La apocalíptica corre el velo del caos del mundo para proclamar que Dios no se ha olvidado de su pueblo.
Esta es la primera entrega de un estudio en seis partes sobre Apocalipsis: el libro más incomprendido de la Biblia. Es una transcripción de este video.
En los últimos años, pareciera que el Apocalipsis está por todos lados: videos, tiktoks, prédicas, podcasts y libros que hablan del fin del mundo, el anticristo, la escatología, Israel y la segunda venida de Cristo. Esto tiene una explicación sencilla (que te voy a contar más adelante), pero tanto ruido y opiniones generan mucha confusión.
Pablo Vernola escribió un libro precioso sobre el Apocalipsis, y dice que la gente sufre de dos grandes trastornos. Algunos tienen “Apocaliptiditis” y ven por todos lados señales del fin del mundo; están obsesionados con el cumplimiento de las profecías y en cada noticia descubren una nueva confirmación. Otras personas sufren de “Apocaliptifobia”; o sea, para no caer en el¡ sensacionalismo, evitan Apocalipsis a toda costa y ven la escatología como algo irrelevante.
Apocalipsis es un libro importantísimo, que cierra la narrativa de toda la Biblia. A lo largo de dos mil años, creyentes y no creyentes lo han leído buscando pistas para entender cómo termina la historia y cuál es el verdadero sentido de lo que están viviendo. El problema para nosotros es que Apocalipsis está escrito de una forma simbólica y enigmática que ha generado todo tipo de interpretaciones: descabelladas, sensacionalistas, morbosas, surrealistas, caricaturescas, demasiado complicadas o demasiado básicas.
Empecemos definiendo 3 palabras importantes, que a menudo se confunden: Escatología, Apocalipsis y apocalíptica.
La palabra “escatología” viene de dos términos griegos: ἔσχατος —que significa “lo último”— y -λογία —que significa “estudio”—. La escatología es entonces “el estudio de las últimas cosas”. Cada religión tiene su escatología, su interpretación de cómo será el final de la historia.
Lo característico de la escatología cristiana no es el anuncio del fin del mundo en sí mismo; esto es algo que muchas religiones profesan. Lo que hace especial a la escatología cristiana es la persona y la obra de Jesucristo. La venida de Jesús inaugura los tiempos finales; su muerte y resurrección fueron el principio del final de los tiempos, y desde entonces estamos en espera del cumplimiento definitivo de sus promesas. La escatología cristiana es ahora y todavía no. Así que ya sabés: si alguien te lo pregunta, podés decir con toda seguridad que efectivamente estamos en los últimos tiempos… ¡hace dos mil años!
“Apocalipsis” es el nombre con el que conocemos al último libro de la Biblia, que empieza con estas palabras: «Revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder en seguida» (Ap. 1:1a). Esa primera palabra del texto, “Revelación”, en griego se dice ἀποκάλυψις. Este libro es, entonces, la Revelación o el Apocalipsis de Jesucristo. El sentido de este término tiene que ver con sacar un velo, correr el telón para poder descubrir la verdadera esencia de las cosas.
Y vamos con la tercera palabra importante: apocalíptica. Cuando abrimos la Biblia, siempre comparamos lo que estamos leyendo con nuestra base de datos previa. Por ejemplo: podemos entender las historias de guerra del libro de Jueces usando como molde las películas de la Segunda Guerra Mundial. Para entender la poesía del libro de Cantares, podemos compararla con canciones de amor. Y sabiendo cómo funciona un e-mail, podemos hacernos una idea al respecto de las cartas que escribieron Pablo, Juan o Pedro en el Nuevo Testamento.
Entendemos de qué van esos géneros literarios porque hemos incorporado ciertas expectativas que nos preparan para lo que vamos a leer. Pero con Apocalipsis la cosa es más difícil, porque hoy en día no tenemos ningún género parecido a la apocalíptica. No tenemos con qué compararlo. Afortunadamente, el último libro de la Biblia no es el único texto de su clase; más bien, el Apocalipsis de Juan es el libro más famoso de un género literario al que conocemos como “apocalíptica”.
La literatura apocalíptica es parte de un movimiento teológico y sociopolítico que surgió en el contexto del judaísmo del Segundo Templo. Fue muy popular en los tres siglos anteriores y los tres siglos posteriores a Jesús. Y como todo género literario, la apocalíptica tiene ciertas características (que te voy a explicar la semana que viene).
Por ahora lo que quiero es que recuerdes una cosa. La apocalíptica florece en un tiempo de opresión y hostilidad. Los creyentes se sentían desamparados por Dios: ¿Por qué se demora? ¿Por qué no interviene para liberarnos?, se preguntaban. El propósito de esos textos era llevarles esperanza en medio de un mundo injusto y dar sentido a su dolor. La apocalíptica corre el velo del caos del mundo para proclamar que Dios no se ha olvidado de su pueblo.
Cuando entendemos el propósito de la literatura apocalíptica, podemos quedarnos tranquilos de que Apocalipsis no está al final de la Biblia para llenarnos de miedo, ansiedad o confusión.
Es un libro que responde a la crisis con un mensaje de fe y esperanza.
La semana que viene seguimos con la segunda parte de nuestro estudio: “Características de la literatura apocalíptica”.
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