El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Recientemente ha aparecido Dios también es gratuito: balbuceos teológicos sobre la gracia, de Victorio Araya.
Un testimonio que comparten muchas mujeres latinoamericanas miembros de iglesias que aún no aceptan la ordenación femenina.
Nadie hubiera esperado que una nación reducida a servidumbre pudiera reconquistar siquiera su nombre.
Las iglesias evangélicas latinoamericanas, deudoras del énfasis misionero centrado en la transformación individualista de la vida humana, tuvieron una actuación política marcada, paradójicamente, por el apoliticismo.
Entre 1843 y 1870, exhibió anualmente sus obras en el Salón de París. Su tema central sería Lutero, el reformador, debido a la influencia de la fe de sus ancestros.
Un ejemplo notable de la dificultad para encarnar el espíritu de esta utopía en el Nuevo Mundo lo ha sido la enorme dificultad para practicar uno de los mayores sueños protestantes: el sacerdocio universal de los creyentes.
El ímpetu por adecuarse a la voluntad del Señor de la Iglesia debería prevalecer sobre los intereses, modas u orientaciones predominantes en el momento histórico que se vivan.
Los alcances políticos, religiosos y culturales de la Reforma protestante están fuera de duda, aunque en el mundo hispánico fue resistida rotundamente.
El número 370 de la revista internacional de teología Concilium está dedicado al tema “La Reforma desde una perspectiva global”, con la idea de reflexionar críticamente sobre la importancia del acontecimiento.
El actor y pastor Samuel Gallegos encarna al reformador alemán en el monólogo basado en la obra de teatro Lutero o el criado de Dios (1999), de Francisco Prieto.
El Dr. Víctor García de la Concha exploró en su disertación la manera en que el Cantar de los Cantares explica el amor mediante un ágil panorama del trabajo literario de Fray Luis de León.
La presencia del protestantismo en tierras latinoamericanas constituyó, durante mucho tiempo, una auténtica anomalía.
Ciclo de conferencias La Reforma Protestante del siglo XVI y el protestantismo en América Latina Centro Cultural de la Biblia, Lima, Perú. (Un fragmento).
La triada Reforma, protestantismos y misión de las iglesias, en las circunstancias de hoy, obliga a practicar ejercicios profundos de autocrítica.
De las entrañas de este edificio ideológico, cultural y religioso surgiría algo que, con el tiempo se convertiría en un auténtico desafío para la tradición acumulada.
El diario El País prestó mucha atención a los actos de conmemoración de los 500 años de Martín Lutero en 1983.
El profesor suizo Jean Pierre-Bastian es una referencia ineludible en el estudio del protestantismo latinoamericano.
La cobertura de los 500 años del nacimiento de Martín Lutero en el diario El País, en 1983, llama la atención por la calidad de las aportaciones y enfoques.
'Protestantismos y modernidad latinoamericana' se consolidaría como una referencia historiográfica inevitable para cualquier estudio del tema.
Un referente indispensable para comprender la evolución histórica y social de los protestantismos en América Latina.
La Reforma protestante, dice Chaunu, “fue, ciertamente, desde el punto de vista histórico, una ruptura; pero con la intención de corregir una desviación, el llamado a una verdad más que a una falsa continuidad”.
El historiador francés contrapone dos fechas muy puntuales: el 31 de octubre de 1517 y el 21 de mayo de 1536, interpretadas como punto de partida y de llegada, respectivamente.
Poeta e historiador de las ideas que vivía ambas facetas de manera natural y que alimentó una con la otra permanentemente.
La naturaleza y la cultura se funden en la persona del visionario que no deja pasar la ocasión para mirar más allá de sí y relanzar la fe hacia horizontes nuevos y autocríticos.
El protestantismo latinoamericano contemporáneo es impensable sin la figura de Justo L. González.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.