El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Si exceptuamos a Don Quijote, es difícil encontrar en la historia de la literatura universal un protagonista y un asunto que hayan dado ocasión a una tradición más difundida como la de Don Juan Tenorio.
Mientras haya espíritus que se debaten entre la esperanza y la desesperación, el libro de Job tendrá un mensaje único, insustituible.
Tras leer detalladamente el libro que estoy comentando, es mi opinión que a su autor le importa hasta límites máximos que los cristianos entiendan en totalidad y profundidad el mensaje de la Biblia.
En el libro, Timothy Archer entra con mirada escrutadora en la interioridad de la Iglesia para afirmar, que en estos inicios del siglo XXI, los cristianos debemos reflexionar y preguntar hacia dónde vamos.
“Las misericordias, sobrina, son las que en este instante ha usado Dios conmigo, a quien, como dije, no las impiden mis pecados.".
Cuando menos lo pensaba enfermó de muerte Don Quijote.
Quiso Cervantes elegir Barcelona para que la ciudad a la que elogió fuera testigo de las tristes, las dolientes, las desmayadas palabras del vencido caballero.
El amor es una deidad a la vez alagüeña y terrible. Don Quijote acomoda la sentencia del niño a sus propios suspiros amorosos y dice a Sancho: “¿No ves tú que aplicando aquella palabra a mi intención quiere significar que no tengo de ver más a mi Dulcinea?”
Las cosas que ocurrieron a Don Quijote en Barcelona merecen ser leídas y contadas.
Una reseña de la edición de 2016 de la Revista Sembradoras.
Zaragoza significaba para Don Quijote un mítico destino que cambia en el capítulo LIX de la segunda parte.
Si aquellos comportamientos de curas eran perfume, Dios nos libre del hedor.
¿Qué pensó del clero de su época el insigne autor del Quijote? ¿Qué eran los curas, según Cervantes?
A Don Quijote no se le puede encasillar en religión alguna. Lo demás son ganas de marear la perdiz.
"Lo mío es un humilde tributo de lector aprendiz de poeta: por ello estos versos vivos donde galopan no sólo Alonso Quijano y el señor Panza, sino también Jesucristo y Unamuno; Dulcinea y Jacqueline; Elías y mi padre y mi hijo y yo mismo; mi Salamanca y mi saudosa selva".
"Su actitud ante la vida le arranca los versos más estremecedores e indudablemente estremecidos de tierra".
Aunque no era tema principal, el Congreso planteó el problema religioso en la vida y en la obra de Ortega y Gasset. ¿Fue Ortega católico o anticatólico? ¿Creía o no creía en Dios? ¿Religioso o anticlerical? ¿Agnóstico o ateo?
En su tiempo fue considerado como “padre de las letras del continente”, “padre de las letras hispanoamericanas”, “uno de los mejores cronistas de las Indias”, “príncipe de los escritores del Nuevo mundo”.
“Pidamos que se realice la fraternidad entre todos los hombres, y la fraternidad entre todos los pueblos, porque todos nos encaminamos a una patria mejor que es el cielo. Pidamos que se realice en todas sus aplicaciones la verdad cristiana".
Un amigo de toda la vida, Andrés Díaz, católico piadoso, le sugirió antes de morir la necesidad de prepararse espiritualmente. Don Ramón respondió con gesto dilatorio: “Yo siempre he estado bien con Jesucristo”.
“¡Dios! Dios está en lo inmenso, en la altura, ¡quién sabe! ¡Me abismo en Él si pienso! ¡En ese hondo misterio todo cabe!”.
¿Por qué ignorar a autores de obras importantes por el hecho de haber tenido ideas políticas distintas a las que ahora parece profesar la mayoría?
El 28 de enero fue el director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, quien unió a la queja. Dijo: “España no debería dejar pasar la oportunidad de darle a esta efeméride el eco y la resonancia que nuestro escritor epónico merece”
El fin principal que se propuso Cervantes fue, como él dice, deshacer la autoridad y cabida que en el mundo y en el vulgo tenían entonces los libros de caballería.
Autores ingleses, norteamericanos y algunos franceses hacen de Shakespeare ya miembro de la Iglesia Anglicana, ya hugonote, puritano, calvinista, maniqueo, humanista cristiano, etc.
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