El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Más de 450 autores y casi 30.000 contenidos publicados desde que se lanzó la web en enero de 2015. “El camino hecho nos refuerza en la idea de que abordar la actualidad desde una perspectiva cristiana no es solo relevante sino necesario”.
La vieja alianza, con sus leyes, santuario, sacerdocio, etc., ha quedado clausurada por la Nueva.
La predicación del Evangelio implica necesariamente el anuncio de la clausura del código legal levítico.
La incertidumbre que envolvía a María y José cuando nació Jesús nos muestra qué tipo de Dios se acercaba a estar con nosotros. En un establo, llegaba un niño que venía a identificarse con nuestra incapacidad.
Ahora, cumplida la Promesa, en la obra y persona del Redentor, no tenemos templo o santuario terrenal. No existen sitios sagrados.
La adoración, lo mismo que la Palabra, el perdón, es nueva cada momento. Siempre brote fresco, y eso viene de Dios, que con el Primogénito nos lleva a su casa.
Si buscamos la referencia final de la gloria en el ser humano, recorreremos todas las sendas de la frustración de Eclesiastés.
La ocasión del Senado ha sido modelo de la confusión entre acción política y doctrina religiosa. Ambas mezcladas como una “verdad”.
El Día de Acción de Gracias también tiene sentido aquí en Paiporta, una de las poblaciones más afectadas por la riada de hace un mes.
La Iglesia tiene una historia de paso, pero su existencia no está en esas pisadas, porque existimos en el futuro.
La presencia de reliquias es la negación del sacrificio de Cristo celebrado en la santa cena.
La recuperación de quiénes somos y para qué somos, nuestra identidad y misión, necesariamente conlleva el retorno a las raíces, que en nuestro caso es el Evangelio.
Los bulos del poder de las reliquias para salvar, o ayudar en el camino y ante el tribunal eterno, y de proteger en el tiempo presente son mentiras gordísimas.
Quisiera destacar su decisiva contribución a la recuperación de la memoria de la Reforma Española del siglo XVI.
El misterio de la iniquidad solo se derriba por la Espada del Espíritu, y esa la tiene y usa solo quien la tiene.
En un intento de seguir en la misma tradición de reflexión y diálogo, después de los cinco siglos que han pasado, viene al caso hacer una evaluación sobre la pertinencia del protestantismo.
Dos actos, uno institucional, con presencia de autoridades políticas y religiosas, y otro como culto unido, celebraron el 507º aniversario de la Reforma
Oro para que nuestras nuevas generaciones recuperen el valor, descaro, convicción, determinación, y firme seguridad en el Señor para plantarse ante el mundo.
Lutero había salido airoso de su encuentro con las verdades teológicas paulinas lo que le permitió descubrir en toda su intensidad la doctrina de la justificación sólo por la fe y desarrollar después una sólida “teología de la cruz”.
Este 31 de octubre se conmemora en todo el mundo la Reforma Protestante, algo más de cinco siglos después de que Lutero clavase sus 95 tesis en Wittenberg (Alemania).
Al menos 213 personas han fallecido y decenas han desaparecido en diversas localidades de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía por una dana.
Con motivo de la conmemoración de la Reforma protestante, las iglesias evangélicas del municipio gaditano se han reunido para recordar que “es un derecho y deber de todos las personas el tener una relación propia con Dios y leer la Biblia”.
Se ha mostrado que precisamente el culto a las reliquias y a los santos es cosa de gente que conocía no solo la Biblia, sino bastante de la cultura del entorno.
Dios “nos confirmará hasta el fin, para que seamos irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesús Mesías”. Sea eso lo que sea, así es para nosotros.
No se vislumbra una reforma según el Evangelio sino sólo una recalibración de lo que el catolicismo romano siempre ha defendido doctrinal e institucionalmente.
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