El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Este Reino le pertenece a Él y llegará el momento cuando su construcción habrá terminado.
Tras 55 años de obra, la pandemia ha agravado una crisis ya previa en el ministerio. El impacto de Internet y la secularización del contexto europeo amenazan a todo el sector.
Los dioses tienen pies de barro. Y cuando menos lo esperamos, nos decepcionan. Michael ha perdido la fe en la ‘Familia’.
Recordemos sin olvidarlo nunca que Dios está por nosotros, no contra nosotros, que en su amor no hay temor alguno.
Detrás de las pruebas y tentaciones hay un propósito pedagógico divino.
Lo que repugna a algunos de El Padrino es la capacidad de corrupción del ser humano.
Se nos llena la boca hablando del amor de Dios. Sin embargo, a causa de las penas y los momentos malos perdemos la fe culpándole de todos nuestros pesares.
Un poema de la nueva antología espiritual del destacado poeta zamorano.
El orgullo es siempre el mayor obstáculo para reconocer la culpa. Si esto es así a nivel individual, lo es también a nivel colectivo.
La Biblia repetidamente lo afirma. Pero, ¿qué es exactamente lo que significa que Dios es amor?
Un mundo anclado en un pasado amargo, una parcela malavenida en el planeta. Su fealdad reinaba con fuerza.
El auténtico propósito de nuestras vidas y oraciones es la gloria de Dios. Y es igual si oramos por cosas grandes o pequeñas.
En El Padrino, algo bueno como la familia aparece como una unidad criminal. Se presenta como fuente de luchas y lealtades pervertidas. Es lo que la Biblia llama un ídolo.
Entrar en el Reino es aceptar con Jesús que Dios se manifiesta en el mundo y que las cosas no son como eran.
El nombre de Dios no puede santificarse ignorando el mundo o retirándonos de la realidad que nos rodea.
En 1654 Pascal anuncia en la Academia de París su Geometría del azar en que “apuesta” por la fe. Se trata de un catolicismo peculiar, por lo tanto, el mismo de Rohmer.
Siempre se recuerdan como mejores los tiempos pasados, lo sé, pero para cada uno de nosotros, además del nacimiento de Jesús, en estas fechas la niñez trae recuerdos diferentes.
Es mediante la oración que tomamos conciencia de que nuestras cargas las lleva el Señor y no nosotros.
Lo que la gente llama muchas buenas obras, no son más actos para nuestra propia gloria que a Dios no le impresionan.
Nos enfrascamos en un periodo de obsesionado análisis y sufrimiento profundo queriendo adivinar el motivo del Señor en esa cuestión particular que nos molesta.
La Biblia se refiere al moho en dos ocasiones: el engaño de los gabaonitas a Josué y la crítica De Santiago a los ricos avaros por tratar injustamente a los obreros.
El veredicto de Jesucristo ante el fenómeno de oraciones cara a la galería es devastador: no sirven para nada.
John Le Carré ha escrito algunas de las mejores novelas de espías. No es casualidad que lo fuera. Sabía de lo que hablaba. El error de las teorías conspiratorias es pensar que hay una trama perfecta.
La Navidad enseña que solo Dios nos puede salvar, que no nos podemos salvar a nosotros mismos.
Hoy, a ti y a todos los hijos, y a los hijos de los hijos, quiero escribir este poema.
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