El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Sí, AMLO es religioso, un tanto sui generis, ya que adopta creencias variadas que injerta en lo que él entiende por ser cristiano.
A diferencia de la definición sociológica de secta, el entendimiento dominante del concepto en México tiene cargas estigmatizantes y peyorativas.
Si en el pensamiento de AMLO se acrisolan distintas tradiciones, ¿por qué afirmar que sus ideas son preponderantemente evangélicas/pentecostales?
Su propósito, expresado abiertamente, es generar un partido político conservador en el país y fortalecer la red transnacional de ultraderecha.
Para López Obrador resulta esencial moralizar al país, devolverle los valores supuestamente perdidos por la corrupción de los gobiernos neoliberales.
Para Barranco el mayor error que puede cometer AMLO en esta materia “es pretender convertir a las diversas asociaciones religiosas en iglesias de Estado”.
El presidente mexicano no duda en construirse la imagen religiosa más adecuada para sus intereses políticos.
Desde sus respectivos espacios, tanto Barranco como Blancarte, han sido sumamente críticos con Andrés Manuel López Obrador.
Miembros de iglesias cristianas en la ciudad han muerto durante los tiroteos por causa de la detención del hijo del ‘Chapo’ Guzmán.
Algunas voces opinan que “sus contenidos chocan frontalmente con el cristianismo” y que “no puede sustituir” a la Biblia.
Continuarán las polémicas decisiones de este gobierno en materia religiosa, lo que sin duda hará más tensas las relaciones con los sectores sociales profundamente interesados en afirmar la laicidad del Estado mexicano.
Aparte de la soberbia, ¿hay alguna ventaja en el hecho de no pedir perdón?
El colaboracionismo gubernamental de Confraternice compromete a las comunidades evangélicas representadas de una manera corporativa.
¿Qué sucedió con los proyectados millones de votos que los protestantes/evangélicos depositarían en las urnas para respaldar al PES?
El problema de los evangélicos mexicanos sigue siendo el mismo de décadas: sin representación unitaria formal, parece que seguirán tocando “las puertas del cielo” de la política gubernamental por separado
El candidato de izquierda obtendría más del 53% de los votos, seguido por Ricardo Anaya con más de un 22%.
Una de las causas por las que Sáenz Garza no resultó electo candidato a la presidencia de México fue precisamente su adscripción religiosa.
El candidato presidencial asegura durante un acto con su aliado evangélico, el Partido Encuentro Social, que México necesita un código moral; entre varias citas a Jesús y a la Biblia.
Las elecciones federales de México serán el próximo 1 de julio.
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