El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Se puede decir que la mayoría de ellos no son personas religiosas. Pero ahora, todos oran. Dicen: “No tenemos esperanza fuera de Dios”.
Es extraña la angustia de la muerte. Es agudo su dolor. Pero, sobre todo, la muerte es suspiro. Una dolorosa coma, pero una coma.
El Global Mercy estará varias semanas en el puerto canario completando su preparación para atender a miles de personas en misiones humanitarias.
El de la esperanza es uno de esos términos que necesitan ser vividos constantemente, y así lo he tenido que aprender de nuevo, con toda gracia, durante la pandemia de la Covid-19.
Estoy más que segura que la mano de mi Señor estará al otro lado para llevarme a la otra orilla por siempre y sentir su abrazo precioso por toda la eternidad.
En esta segunda entrega por el centenario del artista, profundizamos en el luteranismo de su familia.
Es únicamente por causa de la victoria de Cristo sobre Satanás que nosotros ahora podemos perder el miedo a la muerte.
Señor, abre nuestros ojos para que sepamos mirar con misericordia cada una de las vidas que nos rodean.
El nombre de Dios es una promesa de ayuda y asistencia en todo momento.
Queremos buenas noticias porque eso nos anima y nos aleja de nuestras inquietudes, porque nos da esperanza de que las cosas pueden cambiar.
Como una bellota enterrada en la hendidura de una roca, el evangelio está plantado en esa tierra como lo está en muchos conflictos intratables de nuestro mundo. Aún no se ha contado el final de la historia.
Estamos delante de una de las más altas manifestaciones poéticas de exaltación de la Palabra divina.
En medio de la enorme crisis económica, la desesperanza se extiende entre la población, dice Wissam Nasrallah, un cristiano libanés. “Es para un momento como este que el Señor ha llamado a la Iglesia a estar presente y activa”.
El Ayuntamiento de la ciudad tendrá que compensar con más de 126.000 euros a los organizadores del Festival de la Esperanza de Lancashire por retirar la publicidad de los autobuses públicos.
El juego de tronos continúa en una monarquía decadente que cae en idolatría y se dirige al exilio. José de Segovia bucea en estas ideas en la cultura contemporánea.
Es liberador asumir que lo que siento o percibo en medio de mi dolor puede que no sea la verdad absoluta.
En el salmo 23, Dios, como un buen pastor, dirige a su rebaño hacia praderas verdes regadas por abundante agua.
Pienso en lo que pide Dios de mí; en ocasiones una terrible soledad, viento y frío en el alma, todo por poder rescatar de una muerte segura a alguien, para poder iluminar el sendero en el mar.
Lo decisivo de todo esto es que se produzca en el hombre un vuelco del corazón a Dios.
La palabra esperanza en la lengua española está directamente relacionada, por la vía del latín, con la palabra esperar, de ahí que la esperanza esté determinada por lo que se espera.
La felicidad es simplemente una emoción, el gozo es una actitud, un fruto que se obtiene cuando mantienes una relación estrecha con tu creador.
Pido al Dios de mi vida no cambiar, no dejarme arrastrar por el miedo o la comodidad, y esforzarme del modo que sea por ayudar y servir.
La promesa de la vida eterna es una de las esperanzas más firmes de todos los que confiamos en Dios.
La empresa municipal de transporte de la ciudad eliminó en 2018 los anuncios del Festival de la Esperanza de sus vehículos por la visión de Graham sobre la sexualidad. Ahora, un tribunal asegura que fue un acto de discriminación religiosa.
Sólo Dios puede hacernos ver con otros ojos lo que se cuece a nuestro alrededor, sólo Él puede hacernos emitir algo de ese amor que nos lanza a raudales.
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