El pulpitajo

Aquella reprimenda la tomó la joven como dirigida a ella y vivió en sus carnes una forma de agresión.

CUENTOS AUTOR 152/Antonio_Cardenas 16 DE ABRIL DE 2020 23:05 h

Foto: [link]Priscilla du Preez[/link]. Unsplash

Érase una vez una iglesia que estaba en proceso de división. El autoritarismo arcaico y dictatorial regentado por los ancianos ya no casaba con los nuevos tiempos de libertades incipientes.

En medio de aquel desaguisado eclesial vino a parar una joven de la calle atraída por el Evangelio. Asistía a las reuniones con interés.

Pero aquel día de Todos los Santos el anciano reservaba a los fieles un sermón bronco desde el púlpito eclesial.

Aquella reprimenda la tomó la joven como dirigida a ella y vivió en sus carnes una forma de agresión.

No teniendo dónde ir, se acercó a un centro de salud donde la acogieron por un tiempo.

Al principio no supo verbalizar lo que le sucedía. Pasadas dos semanas de atenciones se entrevistó con una sanitaria.

- ¿Estás ya en condiciones de hablar? ¿Qué te ha sucedido?

- Sí, ¿cómo decirlo? He sido objeto de un pulpitajo eclesial.

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Gregorio

17/04/2020

10:16 h

Pero la mas triste, son siempre los “los daños colaterales”, las pobres y tiernas ovejas que recién llegadas al evangelio tengan que sufrir en propia carne la realidad del cristianismo actual. Gracias hermano por tu cuento, pienso “aplicarme el cuento a mi mismo” . Saludos y bendiciones

Gregorio

17/04/2020

10:15 h

Que sepas que me identifico plenamente con la situación de la muchacha ,y me parece que es una falta de madurez por parte del anciano que obre de esa manera, sea REAL O FICTICIA. Aprovechar la situación para pegar “Bibliazos” a los hermanos no creo que sea el medio que el Señor haya previsto para solucionar los problemas o las divisiones en una iglesia.

Gregorio

17/04/2020

10:14 h

Gracias por compartir este aleccionador cuento sobre el “pulpitajo”, es la primera vez que escucho esta palabra de esta manera , me ha llamado la atención porque me siento en poco “pulpitero”, no porque me identifique con la situación que describes la cual no apruebo sino porque no me gustaría vivirla en mi propia carne. Me imagino que puede estar tomado de un hecho verídico, pero como se omiten muchos detalles y ignoro la problemática, no me siento capaz de valorar a los personajes del cuento.