El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
¿Qué pensó del clero de su época el insigne autor del Quijote? ¿Qué eran los curas, según Cervantes?
¡Qué poco nos cuesta amarnos a nosotros mismos, a la vez que odiamos aquellas actitudes erróneas que nos llevan a pecar!
Los escritos bíblicos no callan los defectos de sus autores ni se pintan a sí mismos intachables, cuando hubieran podido hacerlo. Otro tanto ocurre en el Quijote.
Si queremos hacer la paz, no hablemos nunca mal de nuestros semejantes, aunque tengamos motivos para ello.
A Don Quijote no se le puede encasillar en religión alguna. Lo demás son ganas de marear la perdiz.
La inversión en tiempo y gasolina la daba por bien empleada este fiel creyente si conseguía mayor prestigio entre el resto de la comunidad de creyentes.
Hoy por hoy, no existe una explicación adecuada al supuesto beneficio evolutivo de la reproducción sexual, tanto en las plantas como en los animales.
Tanto la Biblia como el Quijote son libros que ejercen influencia universal.
Para los discípulos del Señor es posible empezar ya ahora a gozar la felicidad prometida, a través de la intimidad personal con Dios.
La razón filosófica puede conducirnos a la necesidad del Creador pero sólo la experiencia íntima de la fe es capaz de revelarnos la belleza y la bondad del Dios personal que se manifiesta en Jesucristo.
Sobre muchos cristianos jóvenes de mi tiempo se “vertieron” cosas más bien propias de un vertedero.
"Lo mío es un humilde tributo de lector aprendiz de poeta: por ello estos versos vivos donde galopan no sólo Alonso Quijano y el señor Panza, sino también Jesucristo y Unamuno; Dulcinea y Jacqueline; Elías y mi padre y mi hijo y yo mismo; mi Salamanca y mi saudosa selva".
Mientras el Quijote se limita a analizar nuestra condición humana, la Biblia, después de analizarla por el ojo escrutador de Dios, nos dice cuál es el remedio divino a todas nuestras calamidades.
Habitualmente no se veían en la tesitura de necesitar la verdad ni el arrojo.
"Su actitud ante la vida le arranca los versos más estremecedores e indudablemente estremecidos de tierra".
Redacto en base a los recuerdos que rondan los rincones de mi cerebro. Conocí a mi amigo José María Martínez el año 1953.
Colombia es tierra de indiscutible belleza, uno de los países más biodiverso del mundo en relación con su tamaño.
No acariciemos ni fomentemos jamás los deseos de venganza, sino seamos pacientes y dejemos lugar a la justicia de Dios.
Esta sociedad tampoco era del todo perfecta. Un sector social importante no fue incorporado a la normalidad y estos fueron los jorobados.
Al acomodar las creencias y decisiones morales a las preferencias personales, se desvirtúa casi siempre el mensaje de Jesucristo.
Aunque no era tema principal, el Congreso planteó el problema religioso en la vida y en la obra de Ortega y Gasset. ¿Fue Ortega católico o anticatólico? ¿Creía o no creía en Dios? ¿Religioso o anticlerical? ¿Agnóstico o ateo?
Se celebra el 2º Congreso Nacional de Apologética en Colombia.
La Biblia es la revelación divina de nuestra peregrinación terrena y habla el lenguaje de la eternidad.
A los creyentes se nos suele acusar de querer ver a Dios en todas las cosas, pero ¿qué puede decirse de la obsesión de algunos investigadores y divulgadores que se acercan a la naturaleza buscando razones para acabar con la existencia de Dios?
El libro de Monroy nos da pistas para conocer que la fe no está reñida con el arte ni con la ciencia.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.