La definición de lo que es justo y lo que no siempre ha preocupado al ser humano. Otra cosa es su capacidad por llevar a cabo la justicia que verdaderamente necesita.
Hollywood ha convertido el evento judicial en prácticamente todo un género cinematográfico y audiovisual. En realidad, no un juicio cualquiera, sino ese que refleja las peculiaridades en concreto del sistema jurídico estadounidense. El de los salones de bancos llenos, con un jurado popular a un lado que observa lo que ocurre como una escenografía teatral, y el del juez con su pequeña maza de madera, que aparece casi siempre con un gesto inexpresivo. El evento judicial norteamericano.
[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]
Imposible nombrar aquí ni siquiera la lista de películas y series basadas en esa escena, la del reo afrontando su defensa y su acusación al mismo tiempo, mientras fiscales y abogados compiten entre sí casi más interesados por hacer muestra de un ejercicio retórico y lógico brillante, antes que por la vida de la persona en sí.
Recuerdo que hace años, cuando la vi por primera vez, me impactó La vida de David Gale, así como lo han continuado haciendo otros procesos retratados en la pantalla, como When they see us (“Así nos ven”). En 2022, HBO lanzó la miniserie The Staircase, que también entra en esta especie de categoría relatando la investigación judicial de un supuesto caso de asesinato de una mujer por parte de su marido.
Como en otras de sus series, la plataforma hace gala de poderío económico. Nada de producciones pequeñas, sino que cuenta con caras tan reconocidas como las de Colin Firth, Toni Collette, Juliette Binoche o la joven que interpreta a ‘Sansa Stark’ en Juego de Tronos, Sophie Turner. Antonio Campos, director de El Diablo a todas horas, dirige y escribe la serie junto con Maggie Cohn.
La serie recoge la historia real de los Peterson, siguiendo el hilo de la serie documental de 2004 que reestrenó Netflix en 2018 con el mismo título, The Staircase. El caso de la muerte de Kathleen Peterson estuvo desde el principio en el punto de mira de los medios de comunicación, ya que no se sabía si había sido un accidente o un homicidio, y el principal acusado era su marido, Michael.
La miniserie que Campos y Cohn hacen para HBO recoge en cuatro capítulos la historia desde los momentos del matrimonio poco antes de la muerte de Kathleen, hasta el juicio de Michael y su desenlace en presencia de los hijos. El caso llegó a ser tan sonado que hasta un vecino de los Peterson propuso una tercera vía que no era ni el accidente ni el homicidio, sino un ataque de un búho barrado, al parecer una especie común en Carolina del Norte.
[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]
Michael Peterson ha asegurado que Campos “creó un relato ficticio de los hechos, la mayoría de los cuales me destrozan a mí y a mis hijos”, en relación con el protagonismo que tiene la cuestión de su bisexualidad oculta a lo largo de la serie y a los constantes choques que protagonizan en especial sus dos hijos. “Hay fabricaciones y distorsiones atroces de la verdad en la serie de HBO, mucho más allá de lo que puede considerarse una licencia ‘artística’”, ha subrayado Peterson.
[photo_footer]Cartel del documenta reestrenado por Netflix en 2018 con la imagen del auténtico Michael Peterson en prisión. / Netflix.[/photo_footer]
Lo cierto es que lo que otorga interés a la miniserie de Campos y Cohn no es la historia en sí, que se parece a muchas otras vistas antes. Tampoco el desarrollo del proceso judicial, sin grandes giros de guion y con un reparto que le garantiza un efecto mediático sin juzgar su calidad.
En The Staircase queda claro que el elemento de juicio no está libre del prejuicio, y que la verdad y la mentira siempre aparecen contrapuestas, incluso en los rincones más inesperados de la vida. La construcción de Michael Peterson refleja lo humano en general, que todos tenemos unas luces que nos gusta irradiar ante los demás, y unas sombras que a menudo escondemos por puro pavor a que todo el sistema en el que operamos a diario se venga abajo. Al final, es un retrato extremadamente realista de lo humano, aunque (y tiene razón el Peterson real, aunque fue condenado como autor del homicidio de su mujer) sin evitar posicionarse. Quizá ese sea el “traspié” de Campos y Cohn.
Además de un retrato antropológico en profundidad, que resulta ser de lo mejor de la serie, Campos y Cohn también parecen querer esgrimir una crítica contra el sistema judicial estadounidense. Una empresa demasiado grande para cuatro capítulos de menos de una hora cada uno. Y es que, muchos antes se han acercado ya a esta cuestión pero muy pocos han salido exitosos.
Es esa performance judicial lo que al parecer quieren criticar los creadores de la miniserie The Staircase. El problema es que, al enfocarse tanto en la figura de Peterson, ellos mismos se convierten en dos miembros más del jurado que se limita a sentarse y escuchar al fiscal y al abogado para tomar luego una decisión y volver cada uno a sus casas. En todo caso, lo que consiguen es mostrar lo deshumanizado que acabo siendo el trámite judicial, a merced de las impresiones de un grupo de desconocidos y de la impresión de un juez al que se puede convencer con argumentos, y no solo con hechos.
[photo_footer]The Staircase retrata nuestra contradicción permanente al ser injustos pero querer buscar y hacer justicia por nuestra cuenta. / Fotograma de la serie, HBO.[/photo_footer]
Donde también aciertan es en su retrato de cómo el fenómeno mediático acaba irrumpiendo en el proceso judicial y afectándolo. Si los seres humanos somos especialmente complejos en nuestras decisiones, uno se pregunta hasta que punto un juicio puede permanecer inalterable ante tanto griterío.
Pero, ¿qué tienen los juicios que tanto gustan en la pantalla? Al final, representan algo a lo que todos tememos. El hecho de ser juzgado por alguna institución o por cualquier otra persona no puede ser del agrado de nadie. Al ser humano nunca le ha resultado fácil exponer sus errores, sus hurtos, crímenes, etc. Sus mentiras en general. La contradicción se produce cuando nos pensamos a nosotros mismos como aquellos que siempre buscan la justicia en el mundo y trabajan por ella de una forma romántica e ilusoria.
La definición de lo que es justo y lo que no siempre ha preocupado al ser humano. Otra cosa es su capacidad por llevar a cabo la justicia que verdaderamente necesita. Y ahí es, como se refleja en The Staircase, donde tropezamos. Incluso en el caso de aplicar bien la justicia, todo el circo que se monta alrededor del proceso hasta la sentencia nos expone como aquellos que siempre están dispuestos a montar el patíbulo y luego hacer fila para desahogarnos.
La Biblia también relata, en concreto, dos juicios: uno que recoge todo el espíritu de nuestro sistema judicial, y otro que es el que verdaderamente todos necesitamos. Por un lado, la injusticia con la que fue ajusticiado Jesús, y por el otro el juicio justo de carácter eterno que ha prometido el Padre.
Y es que tenemos necesidad de que todavía se condene lo malo y se absuelva lo justo. De forma específica, lo que ha sido justificado en Cristo. Esta garantía la encontramos también en la Biblia (Colosenses 1:22; Hebreos 9:15). La única forma de ser absueltos en el único juicio que tenemos asegurado es por la justicia que ya se ha manifestado en Jesús, en uno de nuestros juicios, y que se nos imputa a nosotros por fe.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o