CLIE: cien años publicando libros cristianos

La editorial CLIE surgió en 1924, antes de que se proclamara la Segunda República Española (1931-1939). En ese momento, la religión dominante en España era el catolicismo romano. Éste no era entonces tan tolerante como en la actualidad sino mucho más beligerante contra los protestantes, a quienes consideraba herejes, que ni siquiera merecían el nombre de “españoles”.

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Don Samuel Vila, consciente de esta triste realidad y con mucho coraje, empezó a escribir libros de carácter apologético. Se trataba de una apologética interna que cuestionaba ciertas doctrinas del catolicismo frente a las de las iglesias evangélicas. En este contexto religioso, surgió en 1928 el librito de 64 páginas titulado “A las fuentes del cristianismo”. El éxito que tuvo esta obra fue lo que le llevó a escribir otras similares.

A partir de 1931, cuando ya había sido proclamada la Segunda República, los partidos de izquierda, integrados por varios incrédulos y agnósticos, empezaron a difundir el ateísmo, así como los ataques, no sólo a la Iglesia católica sino también a la Biblia y a la propia creencia en Dios y en Jesucristo.

Esto fue lo que motivó a Samuel Vila a desarrollar otra apologética externa y a publicar obras como: “La religión al alcance del pueblo. Réplica a la obra de Ibarreta” (Junta Bautista de Publicaciones, 1935), que -como su título indicaba- era una respuesta al clásico libro anticristiano del ateo Rogelio Herques Ibarreta (“La religión al alcance de todos”, Imprenta de Emilio Saco y Brey, Madrid, 1884).

Asimismo, Vila siguió publicando obras como: “Fe y razón”, “Pruebas tangibles de la existencia de Dios”, “Pensar y creer”, “A Dios por el átomo”, “¿Es razonable la fe cristiana?”, etc. Como entonces ninguna casa editorial quiso publicar tales trabajos provenientes de un pastor protestante, tuvo que hacerlo él mismo. Buscó los recursos necesarios y así nació CLIE.

La aportación de Vila y de su editorial cristiana a la lucha por la libertad religiosa y el crecimiento de las iglesias evangélicas en España es innegable. Vila fue un hombre valiente, plenamente convencido de lo que creía, y que no se amedrentó nunca ante los ataques procedentes del catolicismo romano.

Cuando detectaba una injusticia contra la libertad religiosa de los protestantes, escribía cartas a las autoridades competentes para protestar y pedirles que solucionaran el problema. Esto lo hizo en numerosísimas ocasiones.

Por ejemplo, En el año 1948, escribió una carta al jesuita Jesús Simón, un hombre culto que había escrito libros excelentes de carácter apologético. Obras de divulgación científica, publicadas en Barcelona, que defendían la existencia de un Dios creador, tales como: “A Dios por la Ciencia” (Lumen, 1947); “El hombre” (Lábaro, 1948); “El misterioso mundo microscópico” (Lumen, 1961); etc. Pero que, además de todo esto, también había publicado un libro polémico titulado: “¿Protestante?” (1951), en el que difamaba e insultaba a los evangélicos.

Vila le mandó una carta, en la que le felicitaba por sus primeros libros apologéticos -algunos de los cuales le habían servido de inspiración a él mismo- pero en la que también protestaba enérgicamente por éste, que cuestionaba el protestantismo, sin argumentos sólidos. Al parecer, Jesús Simón le respondió disculpándose pero muy vagamente.

Pues bien, don Samuel mandó cientos de cartas similares, muy correctas aunque enérgicas, a diversas autoridades españolas: sacerdotes, obispos, arzobispos, cardenales, alcaldes, gobernadores e incluso al mismísimo general Franco. Desde luego, tales iniciativas, así como las posteriores publicaciones de CLIE, tuvieron su repercusión en el desarrollo de la libertad religiosa y el crecimiento de las iglesias evangélicas, tanto en España como en otros países.

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En Latinoamérica, durante la década de los 60 del pasado siglo, hubo una explosión de conversiones al cristianismo evangélico y muchas congregaciones se encontraron de repente con bastantes fieles pero poca preparación doctrinal o teológica de sus dirigentes. En tales situaciones, los libros de formación teológica editados por CLIE tuvieron y siguen tienen mucho éxito en la preparación de tales pastores y predicadores.

Recuerdo que, cuando yo era sólo un adolescente y escuchaba cada domingo, sentado junto a mis padres en uno de los primeros bancos de la iglesia Bethel de Terrassa, las predicaciones de don Samuel Vila, descubrí que muchos de los temas que desarrollaba desde el púlpito, ya los había publicado previamente en alguna de sus obras. En cierta ocasión, le pregunté por un librito que estaba expuesto en la pequeña librería del atrio del templo: “Pruebas tangibles de la existencia de Dios”. Se le iluminó el rostro y empezó a hablarme ampliamente acerca de él, hasta que acabó regalándomelo.

Desde luego, ni él ni yo sabíamos que aquel texto forjaría en mí el amor por la apologética cristiana, que ha venido marcando toda mi vida. Agradezco a don Samuel, a su hijo Eliseo y a todo el equipo de profesionales de CLIE, la labor que han venido realizando durante un siglo, en la difusión del Evangelio de Jesucristo.

[photo_footer]Antonio Cruz, con dos de sus últimos libros publicados en la editorial CLIE.[/photo_footer]