El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Es esa conciencia de la gracia de Dios la que le hizo mostrar esa misma gracia a otros.
Cuando se practica una sincera espiritualidad de ojos abiertos, se ven cosas para las que antes estábamos ciegos.
Con la fe de un niño, como cantan Lenny Kravitz o Jars of Clay, es con la que nos podemos acercar verdaderamente a Dios. Jesús rompió esquemas al acercarse a los pequeños y desamparados del mundo.
La compasión duele, estrecha lazos, abriga, abraza. La compasión te acerca al prójimo cuando existe una fuerza que se empeña en separar.
Aunque hay cosas que tal vez no se curen, mi Dios tiene poder, amor y compasión, y me gustaría llevar a las personas a una relación íntima y personal con Él.
Tú, conquistador de almas, nunca subestimaste a quienes carentes de todo necesitaban un poco; un poco de ti es demasiado.
Jaime Fernández Garrido presentó recientemente una nueva edición de “Compasión”, un libro que invita a conocer a Jesús en 52 capítulos, uno para cada semana del año.
Si queremos ir mucho más allá de la religiosidad y el poder del dinero, lo que necesitamos es aprender a vivir con la misma pasión que demostró el Señor Jesús.
Nunca le gustaba exhibir su espiritualidad, pero tampoco hacer publicidad de sus actos de caridad. Por eso, hasta que su biógrafo no leyó su diario, nadie conocía la historia de cómo el pastor desapareció unos días para hacerse vagabundo.
La empatía con el dolor del mundo nos debe llevar a ser manos cuidadosas, al compartir, al trabajo, el amor y la solidaridad humana.
¿Qué entendemos cuando Jesús dijo de amar al prójimo como a ti mismo? Él no fue indiferente ante lo que pasaba a su alrededor. Hoy en día, tampoco lo es.
Un estudio de Mateo 15:32-39; Marcos 8:1-10.
Un estudio novelado de Marcos 5:1-20.
Lo que más lamentaba de su juventud era el celo inmisericorde con el que defendió “la sana doctrina”.
Las bendiciones dan vida, las maldiciones la quitan.
No hay que arrancar, desarraigar, desconectar la Navidad del fuerte compromiso de Dios con los hombres.
Es fácil reducir a los demás a una ideología o afiliación política, llamarlos “fanáticos de derechas” o “izquierdosos”. La gente, no obstante, es mucho más que sus caricaturas.
Llora sin consuelo su abandono delante del grupo que ha salido a recibirla y la rodea, la escucha, la consuela.
No hay duda, su Misión era y es integral. Nos habla de la importancia de preocuparnos no sólo por la salvación del alma, sino también de otros aspectos de la vida de las personas.
La compasión consiste en la perfección de la justicia. No viene la clemencia y luego la justicia, sino la justicia primero y la compasión después.
¿Debe haber reflexión teológica antes de la proclamación? ¿Puede haber proclamación sin compasión, sin amor? No dejemos que el modelo se arrugue, o se deforme, no sea que no consigamos distinguir Su figura.
Pero la historia siempre tendrá un lugar trascendental para aquellos que han aprendido a ayudar.
El ser humano es así de dañino, le desea algo malo al prójimo cuando no camina al ritmo que estima oportuno.
Intentemos comprender el dolor de los demás en vez de buscar la báscula para pesar quién está peor y comparar.
Quizás dedicamos muy poco tiempo para analizar el impacto liberador que tiene nuestro mensaje.
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