El tweet de Dios sobre la adversidad del justo y la calamidad del malvado

El recto entendimiento de los textos escritos puede ser una tarea sencilla o muy complicada, dependiendo la diferencia del propio texto y también del lector que se acerca al mismo. Si lo escrito es enrevesado, es obvio que va a dar lugar a confusión, sin importar la sencillez de actitud que pueda tener el lector. Pero si el escrito es llano y el lector enrevesado, entonces lo fácil se convierte en difícil y lo recto en torcido. De ahí que haya textos que manifiestamente son muy claros, pero es el lector quien los enturbia y convierte en otra cosa.

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En ese aspecto fuimos testigos en España de cómo la idea del matrimonio, plasmada en el artículo 32 de la Constitución española de 1978, se refería al hombre y la mujer como contrayentes con plena igualdad jurídica. La letra, el sentido y el espíritu del pasaje eran evidentes. Pero pasando el tiempo se alzaron los que, con una idea preconcebida y corrompida del matrimonio, quisieron leer ese artículo de manera diferente, de forma que retorcieron el significado, no las palabras literales, de la frase para que se entendiera lo que ellos querían que se entendiera. Y así fue como se pervirtió legalmente la noción del matrimonio. Ahora bien, si esto se hizo con algo trascendente que es anterior a cualquier tipo de sociedad humana ¿cómo no va a ser posible hacerlo con cualquier otra cuestión de menos envergadura? Por eso no tardaremos en ver cómo a pasajes que son manifiestamente evidentes se les da un giro total, para que concuerden con lo que se quiere implantar.

Pero hay ocasiones en las que un pasaje escrito puede tener una dificultad especial, lo que requiere mucho estudio si se quiere llegar a entenderlo bien. Naturalmente, eso exige dos condiciones por parte del lector, siendo la primera el esfuerzo a realizar para conseguirlo y la segunda la rectitud de intención en el proceso de estudio. Sin esfuerzo va a ser imposible adquirir la comprensión y sin rectitud será posible encontrar una comprensión errada.

Algunas partes de la Biblia se prestan especialmente a ser mal entendidas, cuando se dan una de las dos condiciones mencionadas o ambas. Y así fue como algunos han llegado a la conclusión de que el Antiguo Testamento no tiene nada que decir sobre la vida futura, estando centrado su mensaje solamente en esta vida. A tal fin, echaron mano de los pasajes en los que se mencionan las retribuciones terrenales, sean de castigo o de recompensas, por nuestros actos, como último término de lo que debemos aguardar, acompañando tales pasajes con otros en los que parece enseñarse que al acontecer la muerte nada más puede esperarse que suceda.

Al concluir que en el Antiguo Testamento todo se circunscribe a esta vida, le están imponiendo la idea que previamente ellos han fabricado, del mismo modo que siglos atrás los negadores de la resurrección habían hecho, lo cual Jesús deshizo, apelando con su razonamiento precisamente al Antiguo Testamento.

Hay un tweet de Dios que dice lo siguiente: ‘Ninguna adversidad acontecerá al justo; mas los impíos serán colmados de males.’ (Proverbios 12:21). Este pasaje es uno de esos casos que requieren estudio y rectitud de intención, si no se quiere llegar a conclusiones falsas, porque a primera vista parece enseñar que el justo solamente experimentará lo agradable y que el malvado solamente conocerá lo calamitoso. Sin embargo, este mismo libro de Proverbios afirma que el justo cae siete veces, es decir, muchas, y que el malvado emplea métodos tortuosos y se sale con la suya. No es, por tanto, la intención de este pasaje afirmar lo mismo que contradice ni presentar una visión irreal de esta vida. Entonces ¿cómo entender su enseñanza?

Hay un doble cumplimiento de la verdad de este pasaje, uno en el presente y otro en el futuro. En el presente, porque el justo, aunque tiene que experimentar adversidades y pruebas, no será vencido de manera permanente por ninguna de ellas, hasta el punto de que incluso lo que podría ser pernicioso le resultará beneficioso. Los casos de José, el hijo de Jacob, y Job exhiben claramente esta verdad que se hizo patente en sus vidas. Es la hegemonía perpetua del mal sobre el justo lo que queda excluido que le ocurra. Pero este tweet de Dios también tiene un cumplimiento futuro sobre el justo, porque efectivamente acontecerá que quedará totalmente libre de la exposición a cualquier forma de calamidad, cuando llegue el estado de bienaventuranza perfecta venidero.

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Por contra, los impíos son colmados de males en el presente, porque la propia maldad que los domina, y de la que se jactan, ya es prueba de que la ira de Dios se está ahora manifestando en sus vidas. El hecho de que insolentemente aprueben lo que Dios reprueba, ya es señal de la saturación de maldad a la que han sido entregados. Pero en el futuro también serán colmados de males, cuando la ira venidera de Dios se exhiba en su plenitud y sin acabamiento.

Este tweet es motivo de fortaleza, por una parte, y de apercibimiento, por otra. Fortaleza, para soportar la adversidad, y apercibimiento, para huir del mal.