El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Una visión más amplia y una contextualización.
Bien se ha observado que los diezmos y los "pactos" son las indulgencias del siglo XXI.
La Reforma colocó la Palabra de Dios, en sus varias modalidades, como la máxima autoridad normativa.
El único texto del Nuevo Testamento que habla de "unción" afirma dos veces que la unción del Espíritu Santo pertenece a todos los creyentes, sin excepción.
Han surgido algunos "otros evangelios" que estamos seguros que San Pablo hubiera denunciado en términos tan tajantes como en la carta a los Gálatas.
Lo más sorprendente de este último viaje de Pablo es que tuvo por fin un servicio a los mismos pobres que atendió la iglesia de Jerusalén después del Pentecostés.
En nuestro artículo de la semana pasada hicimos un resumen de dos aspectos de la ética social y económica de la Biblia.
Después de siete "sábados de la tierra", que sumarían 49 años, el siguiente año, el número cincuenta, se proclamaba "el año de jubileo" de Levítico 25.
La política tiene corazón cuando nace del corazón de Dios.
La gente de los tiempos bíblicos no podrían ni imaginar un número como "666", porque no conocían el sistema decimal.
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