos empodera para que seamos manos tendidas de ayuda a aquellos que nos necesitan.
En 1654 Pascal anuncia en la Academia de París su Geometría del azar en que “apuesta” por la fe. Se trata de un catolicismo peculiar, por lo tanto, el mismo de Rohmer.
El creyente puede pasar malos momentos, las circunstancias pueden ser muy duras, pero sabe que toda prueba es “periférica”; en el centro de su vida hay gozo.
Han pasado ya veinte siglos desde que nació el Maestro y aún no hay lugar en los mesones de la vida.
Lo que la gente llama muchas buenas obras, no son más actos para nuestra propia gloria que a Dios no le impresionan.
La AEE publica un documento sobre misión basado en los resultados de una consulta virtual realizada en verano a líderes de diferentes trasfondos culturales y denominacionales.
La novela de Ignacio Manuel Altamirano es una invitación a imaginar los efectos del Evangelio en la sociedad.
En época de Adviento y aproximándonos a la Navidad, comprobamos la experiencia de un Dios que no puede dar la espalda al mundo porque es amor.
John Le Carré ha escrito algunas de las mejores novelas de espías. No es casualidad que lo fuera. Sabía de lo que hablaba. El error de las teorías conspiratorias es pensar que hay una trama perfecta.
Se hace imprescindible, si en verdad queremos comprender el significado integral de la Navidad, visualizar el pesebre a la luz de la cruz y viceversa.
Envueltos en nuestras propias urgencias, es más que probable que nuestro mundo continúe de espaldas a la realidad, no solo de aquel niño nacido, sino de que se acerca otro día en que ese Deseado retornará.
Estamos frente a una enseñanza que la Iglesia Católico Romana considera “infalible”, tal vez la única que un papa romano ha promulgado desde el dogma de 1870.
No pudo haber mejor corolario para el fundamental año de 1520 que la quema de la bula papal de excomunión el 10 de diciembre, hace exactamente 500 años.
En plena reactivación del conflicto con el Frente Polisario, Washington D.C. ha anunciado a la vez el apoyo a Mohammed VI y su acuerdo de paz con Jerusalén.
Cristo es el ejemplo perfecto de equilibrio, de cara a los extremos que se encuentran en el ser humano. Aquel que fue el Mesías esperado, siendo Rey vivió como un siervo.
Suze vivía con su hermana y su madre en la misma casa donde una mujer albergaba a cantantes vagabundos de folk, como Bob. Él estaba loco por ella.
Nos recreamos de forma superficial en esos belenes, bueyes y mulas, sin entrar en la entraña del fuerte, duro e importante mensaje navideño.
Desde hace 58 años, la Iglesia Evangélica de Marín organiza esta muestra de labores artesanal cuyos beneficios se destinan a obra social.
Hermano en la fe y gran amigo, él desarrollaba su ministerio en la Unión Nacional de Traductores Indígenas.
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