El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Desciende hasta tu prójimo, ese hombre que, siendo coetáneo tuyo, ha quedado apaleado y tirado en los márgenes del camino.
No se puede ser ciego para el hombre y creer que estamos solamente contemplando la gloria de Dios.
Nos hemos refugiado en nuestro cómodo árbol. Allí nos sentimos seguros, contemplativos y bien.
La iglesia Centro Nueva Vida ha realizado actividades para niños, ha repartido alimentos y ha predicado el evangelio en una jornada especial.
El Señor se posicionaba junto al abandonado sin sentir vergüenza.
La evangelización también comporta la promoción social de las personas, el cambio de los valores sociales marginantes, los estilos de vida, las prioridades, la evangelización de las culturas consumistas y el compromiso real, en acciones sociales concretas con el prójimo sufriente.
Esta organización envía “hospitales flotantes” a países sin acceso a cirugía segura y forman al personal sanitario local y ayudan a mejorar las infraestructuras sanitarias.
Hemos de cambiar cosas en nuestras vidas y no dejarnos deslumbrar por la riqueza como prestigio y otros valores antibíblicos.
Es la cantidad que se necesita cada día en Cataluña para atender a las necesidades de los enfermos.
Es conveniente observar la pobreza desde los diferentes marcos mundiales. Quizás así nos concienciaríamos más del gran escándalo que la pobreza es en el mundo.
A veces, en nuestra buena voluntad y la de nuestros pastores, nos acostumbramos a vivir la espiritualidad cristiana como una ética de cumplimientos virtuosos.
Debemos tener cuidado para que la respuesta del mundo hoy, incluidos la del mundo cristiano con sus honrosas excepciones, no sea la misma, la de la muerte.
En la pasión de Jesús no se da nunca la glorificación del dolor en sí, sino que todo tenía un fin, un propósito, un sentido relacionado con la puesta en marcha de un amor redentor.
Una campaña online recauda fondos para el tratamiento experimental que la joven evangélica recibe en China.
Muchas veces, estamos alienados por todo tipo de “negocios” humanos que nos impiden la visión de Dios y nos hacen sordos a sus múltiples invitaciones.
Cuando nos fijamos solamente en el Dios trascendente, en el Jesús glorificado y sentado a la diestra de Dios, mucho de lo humano, también se podría perder.
También para los cristianos, comprender la realidad social y económica es esencial para poder entender las migraciones.
Se necesita una reforma migratoria amplia y se necesita tratar con las causas de la migración en Centroamérica. Sin embargo, el evangelio nos llama a responder al necesitado.
Con la insensibilidad y con nuestro pasar de largo nos jugamos nosotros también la salvación eterna prometida.
Hemos de reflexionar y trabajar para que no nos confundamos con los conceptos de “iglesia santa”, “familia santa”, “ambiente santo” u otros, no sea que estemos rozando los conceptos de pureza que tenían los religiosos del tiempo de Jesús.
El Maestro no sólo miraba la ostentosa ofrenda, sino que posaba también su mirada divina en el interior de las personas.
¿A pesar de que la vida no consiste en tarjetas de crédito, cuentas bancarias o bienes acumulados, es necesario coger, de vez en cuando, todo lo que tengamos, ponerlo en nuestra bolsa o alforja y salir al mundo dispuestos a usarlas?
La filosofía reinante es que el individuo está por encima de todo, y los derechos que se derivan de sus deseos personales tienen que ser respetados.
El Señor nunca nos va a aprobar el no haber hecho nada, sino que nos va a preguntar que qué hemos hecho a favor de la dignidad y de la búsqueda de justicia para con el prójimo.
Eso puede ocurrir cuando la Biblia nos habla de un sinfín de temas con los que convivimos y, en realidad, parece que no nos interpelan para nada.
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