El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Lo que predomina en el cosmos no son los cuerpos celestes, como planetas, satélites, estrellas o galaxias, sino el inmenso vacío que los envuelve. Un vacío oscuro, frío, silencioso y aterrador.
El ministerio de Presidencia responde en una carta al informe crítico enviado por FEREDE con algunos aspectos que, según la federación evangélica, vulneran la libertad religiosa y de conciencia.
Según el documento, elaborado por la Cátedra de Libertad Religiosa, las comunidades más afectadas son la musulmana, la católica y la judía.
Este planteamiento tan especulativo del multiverso o de los universos burbuja tiene más de filosófico que de científico y responde al deseo de no querer aceptar lo que resulta evidente.
Ninguna forma de vida, mucho menos la nuestra, podría haber prosperado en un cosmos estático y eterno, bombardeado continuamente desde la eternidad por una radiación tan intensa y letal como la que nos llegaría de las interminables estrellas.
Raphael Moser es guía de montaña en los Alpes suizos. Está agradecido de ser parte de una “generación que puede ver y admirar estos impresionantes elementos y formaciones”.
La manera común que tenemos de entender el tiempo en la vida cotidiana es solamente una ilusión de nuestros sentidos.
Es parte de nuestra responsabilidad cristiana comprender los mecanismos de la democracia, sus códigos comunicacionales en cada contexto y desarrollar modos de cultivarla y hacerla cada día más viable y efectiva.
Durante las olas de calor de este verano, el punto de fusión del hielo ha subido por encima del emblemático Mont Blanc (4.800 m). Los cristianos deberían liderar los esfuerzos para “reducir las emisiones de CO2 para detener este peligroso calentamiento”, dice el ambientalista Steve Tanner.
Que la radiación solar sea idónea para la vida en la Tierra depende de varias “coincidencias” extraordinarias y altamente improbables que se dan en la naturaleza.
No solamente deja pasar la luz adecuada a la vida sino que, a la vez, evita las radiaciones peligrosas que podrían acabar con ella.
Si no hubiera oxígeno, la vida en la Tierra estaría limitada a organismos minúsculos como los microbios.
Una nueva edición de un manual para administradores de la salud propone que “el sexo no se limita a hombre o mujer”, a partir de supuesta “nueva evidencia científica”.
Vivimos en la tiranía del éxito, deslumbrados por lo inmediato. Pero conforme va pasando el tiempo en nuestra vida, aprendemos que la paciencia suele ser una de nuestras mejores amigas.
Es sorprendente que todas estas propiedades físicas y químicas del agua, que se han ido mencionando, colaboren entre sí a distintos niveles con la única finalidad de hacer posible la vida en la Tierra.
No se conocen otros compuestos de la corteza terrestre, ni de la atmósfera, capaces de adoptar los tres estados estados físicos (líquido, sólido y gaseoso) en las condiciones ambientales de la Tierra.
Algunos reformadores hablaron del Libro de las Palabras (la Biblia) y el Libro de las Obras (la creación), los cuales debían explorarse para revelar más de la gloria de Dios.
En la Biblia ya se sugería que Dios es grande porque “atrae las gotas de las aguas, al transformarse el vapor en lluvia, la cual destilan las nubes, goteando en abundancia sobre los hombres” (Job 36:26-28).
La imagen es una realidad gracias al telescopio espacial James Webb, el más potente jamás lanzado. Recoge un cúmulo de galaxias en color.
Según el darwinismo social, el éxito de las sociedades se debería a la supervivencia de los más fuertes. Y tal supervivencia estaría siempre moralmente justificada, independientemente de los medios que se usaran para lograrla.
La deprimente visión de la raza humana como una especie a la deriva en un universo indiferente es la que viene caracterizando a muchos pensadores y científicos hasta el día de hoy.
¿Es capaz la biología evolutiva del desarrollo de explicar satisfactoriamente la macroevolución? No, tampoco lo es y por una razón bastante simple: jamás se ha observado en la naturaleza.
Se convocan, para finales de 2022, las IV Jornadas de Bioética, que buscarán dar una respuesta bíblica a cuestiones fundamentales en el debate social actual en España.
En base a la distribución geográfica de las especies, la teoría de la evolución afirma que aquellos animales que viven juntos en un área determinada evolucionan de forma similar.
La teoría de la deriva continental no empezó a tomarse en serio hasta que, en el año 1912, el geofísico y meteorólogo alemán Alfred Wegener publicó su famoso artículo.
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