Regreso a las fuentes

Me refiero a las fuentes del cristianismo. ¿Está agotado el cristianismo? ¿Ha dado de sí todo cuanto podía dar la doctrina de Cristo? ¿Necesita occidente otras vías religiosas? ¿Será verdad eso que se lee en alguna prensa, que el cristianismo ha quedado atrás, que ya no puede satisfacer las necesidades religiosas de los seres humanos?

Los más pesimistas afirman que la filosofía cristiana se encuentra extremada y hay que recurrir al Oriente en busca de sustitutos religiosos, porque el pensamiento occidental, sustentado por los principios del cristianismo está cansado y si quiere revitalizarse tiene que abrirse a un diálogo religioso con el Oriente.

Si el cristianismo está en crisis, las denominaciones nacidas de su seno son culpables en alto grado. Se impone a estas denominaciones un cambio radical de doctrina, de conceptos, de dogma, de estructura, de culto, de aproximación a la sociedad. Un regreso total y definitivo a las fuentes, al cristianismo de Cristo. Destacar la originalidad y pureza del cristianismo.

El gran historiador belga François Laurent se quejaba el siglo pasado contra los que hablan de judeo-cristianismo. No. El cristianismo de Cristo no es, nunca lo ha sido, un judaísmo reformado. La cristología cristiana está basada en la vida, muerte, resurrección y ascensión de Jesús. Nada de esto tiene que ver con el judaísmo.

Por desgracia para nosotros y para el mundo, sus mismos seguidores están rompiendo el cristianismo en mil pequeñas denominaciones que se dicen poseedoras exclusivas de la verdad. Machado nos instaba a guardarnos nuestras verdades y buscar la Verdad única, la que se escribe con mayúsculas. Esta actitud está creando una auténtica confusión en la sociedad, desengañada de la imposición de la Iglesia católica.

Unos dicen: la verdad está en mi denominación. Está en la mía dice un segundo. No, arguye un tercero, sólo mi denominación tiene la verdad y los que no pertenecen a ella están en el error. Bíblicamente, ni el primero, ni el segundo, ni el tercero tienen derecho a creerse en posesión de la verdad; sólo la tiene Cristo, quien dijo: “Yo soy la verdad”. (Juan 14:6). ¿No es esto lo que está en el cristianismo de hoy?

En lugar de abrirse a las exigencias de los tiempos difíciles que estamos viviendo hay denominaciones evangélicas encerradas en su caparazón. Viven hacia dentro. Cuando padecíamos tiempos de intolerancia religiosa practicábamos más la fraternidad, nos buscábamos, nos amábamos; ahora, en posesión de una libertad religiosa total, garantizada por el Estado, nos excomulgamos unos a otros si no pertenecemos como miembros a una determinada denominación. ¡Qué triste!

David y Teresa, nombres reales, deciden contraer matrimonio en Madrid. Son miembros de distintas Iglesias. Teresa es miembro de una denominación cerrada. David pertenece a otra denominación abierta. En la Iglesia de la novia le dicen que si desean celebrar allí la ceremonia religiosa ha de ser rebautizado por ellos e inscribirse allí como miembro. Real como la luz del sol.

¿Dónde vamos con este cristianismo excluyente, fanático, monopolizador de la conciencia?Cristo nos hizo libres, con esa fuerza de la libertad interior.

No. Occidente no necesita una nueva religión. Lo que todos los cristianos necesitamos es desandar el camino de los siglos y volver a las sendas antiguas, las primitivas, las que nos llevan hasta el pesebre de Belén.

El cristianismo no está agotado. Cristo sigue siendo irreemplazable. La estrella que apareció en Belén y que regocijó al mundo con su ráfaga de luz no ha palidecido todavía, En las relaciones entre Dios y el hombre Cristo continúa siendo único. El dogma se agota. La fe se extingue. Los sistemas religiosos desaparecen. Pero el Hijo de Dios sostiene nuestra vida en las palmas de sus manos. Solos frente a Él, con Él, en Él, en la montaña y en el lago, en la tormenta y en la calma, en la transfiguración y en la cruz, en la tierra y en la eternidad del cielo. Sólo con Él nuestras vidas adquieren sentido.

Volvamos a Él. Volvamos a las fuentes del cristianismo primitivo.

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[title]Por un año más[/title]

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