El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Existen argumentos sólidos que respaldan una redacción del libro de Apocalipsis considerablemente anterior a lo que comúnmente se asume.
Queden los agoreros profetas de apocalipsis, visionarios de la negrura luciferina en sus predicciones catastróficas y vivamos nosotros confiados en las promesas de Dios.
En esta última etapa de nuestro recorrido, vamos a repasar las siete sugerencias prácticas de Juan Stam para interpretar correctamente el libro de Apocalipsis.
Vamos a dividir los 22 capítulos de Apocalipsis en cuatro secciones: la Introducción (cap. 1-3), los Juicios del Cordero (cap. 4-11), el Combate cósmico (cap. 12-20) y la Nueva Jerusalén (cap. 21-22).
Una de las cosas que más cautivan del último libro de la Biblia son sus símbolos extravagantes: números, colores, animales, personajes y lugares cargados de un aura de misterio.
El libro tiene dos características que lo hacen especial: primero, toda la obra está enmarcada en el género epistolar, y segundo, a diferencia de otros textos apocalípticos, acá no encontramos pseudoepigrafía.
Aunque hace dos mil años que los cristianos estudian cada rincón de Apocalipsis, hay muchas cosas que seguimos y probablemente seguiremos sin entender.
La apocalíptica corre el velo del caos del mundo para proclamar que Dios no se ha olvidado de su pueblo.
“Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida”: el mensaje más necesario para la Iglesia hoy.
El Señor de la iglesia está presentándose ante los laodicenses afirmando que Él es digno de crédito, que su palabra es verdad, que ninguno de sus dichos puede ponerse en duda.
Ofende a Dios la comunidad de fe cuyos miembros introducen en ella hábitos pecaminosos. Los fieles testigos de Jesucristo marchan contracorriente gracias al poder del Evangelio.
Los falsos maestros enseñan que no es malo contemporizar con gente de conductas permisivas. En su soberanía, Dios usa medios sorprendentes para guiarnos al arrepentimiento.
Solo Él pudo compadecerse de esa iglesia sufriente; y, al presentarse como el que murió y resucitó, le infunde esperanza en la segura recompensa: el reino de los cielos.
Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira (Apocalipsis 6:1)
Ningún libro de la Biblia ha sido tan mal interpretado –ni con tanta frecuencia– como el Apocalipsis.
Resulta motivador leer obras como Dios y la narrativa de los tiempos, que logran reflejar las posibilidades de iluminación divina en el estudio de creaciones literarias. Por Marcos Porrini.
En la Biblia, las perlas son símbolo de cosas valiosas que merece la pena conservar pero, a la vez, se enseña que existen características humanas más importantes.
En Apocalipsis 3:20, Jesús no le está rogando a una persona para que sea salva; está buscando la entrada a una iglesia.
La clave es coger las cosas buenas y no rechazarlas, con el valor, el coraje suficiente y la visión para usarlas para la gloria de Dios.
“La tarea de la teología, más que la de armar un ‘sistema’ teórico de ideas abstractas, es la de aclarar el significado del evangelio para los siempre nuevos contextos de la historia”.
No hay motivo para que andemos acomplejados, humildes sí, pero muy bienaventurados
El libro de Néstor Míguez sobre el Apocalipsis pone el acento en la fuerza de las imágenes para la transmisión de su mensaje de fe y resistencia.
Vale la pena enfocar las profecías de Jesús en Lucas y Mateo desde una perspectiva histórica bíblica y estudiar la historia de su exposición.
Las manifestaciones de jóvenes son el grito desesperado de una generación que ve su futuro amenazado por el deterioro del planeta.
El último libro nos habla de Jesucristo: al igual que tuvo la primera palabra, tendrá la última.
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