El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Engreídos en su prosperidad, la iglesia de Laodicea le había cerrado la puerta al mismo Señor.
La pregunta sobre quién es Jesús es fundamental. Hoy nos acercamos a la respuesta que nos ofrece el relato del evangelio según Lucas.
La esperanza no es una ilusión ni escapismo, es la convicción que nos sostiene en tiempos de incertidumbre.
El problema por el que Dickens se aleja de la fe ortodoxa, para abrazar el deísmo unitario, es su incapacidad para ver la Providencia de Dios en la vida.
Es imperativo resaltar que, a diferencia de los de Cristo, nuestro dolor ni nos salva ni contribuye a expiar nuestros pecados. Pero, en el padecimiento con él, nos identificamos con Él.
El Evangelio es siempre una respuesta contracultural y transformadora, poderosa en el amor. Esta nos convoca a hacer de la vida personal y familiar, comunitaria y global, un caminar hacia el mundo nuevo de Dios, detestando toda violencia y procurando siempre la justicia y la paz. Por Osvaldo Mottesi.
Jesús entró en el templo, esa higuera frondosa pero carente de fruto, representada por una religiosidad vacía de la que Dios se encuentra ausente.
Hablar de niños es hablar de valores, como la inocencia, la sencillez y la bondad. Y, desde luego, estas cosas son importantes. Pero con eso no basta.
La resurrección de nuestro Señor Jesucristo enseña la legitimidad de la fe cristiana para llamar a todos al arrepentimiento y la fe en Jesús como el único camino de salvación.
Cuando veo sus entrevistas percibo una fe claramente cristo-céntrica, aunque mal informada por el contexto en que se convirtió, así como incoherente ante la realidad del pecado que todavía mora en él.
Muchos de nosotros estamos preocupados, y cada noticia y acontecimiento en el mundo la vemos bajo el prisma del nuevo orden mundial que se anuncia.
Creo en Jesucristo, ejemplo de estilo de vida, de prioridades y de acciones de servicio al prójimo necesitado. Él nos dejó con su vida, un ejemplo para el servicio.
Fueron sus palabras y sus realizaciones las que convirtieron a Jesús en un personaje singular. Hoy es el hombre más analizado y discutido de la historia. El más venerado y el más aborrecido. El más rechazado y el más esperado.
Podía haber decidido alejarse de todo, huir, esconderse y dejar pasar aquella copa. Pero resolvió hacer la voluntad del padre, seguir el camino trazado y derramarse para dar vida.
En la pasión de Jesús no se da nunca la glorificación del dolor en sí, sino que todo tenía un fin, un propósito, un sentido relacionado con la puesta en marcha de un amor redentor.
El contexto secular es la emancipación de un esclavo, o la liberación de un cautivo. La pregunta es ahora: ¿esclavos y cautivos de qué?
El Jesús de los evangelios defendió la sexualidad bíblica.
Las analogías nunca pretenden ser perfectas, sino explicar algo de verdad. Mientras más explican la realidad que reflejan, mejor es la analogía.
¿El árbol es un símbolo pagano?, ¿Es Santa Claus el anticristo?, etc.
Pensamos que Darwin enterró a Dios pero, de hecho, en Génesis 3, el primer hombre creado también quiso enterrar a Dios.
La total entrega que caracteriza a los seguidores de Jesucristo resulta de conocer y depender de la fuente que les provee todo lo necesario para una vida diaria sostenible.
Yo, yo, yo...
El nominalismo cubre una extensa gama de expresiones ‘cristianas’ que van desde una ‘doble vida’ basada en el interés meramente personal, a otras que pueden definirse como ‘fanatismo religioso’.
No hay poder humano comparable al Evangelio, poder de Dios para salvación de toda persona. Varones y mujeres, al entregarse a Jesucristo, gozan por igual de esta eterna salvación.
En la cruz, Jesús nos enseña que el perdón puede ser unilateral, no requiere dos partes a diferencia de la reconciliación.
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